Nos habéis preguntado por la conocida como "prueba de vinagre", una especie de experimento casero con el que, supuestamente, podríamos saber si una persona está o no contagiada por coronavirus, en el caso de que esta no consiguiese distinguir el característico olor del alimento al exponerse directamente a él. Es cierto que la disminución de la sensibilidad de este sentido puede ser una señal de COVID-19, sin embargo no está relacionada exclusivamente con el olor del vinagre.
En un primer momento, se apuntaba a la tos seca, la fiebre alta y la dificultad para respirar como los síntomas principales de COVID-19. Con el paso de los días y las semanas, sin embargo, a esta lista se han ido sumando otra serie de posibles repercusiones a las que la enfermedad podría dar lugar en nuestro organismo. Entre ellas, además de dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea, se añaden la disminución del sentido del gusto (hipogeusia) y del olfato (hiposmia) según recoge este informe del Ministerio de Sanidad. Ya hablamos sobre el tema aquí.
"Estos trastornos del gusto y el olfato son muy diversos y van desde la pérdida del olfato completa a que los alimentos saben raros o que la boca sabe a metal", señala a Maldita Ciencia Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III. "Por tanto son trastornos generales que no tienen que ver específicamente con no oler el vinagre", añade.
"Sólo un porcentaje de pacientes sintomáticos parece que han desarrollado pérdida de olfato, que se puede probar así o con otros muchos compuestos", señala a Maldita Ciencia Sonia Zuñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC). "Claro que no es una prueba diagnóstica de coronavirus, ni mucho menos, es una prueba de que se ha perdido olfato por eso o por un catarro, o por alergia... Y por supuesto sólo vale si antes eras capaz de distinguir sustancias por el olfato, que ya sabemos que no todo el mundo tiene la misma capacidad", añade la experta.
Alcamí explica además que, aunque con menos frecuencia que en la COVID-19, estas alteraciones también se dan en otras infecciones virales respiratorias, como o en la infección por el virus de la gripe. "Por ejemplo en este estudio, se analizaron los casos de 1.480 pacientes con síntomas gripales o respiratorios, 102 de los cuales fueron COVID positivos. De ellos, tenían alteraciones del gusto y el olfato el 50-60%, frente al 16% de los que habían dado negativo en infección por COVID-19.
El virólogo añade que esta alteración también pueden ser debida a la toma de medicamentos y que es típica de pacientes en tratamientos quimioterápicos. "Si una persona tiene estos síntomas tiene que consultarlo con su médico para que este valore si requiere una prueba diagnóstica de COVID-19".