El estado de alarma decretado por el COVID-19 ha afectado a todos y tenemos que evitar en lo posible que afecte demasiado a nuestra salud mental. En Maldita.es ya hemos publicado una serie de indicaciones para la población general, pero hay que tener en cuenta que las personas que viven con niños y niñas tienen que tener otras indicaciones para cuidar su salud y la de los más pequeños. ¿Qué puede venir bien? Explicarles la situación de manera sencilla, fijar rutinas y controlar el tiempo que pasan delante de una pantalla. Os lo explicamos.
Mercedes Bermejo, coordinadora de la Sección de Clínica del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ha explicado a Maldita.es que “para gestionar una situación de crisis como la actual con los niños hay que entender que no son adultos en miniatura, sino que tienen diferencias cognitivas respecto a nosotros. Para explicarles la situación debemos usar un lenguaje sencillo y breve y decirles siempre la verdad, aunque no hace falta darles detalles”.
Además, con respecto a la información, Bermejo aclara que “es mejor que un adulto se lo explique directamente a que vean las noticias, ya que los informativos están hechos por adultos y para adultos, nosotros tenemos que filtrarlas especialmente para los niños que tienen entre 4 y 8 años, que muchas de las cosas que no entienden las relacionan con la magia y pueden crearles miedos que muchas veces no exteriorizan”.
Para ayudar a padres y tutores, además, el Colegio Oficial de la Psicología ha creado el cuento Rosa contra el virus, en el que el niño acompaña a Rosa y página a página aprende a luchar contra el virus. “Hay que incorporar el juego en la crisis: se pueden dibujar virus, poner líneas por donde no se puede pasar… y crear normas consensuadas. Además, es un buen momento para que los padres aprovechen y hagan cosas con los niños que normalmente no pueden hacer, e intentar darle un giro positivo a la crisis”.
Recomendaciones de la OMS: pasar tiempo con los niños, darles cariño (siempre que ni tú ni ellos tengan síntomas) y explicarles la situación de manera que lo entiendan
La Organización Mundial de la Salud ha redactado una serie de consejos para quienes convivan con niños:
- Los niños pueden responder al estrés de diferentes maneras, como ser más cariñosos, ansiosos, retraídos, enfadados, revoltosos, mojar la cama, etc. Responde a las reacciones de su hijo de una manera que lo apoye, escucha lo que le preocupa y dale cariño (siempre que no existan síntomas) y atención extra.
- Los niños necesitan más cariño y atención de los adultos en los momentos difíciles. Ofréceselo. Recuerda escucharles, hablarles amablemente y tranquilizarlos. Si es posible, busca momentos para que el niño juegue y se relaje.
- Intenta mantener a los niños cerca de sus padres y familia y evita separar a los niños de sus cuidadores en la medida de lo posible. Si se produce una separación (por ejemplo, una hospitalización), asegúrate de que el niño tenga un contacto regular (por ejemplo, por teléfono) y de transmitirle seguridad.
- Mantén las rutinas y los horarios regulares tanto como sea posible, o ayuda a crear otros nuevos en un nuevo entorno, incluyendo las horas de escuela y aprendizaje, así como sacar tiempo para jugar y relajarse de forma segura.
- Dales datos sobre lo que ha sucedido, explícales lo que está sucediendo ahora y proporciónales información clara sobre cómo reducir el riesgo de ser infectado por la enfermedad en palabras que puedan entender según su edad. Esto también incluye dar información sobre lo que podría suceder de forma tranquilizadora (por ejemplo, un miembro de la familia y/o el niño puede empezar a no sentirse bien y puede tener que ir al hospital durante algún tiempo para que los médicos le ayuden a sentirse mejor).
Es importante controlar el tiempo que pasan delante de la pantalla
Ante la situación de confinamiento, aumenta el riesgo de que los niños pasen más tiempo delante de una pantalla (de un ordenador, un smartphone, una tablet, etc.). Jorge Flores, Director y Fundador de PantallasAmigas, ha explicado a Maldita.es que “es importante tratar que nuestros hijos e hijas comprendan que el exceso de tiempo de pantalla tiene efectos negativos. Si bien puede que no logremos la autorregulación, al menos comprenderán nuestra postura”.
Flores añade que podemos apoyarnos en tácticas personales o herramientas de control parental que pueden ayudar a supervisar, gestionar y limitar el acceso a los dispositivos, a Internet o a determinadas plataformas o apps. “Por último está nuestra capacidad para estimular el disfrute de formas de ocio y diversión alejadas de la pantalla”, señala.
El director de PantallasAmigas insiste en que “todo uso razonable de las pantallas debe ser limitado y, por lo tanto, medido. Además, no se trata solamente de cantidad de tiempo de uso sino también de calidad y de variedad. Así como se debe incentivar el ocio no digital, es importante estimular un ocio digital diverso y equilibrado. Por último, hay que tener en cuenta los momentos de uso y cómo afecta a las relaciones con las demás personas”.