¡Ya es viernes, malditas y malditos! Una semana más, en nuestro consultorio respondemos algunas de las preguntas que nos habéis hecho llegar. Esperamos aclarar vuestras dudas y que, si tenéis alguna más, nos las enviéis a través de nuestro Twitter, Facebook, correo electrónico ([email protected]) o WhatsApp (655 195 538).
¿Es beneficioso tomar zumo de limón con agua tibia en ayunas?
No es la primera vez que nos preguntáis por los supuestos beneficios del limón y, de hecho, ya hablamos sobre él aquí para explicar por qué no es un tratamiento alternativo eficaz contra el cáncer. Esta vez nos habéis preguntado por las consecuencias positivas o negativas que podría tener este cítrico al exprimirlo en un vaso de agua tibia y beberlo en ayunas. A pesar de que esta fruta tiene propiedades beneficiosas para el organismo, no hay evidencia científica de que este chupitazo mañanero pueda prevenir ninguna enfermedad, pero sí puede ser beneficioso para nuestra salud, al igual que el resto de frutas y verduras.
Según Marián García, farmacéutica y nutricionista, a pesar de que lo primero que hagan cientos de miles de personas en este país sea echarse un trago de agua tibia con limón, esto no cura nada. "No aumenta las defensas, ni mucho menos depura o detoxifica", explica en este artículo García. "Podemos conseguir los mismos beneficios tomando otros alimentos vegetales surtiditos en cualquier momento del día", continúa.
Además, tampoco hay evidencias de que ayude a adelgazar. Existen estudios científicos que podrían sugerir lo contrario, por ejemplo este, que concluye que los polifenoles aportados por el cítrico "dificultan la ganancia de peso y la acumulación de grasa corporal". Sin embargo, sus condiciones y metodología no son las apropiadas para extraer una conclusión tan general y contundente relacionada con la pérdida de peso: los experimentos se realizaron en ratones y utilizando cantidades del cítrico muy superiores a las que aportaría el jugo de un solo limón.
También existen consecuencias negativas a raíz del consumo excesivo de esta fruta, especialmente en la salud bucodental. Esta investigación concluye que su jugo podría repercutir negativamente en el esmalte dental y la dentina de forma más agresiva incluso que muchos refrescos azucarados.
Por lo tanto: es cierto que el limón, entre otras frutas y verduras, nos aporta vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que repercutirá de un modo u otro en nuestra salud, pero no importa las condiciones en las que lo hagamos: mantendrá sus beneficios (o perjuicios) lo consumamos en ayunas o a media tarde, diluido en agua tibia o fría. Sin embargo, ni se trata de un alimento "todopoderoso", ni previene enfermedades específicas.
¿Existe algún remedio para quitar el hipo?
Parece que os habéis cansado de aguantar incómodos ataques de hipo y queréis saber si realmente existe algún remedio efectivo (lejos de mendigar sustos fortuitos a familiares, amigos y vecinos) para acabar con el característico "¡hip!". A pesar de que todos hemos oído que existen técnicas supuestamente efectivas para acortar el síntoma, estas no son infalibles: la aleatoriedad con la que ocurren los ataques hace que sea difícil realizar ensayos clínicos grandes y bien controlados sobre posibles tratamientos a corto plazo.
Según este estudio, publicado en 2016 en el British Journal of General Practice, estimular la nasofaringe (parte del cuerpo que comprende la nariz y garganta), por ejemplo, bebiendo un vaso de agua; la zona vagal (nervios craneales), aplicando una compresa fría en la cara, o hacer determinadas maniobras respiratorias podrían sernos de ayuda para quitar el hipo, siempre y cuando se trate de un ataque transitorio. ¿Por qué?
El hipo es la consecuencia de un movimiento brusco e involuntario del diafragma. Al inspirar, este se contrae para dejar espacio a los pulmones pero, cuando su movimiento se altera (por ejemplo, por comer demasiado deprisa o en situaciones de estrés), desciende de forma violenta. Es entonces cuando el aire entra repentinamente en la garganta y choca contra la laringe y las cuerdas vocales dando como resultado ese (en un primer momento divertido y, a la larga, a veces fastidioso) "hip".
Por eso, estimular la laringe, la nariz o el nervio vago (uno de los doce pares de nervios craneales, desde el bulbo raquídeo hasta las vísceras) todos ellos involucrados en el proceso, podría ayudar a mitigar esta pequeña anomalía: el propósito de estas maniobras es el intento de interrumpir las contracciones diafragmáticas repetitivas. Para ello, el estudio recomienda, entre otras prácticas, beber agua, masajear el seno carotídeo (una pequeña dilatación del tracto de salida de la arteria carótida interna) o realizar maniobras respiratorias como toser, utilizar una bolsa de papel o contener la respiración.
"Aunque hay descritas cerca de un centenar de maniobras físicas, y varios tratamientos farmacológicos, en la actualidad no se dispone de ensayos randomizados y controlados acerca del tratamiento del hipo", expone este otro estudio. Y añade que cualquier maniobra que produzca una estimulación vagal es susceptible de acabar o acortar uno de estos episodios.
¿Son malas las bebidas frías para la digestión?
¿Has oído que beber bebidas frías puede cortar la digestión? Si te gusta tomarte tu café con hielo, estás a salvo. No hay evidencias científicas de que tomar bebidas heladas dificulte la digestión. El origen de esta creencia podría ser las dietas ayurvédicas, que desaconsejan las bebidas frías puesto que “apagan el fuego digestivo”. Sin embargo, aunque tomemos algo muy frío, en apenas unos minutos (entre 5 y 30), ya está a temperatura corporal. En comparación, el proceso de digestión suele llevar como mínimo un día. La fase que ocurre en el estómago dura unas horas: en cuatro horas el estómago suele haber digerido el 90% de la comida.
Hay algunos estudios que han analizado el efecto de la temperatura de los líquidos sobre la digestión. Uno de ellos midió los efectos de tomar café caliente y frío y no encontró diferencias. En el caso de que afecten a la digestión, lo hace igual un café a 4 grados que a 60. Otra investigación apunta a que, en cualquier caso, el efecto de la temperatura de los líquidos afecta muy poco. Se podría enlentecer la digestión un poco en el caso de tomar líquidos o muy fríos o muy calientes, pero poco.
Para los alimentos sólidos podría ser diferente. Un estudio de 2009 parece indicar que la comida sólida caliente podría digerirse más rápidamente. Otras investigaciones han visto que había demasiada diferencia entre las distintas personas estudiadas como para concluir nada.
De los distintos factores que afectan a la digestión de líquidos, la temperatura parece el menos importante. Esta es la conclusión de una revisión de estudios en 2015. Otros factores que tendrían más efecto sería cómo de calóricas sean, cuánta cantidad bebamos o si hacemos ejercicio después de beberlas. Si te gusta tomarte el café con hielo, parece que tu digestión no va a sufrir por ello.
¿El pelo se cae más en otoño?
Con el otoño a la vuelta de la esquina, a lo mejor has notado que el cabello se te cae más de lo normal. Pues es cierto, aunque desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recalcan que no se cae: se renueva.
Que esta pérdida sea más evidente en otoño tiene que ver con el ciclo de nacimiento y crecimiento del pelo. “En general, el pelo muere en primavera, aunque suele tardar tres meses en caerse. No hay que olvidar que si un pelo muere es porque hay otro detrás empujando para nacer”, destaca Ramón Grimalt, profesor de Dermatología en la Universidad de Barcelona y miembro de la AEDV.
El dermatólogo afirma que, en los últimos años, han visto cómo la muda capilar se adelanta un poco, a los meses de agosto y septiembre lo que, a su juicio, podría estar influido por el cambio climático.
Un estudio publicado en la revista British Journal of Dermatology también concluyó que el cabello se cae (o se renueva) más en verano y en otoño, a tenor de las búsquedas realizadas en Google sobre “pérdida de cabello” en ocho países durante 12 años (desde enero de 2004 a octubre de 2016).
En todos los países analizados, las estaciones de verano y otoño se asociaron con mayores búsquedas sobre este fenómeno respecto a primavera, según refleja Google Trends. “Los resultados de este estudio de tendencia secular [persistentes en el tiempo] sugieren que la pérdida de cabello en la población se correlaciona significativamente con la estacionalidad, y que la pérdida de cabello ocurre con mayor frecuencia en el verano y el otoño”, señalan los autores, en línea con lo mostrado por estudios previos. La investigación no estudió las causas de esta estacionalidad.
¿Es algo exclusivo de los humanos? El proceso de renovación del cabello es común en muchos animales. Determinadas especies mudan todo su pelaje de golpe en una sola época del año pero en el caso de los humanos esta muda capilar es progresiva. Los expertos calculan que de cada 100 pelos siempre hay entre un 12 y un 15% en fase de recambio, por lo que tardamos cerca de cuatro años en renovar toda la cabellera.
Según Grimalt, las consultas a los dermatólogos en relación con este fenómeno aumentan un 80% en esta época del año respecto al mes de febrero. Esta renovación capilar afecta tanto a hombres como a mujeres y no requiere de ningún tratamiento específico.
“Los especialistas insistimos en que casi todos los cabellos que se caen en otoño se recuperan y reaparecerán al cabo de tres o cuatro meses tanto si tomamos suplementos de vitaminas con como si no”, recalca el dermatólogo. Solo en una minoría de casos (dos de cada diez) podríamos estar ante alguna enfermedad capilar, por lo que expertos recomiendan que, ante la duda, acudir a un dermatólogo, que podrá determinar si la caída es fisiológica (normal) o patológica (enfermedad).
Por último...
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