Durante los últimos días, los bulos sobre el uso de mascarillas (te recordamos que no causan hipoxia ni hipercapnia, que no hacen de tu cuerpo el entorno ideal para el desarrollo de un cáncer y que sí son útiles y necesarias para minimizar el riesgo de contagio) han cedido el paso a nuevos protagonistas de la desinformación: una de ellas es la falsa teoría que apunta a la vacuna de la gripe como posible causa de la gravedad y virulencia de la pandemia. En la versión más extrema de esta falsa teoría se encuentra la idea conspiranoica de que el coronavirus se ha inyectado junto a dicha vacuna.
Esto es falso: no hay evidencia de una relación entre ambos factores. Os contamos lo que sabemos.
No hay evidencias de que la vacuna contra la gripe esté relacionada con un mayor riesgo de COVID-19
A pesar de las numerosas cadenas, audios y vídeos que circulan por redes sociales afirmando lo contrario, no existe ninguna evidencia de que el SARS-CoV-2 tenga algún tipo de relación con la gripe y mucho menos que se haya inyectado a quienes se vacunan contra ella.
De hecho, el único estudio que establece un vínculo entre ambas no solo es de muy baja calidad, como argumentaba en Maldita Ciencia Jaime Martín-Benito, virólogo del Centro Nacional de Biotecnología; sino que su propio autor concluye que “los resultados generales mostraron poca o ninguna evidencia que apoyara la asociación de la interferencia del virus y la vacunación contra la gripe”. La investigación admite, incluso, que no se puede establecer una relación causa-efecto entre la vacunación contra la gripe y el mayor riesgo de dar positivo en otros virus respiratorios.
Otros estudios sobre la vacuna de la gripe y virus diferentes del SARS-CoV-2 dan distintas conclusiones
El propio artículo científico del que hablamos cita un estudio de 2013 que no encontró relación entre recibir la vacuna contra la gripe y la detección de otros virus respiratorios, ni en adultos ni en niños. Este otro, de 2017, tampoco.
En cambio, otro estudio de 2012 sí vio correlación entre estar vacunado contra la gripe y un mayor riesgo de tener infecciones respiratorias causadas por otros virus (distintos a los coronavirus), aunque los propios autores reconocen que "podría ser un hallazgo artificial" y que "no hubo una diferencia real en las infecciones por rinovirus u otros virus respiratorios no relacionados con la gripe después de la temporada invernal de gripe".
Por su parte, los resultados de este análisis de 2018 sugieren un incremento del riesgo de tener enfermedades respiratorias causadas por virus respiratorias distintos de la gripe en niños vacunados por esa enfermedad. Participaron 697 niños y 302 adultos, entre los cuales no se encontró diferencias entre vacunados y no vacunados.
La vacuna contra la gripe es segura
“Las vacunas antigripales son vacunas muy seguras que siguen controles muy estrictos por parte de las agencias responsables", explicaba aquí Ángela Domínguez, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Barcelona y miembro del grupo de trabajo sobre vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología.
Domínguez señala que "en los resultados proporcionados por un estudio riguroso publicado recientemente sí que existe evidencia científica de que la vacunación antigripal no aumenta el riesgo de infección por coronavirus”.
Además, otras investigaciones epidemiológicas actuales también apuntan a que la vacunación antigripal podría asociarse a una menor gravedad y mortalidad en las personas afectadas de COVID-19. Si bien, como señalan los propios autores, se requieren más estudios para establecer si la relación observada es una relación causal o no.
Primera fecha de publicación de este artículo: 29/07/2020