Nos habéis preguntado si los taninos del vino pueden ayudarnos a combatir mejor la COVID-19. Pues no, no hay evidencias de que esta sustancia o los productos que la contienen tengan eficacia frente a la enfermedad causada por el coronavirus.
@malditobulo Responder a @vivtiktoque No, no hay evidencias de que tomarte unas copitas de vino pueda ayudarte a combatir la COVID-19 ##QueNoTeLaCuelen
♬ sonido original - Maldito Bulo
Esta idea sale de un estudio que analiza el posible potencial del ácido tánico para desarrollar terapias anticovid. El ácido tánico pertenece a la familia de los taninos, que son unas sustancias presentes en numerosos vegetales como las uvas y, por lo tanto, el vino.
Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III, cuenta a Maldita Ciencia que el problema es que todo el estudio está realizado en modelos in vitro. “Su relevancia es baja porque hay cientos de compuestos que han mostrado su actividad in vitro pero muy pocos llegan a evaluarse en modelos ‘in vivo’ y en ensayos clínicos (con personas)”.
La viróloga Sonia Zúñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, confirma a Maldita Ciencia que no hay una evidencia científica sólida que indique que los taninos pueden ayudar a combatir la COVID-19: “Es el único estudio que se ha publicado al respecto y los datos son muy preliminares”.
Destaca que los investigadores ni siquiera prueban la actividad inhibidora del ácido tánico frente a la infección por el virus SARS-CoV-2 en cultivos celulares. “Usan pseudovirus, que podrían no representar la situación real. Para darle más crédito, faltan más experimentos: por lo menos usar el virus de verdad para ver el efecto y ver qué pasa en modelos animales”, afirma.
La viróloga del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Isabel Solá coincide con Zúñiga en que el estudio “muestra resultados muy preliminares de experimentos hechos sin utilizar el virus de verdad”.
“Aunque los resultados de inhibición in vitro son prometedores, son todavía muy iniciales, obtenidos en ausencia de infección. Esto es insuficiente para concluir que el vino puede proteger de alguna forma frente a la infección por SARS-CoV-2”, cuenta a Maldita Ciencia.
Pero es que incluso aunque se demostrara esa supuesta eficacia, Alcamí menciona que la cantidad de vino que habría que beber para que estas sustancias fueran beneficiosas no solo no hace recomendable conducir, sino que probablemente hasta te lleve a un coma etílico. “Respecto a tomar frutas ricas en taninos para ‘ponerle al virus las cosas difíciles’ es una afirmación simplona, sin ninguna evidencia y que no puede concluirse del estudio”, añade.
Ni la cerveza, el vino, la sidra o cualquier tipo de alcohol te protege contra la COVID-19*
La evidencia sobre el etanol (el alcohol que se puede beber) y cómo interacciona con el SARS-CoV-2 es más que clara: ningún tipo de bebida alcohólica protege contra la COVID-19, previene la infección o ayuda a tratar el coronavirus. A pesar de que pequeños estudios in vitro como el que explicamos en este artículo apuntan a que algunos compuestos de estas bebidas podrían ayudar de algún modo a combatir el virus, lo cierto es que existe bibliografía robusta y verificada que desaconseja el consumo de alcohol para protegerse de la COVID-19. Como siempre, recordamos que ninguna cantidad de alcohol, aunque moderada, se considera saludable.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud tiene publicada una guía en la que recopila mitos comunes que relacionan alcohol y COVID-19 y sus respuestas basadas en evidencia científica. Por ejemplo, el mito que el consumo de alcohol es capaz de destruir el virus que causa la COVID-19, cuando lo cierto es que no tiene el mismo efecto un alcohol desinfectante —como el gel hidroalcohólico— en la piel que el efecto que este tiene en el organismo cuando se ingiere y que el consumo de alcohol aumenta los riesgos para la salud de una persona que puede infectarse por el virus.
Otro de los mitos sobre el alcohol es que la cerveza, el vino, las bebidas destiladas o los licores de hierbas son capaces de estimular la inmunidad y resistencia ante el virus, cuando lo cierto es que el etanol tiene un efecto perjudicial sobre el sistema inmunitario y en absoluto favorece ningún tipo de inmunidad ante la COVID-19 —ni ante ninguna enfermedad—.
Por último, la OMS recuerda que el consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar síndrome de dificultad respiratoria aguda, una de las complicaciones más graves que se pueden dar en una persona con COVID-19.
*Actualizada a 24 de enero de 2022 con un apartado sobre mitos comunes de alcohol y COVID-19 que recoge la OMS.
Primera fecha de publicación de este artículo: 22/02/2021