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MALDITA CIENCIA

Sí, los helados también caducan (y la fecha dependerá del tipo de helado y de su formulación)

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En Maldita Ciencia ya os hemos resuelto múltiples dudas sobre alimentos. Os hemos explicado que los huevos se pueden congelar, por qué comer mucha fruta no desgasta los dientes y por qué no hay evidencias de que comer pan recién salido del horno sea malo para la salud. Ahora nos habéis preguntado si caducan los helados. Pues sí, al igual que otros alimentos, estos postres también pueden ponerse malos. 

La dietista-nutricionista Beatriz Robles indica a Maldita Ciencia que en los helados podemos ver una “fecha de consumo preferente”, “que es la que se utiliza para los alimentos que no son muy perecederos”. 

Esta fecha nos indica el plazo hasta el cual el alimento mantiene todas sus propiedades organolépticas (sabor, textura, olor..). “Al contrario de lo que sucede con la fecha de caducidad, superado ese plazo no suponen un problema de seguridad alimentaria, pero el producto no cumplirá con las expectativas del consumidor”. En Maldita Ciencia ya os hemos contado qué diferencia hay entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente.

Pero entonces, aunque los helados suelen llevar fecha de consumo preferente y no de caducidad, ¿podemos afirmar que sí caducan? “El concepto ‘caducar’ es un término con el que popularmente nos referimos a que se ha pasado de fecha y, generalmente, los consumidores no entramos a valorar si es porque ha pasado la fecha de caducidad o la de consumo preferente”, señala Robles.

El dietista-nutricionista Daniel Ursúa explica a Maldita Ciencia que cualquier alimento, con el paso del tiempo, caduca o se estropea. “Si tiene proteínas y agua, más todavía. Los microorganismos, para crecer, necesitan actividad de agua, es decir, que haya algo de agua en su entorno”, señala. 

Ursúa subraya que el frío no mata los microorganismos: “Solo ralentiza su actividad, pero esta se sigue dando, por lo que tarde o temprano crecerán en una cantidad suficiente como para causarnos daños”. Si además se abre el helado, “estamos dejando entrar nuevos microorganismos y, al descongelarlos, aceleramos su actividad, por lo que, aunque luego lo volvamos a congelar, la carga microbiana total habrá crecido muchísimo”.

¿Cuánto tiempo tardan los helados en ponerse malos? “Depende del tipo de helado y de su formulación”, según Robles. Los que incluyen trocitos de ingredientes (chocolate, frutas o galleta) o siropes duran duran menos. “Si incorporan estabilizantes, aumenta su tiempo de conservación. Y, por supuesto, depende también de la temperatura de almacenamiento”, señala. 

Robles cuenta que, por lo general, a los helados de crema se les asigna una fecha de consumo preferente de entre cuatro y seis meses. Los de agua, tipo polo, “no tienen ese riesgo de enranciamiento y pueden durar bastante más, ya que son prácticamente hielo”.

Las consecuencias de tomar el helado después de la fecha de consumo preferente dependerán del tipo de helado. Robles indica que si es un helado tipo polo y se ha mantenido la cadena de frío correctamente, “el riesgo es insignificante”. “Si hablamos de un helado de crema bien conservado, manteniendo bien la cadena de frío y sin sobrepasar exageradamente la fecha, tampoco habría riesgo, aunque sí una pérdida de calidad”, señala. 

Pero “si es un helado de crema que ha sufrido subidas y bajadas de temperatura, que ha superado su vida útil hace año y medio y que, además, sacamos unas horas antes al frigo para que esté un poco más blandito, sí que tenemos riesgos”. 

Por su parte, Mónica Herrero, vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón, cuenta a Maldita Ciencia que la proliferación de organismos puede producir una toxiinfección (enfermedad que se produce como consecuencia de la ingestión de alimentos contaminados) que puede cursar de manera leve, causando diarrea o malestar general, o de una forma más grave, llegando incluso a ser necesaria la asistencia hospitalaria. “Hay que tener cuidado, especialmente los niños, las personas mayores y las mujeres embarazadas”, añade.

Para evitar que esto pase, recomienda comprar los helados en el último momento cuando estamos en el supermercado para que no se nos vayan derritiendo dentro del envase cuando los tengamos en el carro. Además, considera importante comprobar que el envase no esté pringoso o manchado: “Son signos de que ese helado en algún momento ha sufrido la rotura de la cadena de frío, se ha descongelado y luego lo han vuelto a congelar, con lo que puede existir riesgo bacteriano”.

Una vez abierto el helado, Ursúa recomienda procurar sacarlo del congelador el menor tiempo posible. “Y descongelar únicamente lo que vayamos a consumir de forma que el helado que se va a guardar esté fuera del congelador el menor tiempo posible para así reducir la exposición a posibles microorganismos que se encuentren en el ambiente”, concluye.

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.


Primera fecha de publicación de este artículo: 24/02/2021

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