Dada la importancia que están cobrando estos días las mascarillas (sean del tipo que sean) para disminuir el riesgo de contagio por coronavirus y el debate entre su uso obligatorio o no, nos habéis preguntado qué tipo de tela es la más eficaz en caso de que las elaboremos en casa (de su efectividad y de cómo hacerlas ya hablamos aquí). En concreto, queréis saber si los datos que proporciona esta infografía que circula por redes sociales y WhatsApp son fiables.
En efecto, la imagen, como se indica en la esquina inferior izquierda de la misma, es una traducción de Héctor Castiñeira, enfermero y creador de Enfermera Saturada.
Los datos utilizados en la original, diseñada por Smart Air, que se define en su perfil de Twitter como "una empresa social que promueve purificadores de aire de bricolaje como solución de bajo coste para las partículas de aire contaminado en interiores", proceden a su vez de este estudio, publicado en 2013 en la revista Disaster Medicine and Public Health Preparedness de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), al que se hace referencia en la esquina opuesta de la imagen.
Sus conclusiones sugieren que "las máscaras caseras solo deben considerarse como un último recurso para prevenir la transmisión por gotas de individuos infectados, pero que utilizarlas es preferible a no disponer protección".
Durante el experimento, los investigadores probaron la utilidad una amplia gama de materiales domésticos de cara a su posible utilización como barrera protectora de nuestras vías respiratorias. Para medir la efectividad, pusieron en contacto la bacteria Bacillus atrophaeus (0,93-1,25 micras) y el virus Bacteriophage MS (0,023 micras) en diferentes tipos de tela que podríamos encontrar por casa. Los participantes tosían o estornudaban para comprobar su utilidad.
Todos los materiales analizados filtran al menos casi el 50% de las partículas, aunque la máscara quirúrgica, como era de esperar, fue la que mejor funcionó, capturando el 89% de los virus, seguida de la bolsa de aspiradora (85,95%) y el trapo de cocina (72,46%).
La conclusión a la que llega el estudio es que, aunque una máscara protectora puede reducir la probabilidad de infección, no eliminará el riesgo total y, además, el contagio puede llegar también por otras vías, como al tocar superficies, por ejemplo. "Cualquier mascarilla, sin importar la eficiencia de su filtración, tendrá un efecto mínimo si no se usa junto con otras medidas preventivas [...] Las caseras deben verse como la última alternativa posible si no se dispone de un suministro de mascarillas comerciales", recuerdan los investigadores.