“La presa de Mirasol Contreras (Minglanilla, Cuenca) de aquí a unos meses va a ser historia si no lo remediamos, la sentencia lo dice claro. Los ecolojetas se están justificando que si hay que destruir barreras fluviales”. Contenidos en redes dicen que un pequeño azud situado en el río Cabriel (entre Cuenca y Valencia) también llamado “presa de Mirasol” (aunque es un azud) va a ser derribado y advierten que esto traerá problemas en la extinción de incendios forestales y en el ecosistema.
Esta infraestructura se tiene que derribar, como explica la sentencia del Tribunal Supremo y exige el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, por haberse extinguido la concesión que tenía Iberdrola Generación S.A., sin que tenga que ver ninguna entidad ecologista en esta decisión. Esta empresa debe eliminar la infraestructura para restaurar el cauce del río y mantener el agua en buen estado, como exige la normativa europea y ahora obliga la sentencia del Supremo.
El derribo del azud: obligatorio para la empresa al extinguir su concesión y necesario para la buena calidad del agua
Los contenidos indican que el azud de Mirasol Contreras “de aquí a unos meses será historia” y alertan de su derribo, tomando vídeos en julio de 2024 desde el lugar donde se encuentra la infraestructura.
Lo cierto es que a nivel administrativo y judicial la decisión ya es firme (a la espera de que se notifique a las partes): la infraestructura se tiene que eliminar y el cauce del río debe restaurarse. Esto se debe a que se otorgó una concesión (un permiso) para aprovechar un salto de agua, ese permiso lo ‘absorbió’ lo que a día de hoy es Iberdrola Generación y esa concesión se ha extinguido.
Sobre cuándo se eliminará este azud, la Confederación Hidrográfica del Júcar indica a Maldita.es que a fecha de publicación de este artículo no han recibido notificación de la sentencia para iniciar este trámite, aunque “no debería tardar”.
Como exige el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, cuando se extingue esa concesión puede devolverse las obras construidas en el terreno o exigir la demolición de lo construido por razones de interés público y viabilidad. Los informes del organismo de cuenca aconsejan la segunda opción, para cumplir con los objetivos ambientales de la Directiva Marco del Agua y mantener la buena calidad del río.
Esta extinción de la concesión y eliminación de la barrera ha sido un trámite en el que las organizaciones ecologistas no han tomado la decisión, a pesar de que se les mencione en los contenidos compartidos en redes. Como hemos explicado, por norma general quien decide el derribo de presas o azudes es el organismo de la cuenca hidrográfica, que en este caso es la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Así, existía una discrepancia entre quién debía pagar esa demolición. La sentencia del Tribunal Supremo ha resuelto esto: es la empresa concesionaria (Iberdrola Generación S.A.) quien debe afrontar el coste, bien con sus propios recursos o haciéndolo la Administración y luego ‘pase la factura’ a la empresa (ejecución subsidiaria).
En los contenidos también se dice que “ahora van a aclarar si la tumba [el azud] el Gobierno con los 2.500 millones de los fondos o quienes lo llevaban antes, los de la eléctrica”. Los 2.500 millones de euros hacen referencia a la inversión de la Administración estatal para la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos 2023-2030. En cualquier caso, el coste de esta actuación concreta no corre a cargo de la Administración ni de fondos públicos, sino de la empresa concesionaria (Iberdrola Generación S.A.), como ha quedado sentenciado por el Supremo.
Incendios forestales: existe un embalse a menos de un kilómetro del azud de Mirasol
Los contenidos en redes se preguntan, ante la posibilidad de que se derribe el azud, “de dónde cogerán el agua cuando se prenda fuego al monte”.
Sobre esto, la Confederación Hidrográfica del Júcar explica a Maldita.es que el azud almacena poca agua y tiene una profundidad escasa. “Esto, unido a que es un tramo bastante encajonado del río Cabriel, hace inviable cualquier maniobra para tomar agua con aviones”.
Además de esto, la Confederación agrega que este azud se encuentra a pocos metros (un kilómetro) del embalse de Contreras, donde es posible tomar agua para incendios forestales.
¿Lodos acumulados? CHJúcar aclara que el azud no debe tener muchos sedimentos acumulados ni sean contaminantes
Por último, los contenidos dicen que cuando se destruye una infraestructura como esta “los lodos que provoca la presa matan peces”.
Es cierto, como hemos explicado en Maldita.es, que el agua que se acumula en un azud o presa puede albergar algas tóxicas y microorganismos patógenos. Esto se debe a la eutrofización, que ocurre cuando se acumula un exceso de nutrientes en un lago, un río u otro ecosistema acuático. El oxígeno, necesario para que respiren las especies acuáticas, se reduce, y la calidad del agua empeora.
Precisamente, la principal medida para evitar esta acumulación de lodos, algas y microorganismos es eliminar azudes en desuso para lograr el buen estado ecológico de los cursos de agua.
En este caso concreto de Mirasol Contreras, la CHJúcar indica a Maldita.es que las medidas de demolición “se realizan con técnicas adecuadas” para evitar empeorar el problema “y de acuerdo con los informes de la autoridad ambiental”. No obstante, la Confederación comenta que este azud “no puede tener muchos sedimentos acumulados y estos no hay razón para que puedan resultar contaminantes, dado que no han existido aguas arriba actividades potencialmente contaminantes”.