Nos habéis preguntado por un vídeo que lleva días circulando, especialmente a través de TikTok, que propone un remedio con el que, en teoría, aquellas personas que hubiesen perdido el sentido del gusto (disgeusia) tras haber superado la infección COVID-19 podrían recuperarlo. Este “truco” se basa en una mezcla de naranja asada y azúcar moreno. Sin embargo, no hay ninguna evidencia científica de que estos u otros alimentos o productos logren tal objetivo “milagrosamente”. De hecho, mientras que el sentido del olfato sí se puede “reentrenar” en caso de pérdida (anosmia) gracias a la rehabilitación olfatoria, con el del gusto no sucede lo mismo: no hay una técnica determinada, su recuperación suele ir a la par de la del olfato.
Según un informe de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, “en el caso de la anosmia y la disgeusia en las infecciones por coronavirus se está viendo que son síntomas de larga duración y que pueden persistir durante varias semanas, incluso habiendo curado de la infección”. Además, como explica a Maldita Ciencia Joaquín Yanes Díaz, otorrinolaringólogo del Hospital Universitario de Getafe, hasta ahora no se ha publicado ninguna terapia eficaz al cien por cien en su recuperación .
“A día de hoy se sabe que la pérdida de olfato y gusto durante la COVID-19 tienen un patrón algo más grave que en otras patologías virales que producen este tipo de síntomas”, señala Yanes. Es decir, es cierto que estos, en una infección por SARS-CoV-2, se acentúan un poquito más de lo habitual.
Ahora bien, como añade el experto, “no hay ningún método casero particular ni nada similar” para lograr recuperar, en este caso, el gusto. “Y menos asar una naranja, machacarla y mezclarla con azúcar. Tampoco tiene mucho sentido. Quizá, al cocinar la naranja, esta sí cause un olor fuerte y característico, que mezclado con el azúcar puede ser peculiar, pero no tiene el poder de curar ni la pérdida del gusto ni la del olfato”, aclara.
¿Se pueden reentrenar el gusto y el olfato?
Yanes incide en que “no hay ningún tratamiento que sea suficientemente eficaz como para que lo recomendemos de cara a recuperar el olfato o el gusto rápidamente” y añade que lo que sí existen son equipos de rehabilitación en los que se intenta estimular el olfato, que es el que está más ligado al gusto.
Como indica la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEOR CCC), las estrategias de tratamiento en las alteraciones del olfato dependen de la pérdida total (anosmia) o parcial (hiposmia) del sentido. En el caso de que la pérdida sea permanente está indicado el entrenamiento olfatorio.
“Al igual que sucede con un entrenamiento físico, esta técnica consiste en exponer a los pacientes a diferentes olores concentrados en recipientes individuales a diario y durante el tiempo indicado por el especialista”, apuntan en su página web. En concreto, implica la repetición y el olfateo de un conjunto de olores (limón, rosa, ahumado, vinagre, anís y eucalipto) durante 20 segundos cada uno, un par de veces al día y, al menos, durante 3 meses. “Existe clara evidencia científica de que esta exposición sistemática a determinados olores mejora el olfato en patologías neurodegenerativas o traumatismos craneales”, añade la Sociedad.
El objetivo, según el experto, es entrenar y exponer a nuestras fibras nerviosas, a nuestros filetes olfatorios nerviosos y a todo lo que es la zona de la pituitaria a esos olores. “Así se ven estimulados y, supuestamente, el paciente va teniendo la sensación de reconocimiento. Esto ayudaría a que el cerebro vuelva a ir reconociendo estos olores”, explica.
Por último, Yanes recuerda que “existe una correlación bastante importante entre los sentidos del gusto y el olfato”. “Digamos que lo normal es que ambos vayan de la mano a la hora de la rehabilitación. Es cierto que sigue habiendo casos en los que se rehabilita bien el olfato y no el gusto o el gusto y no el olfato, aunque son casos más limitados”, explica. Sobre la rehabilitación gustativa específica como tal, sin embargo y hasta la fecha, no hay nada publicado.
Primera fecha de publicación de este artículo: 24/02/2021