El número de mujeres con contrato laboral se ha triplicado en los últimos 50 años. Y, aunque en 2023 se alcanzaron máximos históricos (casi 10 millones de trabajadoras), el número de hombres y mujeres en el entorno laboral en España todavía no se ha equiparado. Hay menos mujeres que hombres, ellas trabajan menos horas y cobran sueldos más bajos. Esto se debe, principalmente, a la dificultad para conciliar la vida familiar y laboral: el segundo motivo de las mujeres ocupadas para escoger una jornada parcial (la que aducen 2,1 millones de mujeres) es el cuidado de mayores, menores y personas dependientes.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo desde que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo empezara a conmemorar en 1975, recopilamos los datos y estadísticas disponibles sobre el mercado laboral en España para ver cómo ha evolucionado el papel de las mujeres en los últimos años.
Más mujeres ocupadas que nunca, pero todavía por debajo de los hombres
En 1976, había casi tres veces más hombres que mujeres ocupados en España. Esta brecha, especialmente marcada en el siglo pasado, se ha ido reduciendo progresivamente con el paso de los años y el acceso de la mujer al mundo laboral. De hecho, el número de mujeres con empleo se ha triplicado en los últimos 50 años, alcanzando su máximo histórico en el cuarto trimestre de 2023 con casi 10 millones de mujeres ocupadas, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, todavía sigue habiendo más hombres con empleo. La cifra de hombres ocupados en España también ha experimentado un aumento en las últimas décadas: 2023 cerró con un 25% más de ocupados que en 1976, con algo más de 11 millones. Una cifra que queda lejos de su máximo histórico registrado por el INE en el tercer trimestre de 2007 (12,1 millones de hombres con empleo).
Las diferentes EPAs analizadas por Maldita.es reflejan que la situación de empleo ha cambiado con el paso del tiempo, tanto para hombres como para mujeres. En 1994 comenzó a crecer el número de personas ocupadas en España. Este auge se frenó a principios de 2008, con el inicio de la crisis económica, y se comenzó a recuperar en 2014. Desde entonces, el número de españoles con empleo ha crecido paulatinamente, con un único pico de bajada: el confinamiento por la pandemia de la COVID-19.
De la construcción a la sanidad: los sectores más polarizados según el sexo mayoritario de los trabajadores
Aunque el acceso al mundo laboral es más equilibrado que hace unos años, todavía hoy, hay sectores en los que predomina la figura del hombre. Es, por ejemplo, el caso de la construcción. En el último trimestre de 2023, había diez veces más hombres que mujeres ocupados dentro de este sector. Esta desigualdad se plasma también en la industria manufacturera, donde en el mismo periodo había más de 1,8 millones de trabajadores varones frente a poco más de 723.000 mujeres.
Del mismo modo, también hay sectores en los que históricamente siempre se ha empleado a más mujeres que hombres. Destaca la presencia mayoritaria de las mujeres en el desarrollo de las actividades de los hogares, una categoría que comprende tanto la figura del personal doméstico para terceros como la de producción de bienes y servicios para uso propio. La EPA del último trimestre de 2023 reflejó que en este sector hay siete veces más mujeres que hombres: más de medio millón de empleadas frente a menos de 70.000.
La sanidad y la educación son otros dos entornos laborales feminizados, en los que predomina la presencia de las mujeres desde, al menos, 2008, según las encuestas realizadas trimestralmente por el INE. A finales de 2023, en España había tres veces más mujeres desarrollando actividades sanitarias y de servicios sociales y el doble en el sector de la educación.
Esta segregación ocupacional del mercado de trabajo se debe, en parte, a los estereotipos de género establecidos, que se asientan incluso desde que las mujeres están en el sistema educativo. Muchas veces, ese ámbito condiciona la elección de sus carreras en base a esos estándares, según apunta el informe de Comisiones Obreras ‘Por la igualdad real, contra la brecha salarial’.
Existe, sin embargo, un grupo de sectores más igualitarios en los que la presencia de hombres y mujeres está más equiparada. Son, por ejemplo, las actividades de organizaciones y organismos extraterritoriales (con 1.900 mujeres y 2.100 hombres en el cuarto trimestre de 2023); las actividades inmobiliarias (con 82.300 mujeres y 90.300 hombres); y las actividades profesionales, científicas y técnicas (con 621.800 mujeres y 641.500 hombres).
Las mujeres trabajan menos horas por jornada y dedican más tiempo a los cuidados de terceros
La mayoría de personas ocupadas, tanto hombres como mujeres, trabajan a jornada completa (aquella acordada en el convenio colectivo, generalmente 40 horas semanales). Es la opción mayoritaria en España con el 86% de los contratos. No obstante, en las cifras de trabajadores a jornada parcial (media jornada o cualquier otra duración menor de la acordada mediante convenio colectivo) destaca la presencia de mujeres.
Desde 2008, en torno al 23% de las mujeres ocupadas tienen una jornada parcial mientras que menos del 7% de los varones con empleo optan por este tipo de contrato. Según los últimos datos disponibles publicados por el INE, de los 2,8 millones de contratos parciales en el último trimestre de 2023, 2,1 millones corresponden a mujeres, el 75% del total. Casi en la mitad de los casos, el motivo principal para escoger este tipo de contrato es no haber podido encontrar trabajo de jornada completa.
La segunda razón de las mujeres para optar por un trabajo a jornada parcial es el cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores. De esos 2,1 millones de mujeres ocupadas a tiempo parcial, casi el 17% se ven obligadas a elegir este tipo de contrato por este motivo. Para los hombres, sin embargo, el cuidado de terceros ocupa la quinta posición (y antepenúltima) entre las razones para escoger una jornada parcial, por detrás de otras prioridades como seguir cursos de enseñanza o formación o no querer un empleo a jornada completa.
El 12% de las mujeres ocupadas en España durante este periodo confiesan que desean trabajar más horas. Menos del 7% de los hombres mantienen esta misma postura. Aunque la mayoría de los encuestados asegura que no desea variar el horario que mantienen en el momento del sondeo.
Brecha salarial: la base media de cotización de los hombres es 300 euros más elevada
La diferencia salarial entre hombres y mujeres es otro tema recurrente cuando se habla de desigualdad en el entorno laboral. Según los últimos datos disponibles en la página web de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), en septiembre de 2023, las mujeres contaban con una base media de cotización (salario global mensual en bruto de un trabajador dado de alta por nómina) de 1.935,02 euros. En ese mismo periodo, la base media de cotización de los hombres ascendía a los 2.254,18 euros. Esto supone una diferencia media de más de 300 euros entre hombres y mujeres, unos 3.600 euros anuales.
En 93 de los 99 sectores laborales incluídos en las estadísticas de la TGSS, la base de cotización de los hombres es mayor al de las mujeres. Esta brecha se intensifica considerablemente en actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico, actividades auxiliares a los servicios financieros y a los seguros, la extracción de crudo de petróleo y gas natural o el transporte aéreo, donde la diferencia es de 700 euros más para los varones. En cambio, las mujeres tienen una base de cotización más elevada en las actividades de apoyo a las industrias extractivas y en las actividades postales y de correos.
Comisiones Obreras explica en su informe ‘Cómo reducir la brecha salarial en los sectores de CCOO servicios’, que una de las consecuencias de esta desigualdad es que “el salario de las mujeres se configura en ocasiones como ‘accesorio’ en la composición de los ingresos de los hogares y, por tanto, es considerado a veces como prescindible”. Según expone el documento, esto motiva que la carrera profesional de las mujeres obtenga menos reconocimiento “y, por tanto, se proponga para ser pospuesta ante la necesidad de disponer de más tiempo para cubrir las necesidades de cuidados de los núcleos familiares”.
Esta diferencia en la base de cotización deriva en una brecha de las pensiones. En 2024, las mujeres cobran un 32% menos en la jubilación que los hombres. El incremento del importe de las pensiones de las mujeres es menor. La pensión media de los hombres superó los 1.000 euros en 2009, la de las mujeres no superaría esta barrera hasta 2022.
Las mujeres ocupadas tienen un nivel de formación más elevado que los hombres
Casi la mitad de las personas ocupadas en España tienen un nivel de formación equiparable a los estudios superiores. Si hacemos una distinción por sexo en este ámbito, también encontramos difencias entre hombres y mujeres. En el último cuatrimestre de 2023, el 41% de los varones con empleo contaban con estudios superiores mientras que las mujeres en la misma situación escalaban hasta el 52%.
También hay diferencias en los niveles inferiores. Hay casi tres veces más hombres ocupados sin estudios: 27.800 frente a 10.000 mujeres. En torno al 30% de los hombres tienen formación equiparable a la primera etapa de educación secundaria y el 4% a la educación primaria; mientras que las mujeres apenas superan el 20% en el primer caso y se queda por debajo del 3% en el segundo.
Además, el 19% de las personas ocupadas estaban cursando estudios (reglados o no) durante el cuarto trimestre de 2023. Más de la mitad son mujeres, especialmente cursando estudios superiores.