Es un antiguo mito que circula como si fuese verdad: las noches de luna llena más mujeres se ponen de parto. ¿Es esto cierto?
No, no lo es. Los supuestos efectos de la luna llena sobre distintos factores (la salud mental, el número de nacimientos, los crímenes...) se ha estudiado y hay pocas evidencias de que exista una relación real. En el caso de los partos, se ha estudiado si hay una diferencia estadística significativa entre estas noches y otras noches cualquiera, y no se ha encontrado. Este estudio, este estudio, y este otro llegaron a esa conclusión.
El motivo por el que nació y pervive este mito es que nuestro cerebro se pirra por una buena correlación: cuando dos eventos ocurren juntos (noche de luna llena y noche de muchos partos) tiende a relacionarlos y los recuerda mejor. Esto es un recurso que utiliza el cerebro para ser más eficaz. Pero si otra noche cualquier vuelve a haber muchos partos pero no hay luna llena, probablemente no lo recuerde, destacando un dato y no el otro.