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MALDITA CIENCIA

Cuidado con el texto que afirma que en Israel mueren 40 veces más ancianos tras recibir la vacuna que con el coronavirus

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Diversos contenidos virales afirman que en Israel mueren 40 veces más ancianos israelíes por las vacunas contra el coronavirus que por la propia COVID-19. Se basan en una publicación del 15 de febrero en el foro israelí nakim.org que concluye que las vacunas de Pfizer supuestamente mataron alrededor de 40 veces más personas ancianas de las que la enfermedad misma habría matado.

Pero el análisis que hacen en el foro de los datos es falso. Además, ya os contamos que en realidad en Israel se hunden las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 entre las personas vacunadas, según un artículo revisado por la comunidad científica y publicado en The New England Journal of Medicine. Entre sus autores hay epidemiólogos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Os lo explicamos.

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Los datos muestran cómo los vacunados tienen menos muerte por COVID-19

El autor de la publicación en el foro muestra una tabla de hospitalizados y fallecidos según el número de días transcurridos desde la primera o segunda dosis de la vacuna como supuesta muestra "de los efectos adversos de las vacunas".

Tabla publicada en el foro que muestra una menor mortalidad por COVID-19 tras lograr poner las dos dosis de vacunas.

Pero en realidad, la tabla muestra cómo las muertes por COVID-19 en mayores de 60 años disminuyen según pasa el tiempo desde el comienzo de la vacunación: desde 344 muertes entre 0 y 13 días tras la primera dosis que da inmunidad parcial a 4 fallecimientos pasados 14 días de la segunda y última dosis que asegura la inmunización completa.

Este conjunto de datos "muestra a las claras que la letalidad por COVID-19 en los vacunados es decreciente a medida que aumentan los días desde la primera dosis. En todos aquellos mayores de 60 años que recibieron la primera dosis y se contagiaron, la letalidad fue del 4,3%, mientras que los que recibieron la segunda dosis, fallecieron el 3,34%, el 1,36% si habían contraído la infección más de dos semanas después de la segunda dosis", explica a Maldita Ciencia Fernando García, epidemiólogo en el Instituto de Salud Carlos III y portavoz de la Asociación Madrileña de Salud Pública (AMASAP).

El epidemiólogo aclara que "estas cifras son mejores que las que había antes de la vacunación en mayores y son concordantes con los resultados de los estudios publicados sobre la eficacia de la vacuna de Pfizer-BioNTech".

Además, el post del foro dice que el 0,2% de las personas mayores de 65 años murieron en el período entre las dos dosis mientras que sólo el 0,00491% han muerto por COVID-19 sin vacunarse. En base a eso afirma que en Israel a los mayores de 65 años las vacunas de Pfizer les mata 40 veces más la COVID-19.

Pero no es así: "El autor mezcla tramposamente los muertos que hubo en Israel antes de diciembre, cuando la pandemia afectó menos a Israel y había muchos menos casos y, por tanto, menos muertos, con los fallecidos después de diciembre, cuando crecieron los casos y el número de muertos. Compara los fallecidos que se habían vacunado en los primeros meses de 2021 con los fallecidos de antes de la ola de casos", añade García. Además, el Ministerio de Salud de Israel afirmó en febrero que la vacuna de Pfizer tiene una efectividad del 98,9% en prevenir hospitalizaciones y muertes por la COVID-19.

El cálculo del 0,2% de muertes entre personas de mayores de 65 años "es un despropósito", señala a Maldita Ciencia Anabel Forte, profesora del Departamento de Estadística de la Universitat de València. La estadística explica, en resumen, que los cálculos del artículos son erróneos y parten de suposiciones equivocadas.

Una explicación más detallada y técnica es que el valor de una mortalidad de 0,2% entre personas se obtiene de la tasa de mortalidad general del 0,042% en los vacunados con la primera dosis, "multiplicado por un factor corrector de 4,42 que, según ellos, estaría indicando que las personas mayores de 65 años mueren 4 veces más por COVID que las menores de 65", explica Forte.

Pero este cálculo tiene dos errores, según la estadística. El primero es que "el ratio de 4,42 no está bien calculado a partir de ninguno de los números que tienen ni en el propio artículo ni en otro al que se refieren porque dividen 155 entre 35, números que no se corresponden realmente con el ratio entre fallecidos con más y menos de 65 años".

El segundo error es multiplicar ese número por el porcentaje de fallecidos entre los vacunados con la primera dosis (de cualquier edad) porque "no te da el valor especifico de los fallecidos con más de 65 años". Por dos motivos: "Porque está suponiendo que el ratio de mortalidad se mantiene después de la vacunación y porque ese ratio debería multiplicarse por el porcentaje de mortalidad de personas menores de 65 con la primera dosis de la vacuna, no por el porcentaje total de fallecidos con la primera dosis de la vacuna sin tener en cuenta la edad que es ese 0,042% que tenemos (según el articulo)", añade Forte. *

Subida de casos antes de la vacunación

El hecho de que haya habido más casos de COVID-19 en Israel tras el inicio de la vacunación se debe, según el epidemiólogo, a que "había mucha transmisión comunitaria y había muchos más casos en todos los grupos, los vacunados y los no vacunados". Israel comenzó a vacunar el 20 de diciembre y como muestra la organización 'Our World in Data', Israel estaba experimentando un aumento de casos de coronavirus antes que empezase la campaña de vacunación. Israel estuvo en confinamiento entre el 27 de diciembre y el 7 de febrero, un total de seis semanas.

El autor también dice que el VAERS, el sistema de vigilancia epidemiológica de las vacunas de Estados Unidos, "ha registrado múltiples fallecimientos ocasionados por las vacunas, sin ninguna prueba de ello. Está claro que el autor está empeñado en demostrar que la vacunación produce en sí más muertes que la propia epidemia y retuerce los datos para intentar sacar esa conclusión", explica García.

Según el texto, los casos graves de COVID-19 empezaron a decrecer en Israel cuando la vacunación se extendió a la población joven y "continúa su descenso [a 15 de febrero] al perder impulsar la campaña nacional de vacunación". También dice que la bajada en vacunación y en la edad de vacunación provocará una caída en los casos graves de COVID-19 "principalmente no por la protección de la vacuna sino porque menos gente morirá de la vacuna y otras reacciones adversas".

Pero esta predicción se ha mostrado errónea. Como muestra 'Our World in Data', el ritmo de vacunación no ha disminuido en Israel.

En cambio, sí han disminuido las hospitalizaciones por COVID-19 grave, especialmente entre los mayores de 60 años, el grupo de población que antes y en mayor porcentaje se ha vacunado.

* Actualizado el 24 de marzo de 2021 con declaraciones de Anabel Forte.

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Primera fecha de publicación de este artículo: 12/03/2021

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