“44 grados en julio de 1989 en la Glorieta de Atocha. Veranos calurosos hemos tenido siempre”. Con mensajes como este se difunde la imagen de un termómetro de marquesina en la rotonda de Atocha, en Madrid. Aunque la foto es real (es un archivo de la Agencia EFE), la temperatura que marca es errónea porque al estar ubicado al sol refleja la temperatura de los materiales de los que está construido y no del aire. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), no se registraron 44 ºC en ninguna estación meteorológica madrileña en las fechas anteriores o posteriores a la foto y la temperatura máxima de ese mes para la estación de Madrid Retiro, la más próxima a la glorieta de Atocha, se registró el 19 de julio de 1989 y fue de 37,2 ºC.
La estación meteorológica más próxima a Atocha no registró 44 ºC en todo julio
La foto de los supuestos 44 ºC en Madrid pertenece al archivo de la Agencia EFE y está fechada el 18 de julio de 1989. Pero, según los datos históricos de la AEMET, que recogen la temperatura media y máxima registradas diariamente en cada estación desde 1950, la temperatura más alta registrada por la estación Madrid Retiro (la más próxima a la glorieta de Atocha) fue de 37,2 ºC el día 19 de ese mes.
Además, entre el 15 y el 18 de julio de ese año, las temperaturas máximas registradas tampoco llegaron a los 40 ºC en ninguna de las otras estaciones de Madrid, según datos proporcionados a Maldita.es por la AEMET.
Por otro lado, aunque también se registrasen temperaturas altas en 1989, el calor actual no es el de todos los veranos. En Maldita.es ya contábamos que las temperaturas sí que han aumentado, de hecho 2023 fue el segundo año más cálido en España (después de 2022) y el más cálido a nivel mundial desde que hay registros y la crisis climática está aumentando la frecuencia y gravedad de las olas de calor.
Los termómetros situados al sol no son fiables
Aunque la foto del termómetro que marca 44 ºC es real y se puede encontrar en el archivo de fotos históricas de la Agencia EFE, las medidas de los termómetros al sol no son correctas. “Todos los días en nuestros paseos por la calle podemos ver temperaturas bien distintas en termómetros callejeros cercanos y, si luego acudimos a los datos oficiales, vemos que el registro oficial difiere notablemente de los que hemos visto por la calle. Normalmente los datos de temperaturas máximas de las estaciones oficiales son significativamente más bajas que la de los termómetros callejeros”, explica el portavoz de la AEMET José Ángel Núñez.
Esta diferencia se debe a que están mal ubicados. En Maldita.es ya contábamos que la temperatura que muestran no es la del aire sino la del material con el que están construidos y la de otras superficies próximas que acumulan calor, como el asfalto. ¿Dónde deben situarse entonces? Nuñez explica que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) estableció unas normas según las cuales los termómetros deben estar “protegidos en una garita, de color blanco, sobre terreno natural, alejada de focos de calor, que permita la ventilación”.
En resumen, aunque la imagen que muestra 44 ºC en la Glorieta de Atocha en julio de 1989 es real, se trata de una medida errónea. Ninguna estación madrileña registró esa temperatura en Madrid durante julio de 1989. En todo el mes de julio de ese año, la estación meteorológica más cercana al lugar donde fue tomada la foto marcó, como máximo, 37,2 ºC.