No es la primera vez que nos preguntáis por los supuestos beneficios del limón y, de hecho, ya hablamos sobre él aquí para explicar por qué no es un tratamiento alternativo eficaz contra el cáncer. Esta vez nos habéis preguntado por las consecuencias positivas o negativas que podría tener este cítrico al exprimirlo en un vaso de agua tibia y beberlo en ayunas. A pesar de que esta fruta tiene propiedades beneficiosas para el organismo, no hay evidencia científica de que este chupitazo mañanero pueda prevenir ninguna enfermedad, pero sí puede ser beneficioso para nuestra salud, al igual que el resto de frutas y verduras.
Según Marián García, farmacéutica y nutricionista, a pesar de que lo primero que hagan cientos de miles de personas en este país sea echarse un trago de agua tibia con limón, esto no cura nada. "No aumenta las defensas, ni mucho menos depura o detoxifica", explica en este artículo García. "Podemos conseguir los mismos beneficios tomando otros alimentos vegetales surtiditos en cualquier momento del día", continúa.
Además, tampoco hay evidencias de que ayude a adelgazar. Existen estudios científicos que podrían sugerir lo contrario, por ejemplo este, que concluye que los polifenoles aportados por el cítrico "dificultan la ganancia de peso y la acumulación de grasa corporal". Sin embargo, sus condiciones y metodología no son las apropiadas para extraer una conclusión tan general y contundente relacionada con la pérdida de peso: los experimentos se realizaron en ratones y utilizando cantidades del cítrico muy superiores a las que aportaría el jugo de un solo limón.
También existen consecuencias negativas a raíz del consumo excesivo de esta fruta, especialmente en la salud bucodental. Esta investigación concluye que su jugo podría repercutir negativamente en el esmalte dental y la dentina de forma más agresiva incluso que muchos refrescos azucarados.
Por lo tanto: es cierto que el limón, entre otras frutas y verduras, nos aporta vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que repercutirá de un modo u otro en nuestra salud, pero no importa las condiciones en las que lo hagamos: mantendrá sus beneficios (o perjuicios) lo consumamos en ayunas o a media tarde, diluido en agua tibia o fría. Sin embargo, ni se trata de un alimento "todopoderoso", ni previene enfermedades específicas.