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EDICIÓN ESPECIAL CORONAVIRUS VII: alergia, mascarillas en el microondas y por qué no utilizar MMS para desinfectar alimentos, en el 89º consultorio de Maldita Ciencia

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¡Muy buenos días y feliz puente malditas y malditos! Una semana más, el equipo al completo de Maldita.es seguimos desmintiendo los bulos y contestando a las preguntas que nos seguís enviando sobre este coronavirus, la enfermedad COVID-19, el estado de alarma y las recomendaciones de organismos oficiales, así como las novedades científicas al respecto. Por eso, por séptima semana consecutiva, llega a Maldita Ciencia el Consultorio Especial Coronavirus, para continuar tratando de resolver esas dudillas que os surgen al respecto de esta situación.

Si tienes más preguntas, enviánoslas a nuestro WhatsApp (655198538), a nuestro e-mail ([email protected]) o a nuestras redes sociales (bien Twitter, o bien Facebook). ¡Vamos a ello! 

¿Por qué no se debe utilizar MMS para desinfectar alimentos?

Algunos de vosotros nos habéis planteado que si algunas sustancias, como el MMS o el CDS, se pueden utilizan para desinfectar hospitales o potabilizar el agua, por ejemplo, por qué no podrían ser útiles también para hacerlo con los alimentos o, directamente, con nuestro cuerpo, bebiendo estas soluciones.

Por si no sabes a qué nos referimos con tanta sigla, MMS son las siglas en inglés de Miracle Mineral Solution o Miracle Mineral Suplement (suplemento o solución mineral milagrosa), una disolución de clorito de sodio en agua. El clorito de sodio es un tipo de blanqueante industrial que se utiliza en la industria papelera y en la textil, como ya explicábamos aquí. Algunos grupos y personas defienden que consumir esta sustancia de forma habitual ayuda a protegerse y a curar todo tipo de enfermedades, desde el ébola hasta la COVID-19. Algo de lo que no hay ninguna evidencia, ya hemos hablado de ello aquí.

Tanto esta sustancia como el dióxido de cloro (CDS) en el que se transforma tienen una fuerte acción oxidante, y consumirlo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y alteraciones sanguíneas.

Es decir, el MMS es un producto tóxico y corrosivo del que hay documentados casos de graves daños renales en caso de sobredosis. Probablemente sea poco dañino en las dosis bajas que mucha gente consume, pero sigue siendo peligroso si se consume de forma habitual y, en cualquier caso, no va a producir ninguna mejora en la salud, por lo que no parece un riesgo que merezca la pena correr.

Además de la alerta sobre la ingesta de MMS emitida en 2010 por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), son numerosas las agencias gubernamentales sobre seguridad de medicamentos que se posicionan en contra del consumo de esta sustancia. Entre ellas, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la canadiense Health Canada y el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos alemán.

"Que un producto sirva para desinfectar superficies o para potabilizar agua, no quiere decir que lo puedas ingerir directamente", aclara a Maldita Ciencia Elena González, bióloga especialista en seguridad alimentaria y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. "Ocurre lo mismo con el detergente de lavavajillas, ¿por qué no se puede utilizar para lavar alimentos si se utiliza para lavar platos y cubiertos? Pues porque no está pensado para ese uso y el efecto de una sustancia química no es la misma sobre un material inerte que sobre células vivas", explica.

Como apunta González, las superficies de suelos, paredes o techos no tienen nada que ver con el organismo humano y, al igual que la lejía industrial no es tóxica para un azulejo, pero sí para nuestras células; el MMS y el CDS son sustancias muy oxidantes que pueden provocar numerosos efectos adversos, e incluso graves, a las personas que los consumen. "Sí es verdad que matan a virus y bacterias, pero también matan a las células sanas. No son medicamentos, en ningún organismo oficial están reconocidos como tales", concluye la bióloga.

Como explicaba a Maldita Ciencia Gemma del Caño, experta en industria alimentaria, en este artículo, para desinfectar correctamente las frutas y verduras tenemos que lavarlas bajo un chorro de agua fría, frotando bien. "Si queremos dejarla en remojo con líquido desinfectante, debemos asegurarnos de que este sea de uso alimentario y de aclararlo bien después, para eliminar los restos que pudieran quedar", incide Del Caño.

Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos, explica paso a paso todo el proceso para evitar el coronavirus en alimentos a través de esta infografía:

¿Podrían las personas alérgicas al polen ser más vulnerables si se infectan por coronavirus?

Con el avance de la primavera y la posibilidad de ir saliendo a la calle poco a poco, tras más de seis semanas de cuarentena, nos habéis preguntado por aquellas personas que tienen alergia al polen: tanto si es más fácil que estas se infecten como si, en caso de contagiarse, la enfermedad tendría un curso más grave al tener este problema respiratorio previo.

Según María Asunción García Sánchez, bióloga, explica a Maldita Ciencia que, en principio la posibilidad de contagio sería la misma entre las personas alérgicas que entre las no alérgicas, puesto que el sistema inmunitario de ambos funciona de la misma forma frente a la infección por microorganismos.

"Los pacientes alérgicos al polen deberán tomar las mismas medidas para evitar el contacto con los pólenes a los que son alérgicos que hayan tomado otros años, incluso llevar mascarillas autofiltrantes tipo FFP2 y FFP3 que protegen tanto de la exposición a pólenes como a virus", recomienda la experta.

Entre otras medidas de precaución para evitar la exposición al polen, es recomendable que la ventilación de sus casas se realice antes de las 12 de la mañana o después de las 17, puesto que en ese periodo se da un aumento de luz y temperatura, que suele estar relacionado con una mayor polinización.

Sin embargo, los pacientes que además sean asmáticos sí deben tener más cuidado, puesto que el padecer asma hace que las vías respiratorias sean más susceptibles a las infecciones respiratorias, especialmente las víricas. "Las infecciones víricas suelen generar mayor inflamación bronquial en las personas asmáticas, induciendo hiperreactividad bronquial y mayor riesgo de crisis de asma", indica García Sánchez y añade que por ello hay que intentar que la enfermedad esté bien controlada, usando los fármacos adecuados, para que no aumente la susceptibilidad a una infección respiratoria vírica, incluyendo el coronavirus, y, en caso de ocurrir, una peor evolución.

"Recomiendo que todos los pacientes alérgicos sigan las recomendaciones de sus médicos especialistas en alergología y pueden consultar la página de la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica) donde se indican diferentes recomendaciones, así como la página www.polenes.org, donde se reportan los niveles de pólenes en las diferentes ciudades".

Como ya te explicamos en este artículo, es fácil confundir algunos síntomas de alergia con los de infecciones respiratorias como la provocada por el SARS-CoV-2. Las claves que la SEAIC proporciona son:

● Los síntomas de la rinitis alérgica son fundamentalmente de picor nasal, muchas veces asociado a picor de ojos, estornudos repetidos, destilación nasal acuosa y, congestión nasal de instrucción más o menos brusca.

● Lo que nos debe hacer sospechar que es alergia, sobre todo si es debida a pólenes, es que los síntomas se recrudecerán cuando el paciente esté al aire libre y mejorarán notablemente cuando permanezca en sitios cerrados.

● Los síntomas de la rinitis alérgica suelen remitir con cierta rapidez tras la toma de antihistamínicos tópicos u orales. La presencia de fiebre es nula, salvo que se complique con sinusitis aguda.

● En el asma, algunos síntomas aislados pueden ser la tos seca y la dificultad para respirar, algo que podría confundirse con los síntomas iniciales de la infección por coronavirus, si bien en el asma tampoco tiene por qué haber fiebre. En esta misma línea, los síntomas del asma suelen revertir fácilmente con el uso del broncodilatador de rescate (salbutamol o terbutalina).

¿Se pueden desinfectar las mascarillas en el microondas?

Seguís teniendo dudas sobre las mascarillas (ya resolvimos unas cuantas aquí). Esta vez nos habéis preguntado una alternativa para desinfectarla y poder darles más de un uso sería meterlas en el microondas, para tratar así de eliminar todo resto de microorganismo infeccioso y, con ello, también del nuevo coronavirus.

Lo primero que hay que tener claro, como ya explicábamos aquí, es que reutilizar una mascarilla pensada para un solo uso no es lo ideal y no hay un método respaldado por instituciones científicas o sanitarias para hacerlo.

Aun así, ante la escasez generalizada de este producto que hemos vivido durante las últimas semanas, científicos de varias universidades y centros de investigación estadounidenses, han reunido el conocimiento disponible sobre la desinfección de mascarillas N95 (similares a las que aquí llamamos FFP2 y FFP3) para elaborar una guía lo más eficaz y segura posible, aunque dejan claro en la presentación de la iniciativa que no respaldan ningún procedimiento en concreto, solo han reunido las evidencias disponibles. Puedes consultar toda la información que han publicado aquí.

Hay que tener en cuenta que los datos a los que se refieren no están especialmente enfocados a este coronavirus sino a otros virus similares, así que hay que aplicar con cautela los resultados. Según estos, hay tres modos especialmente prometedores de desinfectar una mascarilla: utilizando radiación ultravioleta, utilizando vapor de agua oxigenada y, como nos habéis preguntado, utilizando calor.

En este sentido y en relación con los microondas, según este preprint publicado el 25 de abril en Medrxiv (que distribuye manuscritos médicos completos, pero no publicados y que aún deben someterse a una revisión por pares), un grupo de investigadores estadounidense ha conseguido desinfectar mascarillas N95 utilizando este electrodoméstico. "Usando recipientes de vidrio, una bolsa de malla, una banda de goma, y un microondas comercial de 1100 W, construimos un medio eficaz, estandarizado y reproducible para descontaminarlas", indican.

Por otro lado, según este estudio publicado en la revista Annals of Occupational Hygiene, los métodos de descontaminación deben eliminar la amenaza viral, ser inofensivos para el usuario y no comprometer la integridad de los diversos elementos del respirador. Sin embargo, estas premisas no podrían garantizarse en el caso de decantarnos por el microondas como opción de desinfección.

En primer lugar, como ya te contamos aquí, y en caso de tratarse de mascarillas de protección personal (FFP1 o FFP2), aunque el calor inactive el virus sin alterar la capacidad de filtrado, el proceso puede deformar las mascarillas, haciendo que estas no se ajuste bien a nuestro rostro durante el próximo uso y no cumplan correctamente su función.

Además y como apunta a Maldita Ciencia Mónica Berjón Otero, investigadora especializada en Virología y Biología Molecular en el Max Planck Institute for Medical Research (Heidelberg, Alemania), hay que tener cuidado porque algunas mascarillas llevan un pequeño alambre en el interior por lo que se puede causar un accidente. "Por lo tanto, no recomiendo esa manera de esterilizar".

Tampoco deberían meterse las mascarillas al horno. En este documento de la Universidad de Standford, los autores inciden en que "no se debe usar nada en casa para desinfectar el equipamiento contaminado" y que "por favor, no se calienten las mascarillas en el horno".

¿Se pueden reutilizar las mascarillas si han transcurrido días suficientes desde su último uso?

En la misma línea de la pregunta anterior, también nos habéis preguntado si podemos reutilizar una mascarilla si la aislamos durante algunos días tras su uso. Repetimos que lo ideal, si esta es de un solo uso, sería no reutilizarla. Aún así, por si necesitaseis hacerlo, os contamos lo que sabemos sobre esta opción.

Berjón recuerda que "las mascarillas de un solo uso se pueden reutilizar siempre y cuando se utilicen sólo durante unas horas (este es el caso de la mayor parte de la población)".

Lo que es cierto es que el virus no sobrevive eternamente sobre superficies y materiales, sino que la carga viral va disminuyendo hasta desaparecer. Por eso, aislar la mascarilla y esperar unos días hasta su nuevo uso podría ser una alternativa más asequible y fácil de desinfección de esta barrera de protección de nuestras vías respiratorias al coronavirus.

Además, como explica aquí Marián García, farmacéutica, en este artículo: "Si solo usamos la mascarilla una vez a la semana para ir a la compra, quizá, en vez de estar enredando y haciendo mascarillas al vapor sería más conveniente guardarla en una bolsa cerrada hasta su próximo uso. La posible carga viral en las superficies disminuye con el tiempo".

Sin embargo, los científicos americanos que mencionábamos en la pregunta anterior han recopilado también algunos métodos de desinfección que no conviene aplicar a estas mascarillas ya que pueden estropearlas hasta el punto de dejarlas inservibles. En la infografía que recogemos abajo se pueden leer, en inglés, tanto los métodos con mejor resultados (que mencionamos en la pregunta anterior) como los que no conviene utilizar.

Los métodos que descartan son empapar las mascarillas en agua y jabón, utilizar líquidos con alcohol, las inmersiones en lejía y dejar airear la mascarilla durante la noche. El motivo para descartar este último punto es que el virus ha demostrado ser capaz de sobrevivir varios días en algunas superficies, de forma que dejarla airear una noche no garantiza la desinfección.

Y por último...

Os recordamos que para diagnósticos concretos y dudas médicas, la mejor opción sera recurrir a un profesional sanitario que estudie el caso y os recomiende la solución o tratamiento más adecuado. En esta época de confinamiento, muchos sanitarios están atendiendo a pacientes por vía telefónica, email o vídeollamadas. Para todo lo demás, ¡podéis contar con Maldita Ciencia! Estaremos encantados de dar respuestas a vuestra preguntas.

En este artículo han colaborado con sus superpoderes l@s maldit@s Elena González

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