“El 30 de julio de 1876 Sevilla registró 51 grados y Madrid pasó de los 44”. Una captura de un periódico se está usando para desinformar sobre las causas del cambio climático, afirmando que “el planeta está vivo y va cambiando”, “hay ciclos solares cada 50 años” y este aumento de temperaturas “siempre ha ocurrido”.
Aunque haya registros históricos en donde figuran esas temperaturas, esas mediciones no se hacían con la metodología actual, con garitas de madera pintadas de blanco que protejan los termómetros de la radiación solar, por lo que no se consideran registros fiables. Incluso si en 1876 hubiese unas temperaturas muy altas, eso no invalidaría la evidencia del cambio climático actual. Por último, ya hemos desmentido la narrativa que dice que el sol y sus ciclos son los causantes del cambio climático.
Figuran esos registros históricos de temperatura, pero no son fiables ni se medían de manera apropiada
Los contenidos mencionan dos registros de temperatura para una fecha muy concreta, 51 grados en Sevilla y 44 en Madrid el 30 de julio de 1876. En el Archivo Climatológico y Meteorológico (Arcimis) de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) existe un documento publicado en 1877 llamado “resumen de las observaciones meteorológicas efectuadas en la península y algunas de sus islas adyacentes durante los años 1876, 1877, 1878, 1879 y 1880”.
En estos archivos, hay unas tablas en las que se apuntan observaciones meteorológicas, donde se recogen esos registros de temperaturas en ambas ciudades.
Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, explica a Maldita.es que el problema de estos valores es que no se conoce bien en qué condiciones se hicieron, por lo que no se consideran fiables.
“En el siglo XIX no se habían estandarizado las garitas meteorológicas, que se usaron desde principios del siglo XX hasta la actualidad”, detalla. Estas garitas (la imagen debajo de este párrafo) “protegen frente a la radiación solar, y los equipos del siglo XIX no garantizaban la total protección frente a la radiación, por lo que es posible que el termómetro se sobrecalentara”.
Un documento de la Aemet de 2007 sobre extremos climatológicos de España apunta que las medidas de temperatura de Sevilla en el siglo XIX “parece que se hicieron en condiciones deficientes, con un termómetro en una garita tipo facistol, y no fue hasta 1912 cuando se instaló una garita estándar”.
El problema de estas garitas de tipo facistol, antiguas, “se notaba sobre todo en las temperaturas máximas, que sobreestiman”, explica el servicio de la Aemet en la Comunitat Valenciana en su cuenta de Twitter. También aportan una imagen de dos garitas: una actual (tipo Stevenson) y una tipo facistol, que no protege al instrumental de la radiación del sol.
Anteriormente se utilizaban abrigos meteorológicos de tipo "facistol". A la izquierda de la imagen se ve una garita actual de tipo Stevenson, a la derecha un abrigo meteorológico de tipo facistol. pic.twitter.com/XO4RH7tUb6
— AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) August 14, 2022
En cualquier caso, el récord de temperatura máxima en España medido de manera fiable, a 8 de agosto de 2023, es el registrado el 14 de agosto de 2021 en La Rambla (Córdoba): 47,6 ºC.
Aunque en el banco de datos climatológico nacional existen datos antiguos superiores a esa cifra, en ningún caso alcanzan los 50 ºC. Aun así, “están en proceso de verificación con técnicas geoestadísticas pues, en la época en la que se registraron, los datos no se sometían a los rigurosos controles de calidad previos que se realizan actualmente antes de entrar al banco de datos climatológico nacional”, explicó Del Campo.
Unas temperaturas extremas de 1876 no invalidan el cambio climático en 2023
Un episodio de calor sucedido en 1876 no invalida el cambio climático que está sucediendo en la actualidad. Esto se debe a que tiempo y clima son dos cosas distintas: el tiempo es el estado de la atmósfera en un día y lugar concreto; el clima, la media de varios parámetros atmosféricos a largo plazo y en regiones amplias.
El cambio climático actual, causado por el aumento de gases de efecto invernadero fruto de la actividad humana, no niega que en el pasado hubiera episodios de calor extremo. “El cambio climático provoca una mayor frecuencia de episodios de calor a día de hoy, pero eso no quita que en el siglo XIX no pudiera haber olas de calor. Por supuesto que las pudo haber, pero seguramente serían mucho menos frecuentes y con temperaturas no tan altas como las de la actualidad”, incide Del Campo.
Además, en la última década (2012-2021) los récords de días cálidos son diez veces más frecuentes que los récords de días fríos (página 32). “El cambio climático antropogénico no hace que desaparezcan los periodos fríos, lo que hace es que estos periodos fríos sean mucho menos frecuentes”, concluye el portavoz de la Aemet.
La narrativa desinformadora de que el cambio climático está causado por “ciclos solares”
Los contenidos que mencionan estos registros de temperaturas en 1876 dice que “hay ciclos solares cada 50 años”. Esta mención es parte de una narrativa desinformadora, que ya hemos desmentido en Maldita.es, sobre el papel que tiene el Sol en el cambio climático.
Muy resumidamente, la evidencia científica coincide en que el Sol no es la causa del cambio climático actual porque el aumento de temperatura del planeta en las últimas décadas es demasiado rápido y grande para estar causado por la actividad solar; la cantidad de radiación solar que recibe el planeta ha bajado levemente en los últimos 35 años; y porque, si el Sol tuvieran un papel, se esperaría un calentamiento de todas las capas de la atmósfera, pero lo que se observa es un aumento de temperatura en la parte interior (troposfera) y enfriamiento de la exterior (estratosfera).
Primera fecha de publicación de este artículo: 08/08/2023