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MALDITA CIENCIA

No, la talla de la copa menstrual no depende del flujo sino de la edad, el ancho de la vagina o si has tenido partos vaginales

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En Maldita.es os hemos contado por qué no hay evidencias de que la copa menstrual pueda causar un prolapso (el descenso de la vagina, el útero u otros órganos vecinos). Ahora nos habéis preguntado si la talla de la copa menstrual depende del flujo. Pues no. La diferencia entre diferentes tallas radica en el diámetro de la copa. Para saber cuál te corresponde, tienes que tener en cuenta factores como la edad, el ancho de la vagina o si has tenido partos vaginales.

Desde Cyclo Menstruación Sostenible, una compañía que comercializa copas menstruales, indican a Maldita Ciencia que “muchas veces se comete el error de asumir que la talla de la copa menstrual depende de su capacidad en vez de de su diámetro”.

“Si eliges una copa de talla menor a la que te corresponde, puedes sufrir pérdidas e incluso notar como la copa se desliza hacia abajo de tu canal vaginal. Si utilizas una copa mayor de lo recomendado, podrías tener molestias y dañarte al retirarla”, afirman.

También desde Sensual Intim, empresa creadora de otra copa menstrual, confirman a Maldita Ciencia que “la cantidad de flujo menstrual no debe influir a la hora de escoger la talla, puesto que lo que importa es que la copa menstrual se adapte al tamaño de nuestra vagina”.

Según explican, los factores que pueden influir a la hora de escoger la talla de la copa son principalmente el ancho de la vagina, el estado del suelo pélvico y también la altura del cérvix. “Si tenemos un cérvix bajo tendremos que procurar que la copa no sea muy alta. Si por el contrario tenemos un cérvix alto, la altura de la copa no nos preocupará”, señalan.

Los creadores de la copa GlupCup! cuentan a Maldita Ciencia que la talla adecuada también depende de la fuerza de las paredes vaginales: “Son ellas las encargadas de sujetar la copa menstrual para que se adapte a nuestra vagina y no haya fugas en el futuro”. 

La cantidad de flujo menstrual “solamente influirá a la hora de marcarnos los tiempos de cambio de la copa menstrual, independientemente de la talla”. Una mujer con un sangrado abundante tendrá que cambiarse la copa menstrual cada menos horas que otra con un sangrado más ligero.

Gran parte de las empresas que comercializan copas menstruales ofrecen tres tallas distintas. Irene Suárez, farmacéutica del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, indica a Maldita Ciencia que las dimensiones, las tallas y el diseño de las copas menstruales varían de unos fabricantes a otros. “Podemos acudir a la farmacia y consultar con el farmacéutico, cuál será la talla más apropiada según nuestro estilo de vida y nuestras características”, señala. Además, a veces las compañías tienen test que permiten a cada mujer saber qué talla le corresponde.

Aunque dependerá del fabricante, compañías como Cyclo recomiendan la pequeña para menores de 18 años que no han tenido relaciones sexuales con penetración. La mediana está pensada para menores de 30 que no han tenido ningún parto vaginal o para menores de 18 años pero que ya han tenido relaciones sexuales. La grande sería para mayores de 30 años o para aquellas mujeres que ya han tenido algún parto vaginal. 

Por lo general, Súarez indica que adolescentes o mujeres jóvenes que no hayan estado embarazadas generalmente necesitarán una talla pequeña. Las mujeres que hayan estado embarazadas o realicen deportes de impacto “necesitarán una talla mediana o grande”.

Marina Vilardell, ginecóloga especialista en reproducción asistida de la clínica Eugin, explica a Maldita Ciencia que “si la mujer ha tenido un parto vaginal reciente, la musculatura del suelo pélvico estará más debilitada los primeros meses y, por lo tanto, las paredes vaginales más separadas y se tendrá una vagina de mayor tamaño”. En estos casos, “se debería elegir una talla L”.

Pero si después del parto se realizan ejercicios de tonificación del suelo pélvico para su recuperación, “se podrá usar de nuevo una talla de copa menstrual más pequeña”. En caso de que el parto haya sido por cesárea, se puede utilizar una talla S o M. “También se debe tener en cuenta que la musculatura de la vagina pierde firmeza con edad, sobre todo a partir de los 30 años”, añade Vilardell.

La compañía eCareYou, que comercializa la copa Enna Cycle, indica a Maldita Ciencia que, además de la edad y los partos vaginales, también puede influir la complexión y la altura y el deporte que se realice. “A priori, si eres alta o de complexión grande necesitarás una talla mayor y si eres bajita o de complexión pequeña necesitarás una talla menor”, señala

Además, “hay prácticas deportivas como el running, el tenis, atletismo o baloncesto que debilitan el suelo pélvico”. “Tus músculos del suelo pélvico no tendrán tanta fuerza y es posible que necesites una talla mayor. Por contra, otros deportes como el yoga o pilates, lo refuerzan y por tanto, la probabilidad de que la talla adecuada sea una S, es mayor”, comenta.

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