Con el avance de la primavera y la posibilidad de ir saliendo a la calle poco a poco, tras más de seis semanas de cuarentena, nos habéis preguntado por aquellas personas que tienen alergia al polen: tanto si es más fácil que estas se infecten como si, en caso de contagiarse, la enfermedad tendría un curso más grave al tener este problema respiratorio previo.
Según María Asunción García Sánchez, bióloga, explica a Maldita Ciencia que, en principio la posibilidad de contagio sería la misma entre las personas alérgicas que entre las no alérgicas, puesto que el sistema inmunitario de ambos funciona de la misma forma frente a la infección por microorganismos.
"Los pacientes alérgicos al polen deberán tomar las mismas medidas para evitar el contacto con los pólenes a los que son alérgicos que hayan tomado otros años, incluso llevar mascarillas autofiltrantes tipo FFP2 y FFP3 que protegen tanto de la exposición a pólenes como a virus", recomienda la experta.
Entre otras medidas de precaución para evitar la exposición al polen, es recomendable que la ventilación de sus casas se realice antes de las 12 de la mañana o después de las 17, puesto que en ese periodo se da un aumento de luz y temperatura, que suele estar relacionado con una mayor polinización.
Sin embargo, los pacientes que además sean asmáticos sí deben tener más cuidado, puesto que el padecer asma hace que las vías respiratorias sean más susceptibles a las infecciones respiratorias, especialmente las víricas. "Las infecciones víricas suelen generar mayor inflamación bronquial en las personas asmáticas, induciendo hiperreactividad bronquial y mayor riesgo de crisis de asma", indica García Sánchez y añade que por ello hay que intentar que la enfermedad esté bien controlada, usando los fármacos adecuados, para que no aumente la susceptibilidad a una infección respiratoria vírica, incluyendo el coronavirus, y, en caso de ocurrir, una peor evolución.
"Recomiendo que todos los pacientes alérgicos sigan las recomendaciones de sus médicos especialistas en alergología y pueden consultar la página de la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) donde se indican diferentes recomendaciones, así como la página www.polenes.com, donde se reportan los niveles de pólenes en las diferentes ciudades".
Como ya te explicamos en este artículo, es fácil confundir algunos síntomas de alergia con los de infecciones respiratorias como la provocada por el SARS-CoV-2. Las claves que la SEAIC proporciona son:
● Los síntomas de la rinitis alérgica son fundamentalmente de picor nasal, muchas veces asociado a picor de ojos, estornudos repetidos, destilación nasal acuosa y, congestión nasal de instrucción más o menos brusca.
● Lo que nos debe hacer sospechar que es alergia, sobre todo si es debida a pólenes, es que los síntomas se recrudecerán cuando el paciente esté al aire libre y mejorarán notablemente cuando permanezca en sitios cerrados.
● Los síntomas de la rinitis alérgica suelen remitir con cierta rapidez tras la toma de antihistamínicos tópicos u orales. La presencia de fiebre es nula, salvo que se complique con sinusitis aguda.
● En el asma, algunos síntomas aislados pueden ser la tos seca y la dificultad para respirar, algo que podría confundirse con los síntomas iniciales de la infección por coronavirus, si bien en el asma tampoco tiene por qué haber fiebre. En esta misma línea, los síntomas del asma suelen revertir fácilmente con el uso del broncodilatador de rescate (salbutamol o terbutalina).