El cambio climático está provocando cambios significativos en los océanos de todo el mundo. Además de aumentar la temperatura de las aguas y del nivel del mar, podría incluso afectar al color del océano. Con el calentamiento global, los mares seguirán siendo azulados y verdosos, pero algunos estudios apuntan a que tendrán tonalidades más intensas. Si bien estos cambios podrían no ser demasiado espectaculares o evidentes a simple vista, pueden ser un indicativo de otras transformaciones quizá más invisibles pero de gran impacto ambiental en los ecosistemas como la disminución de los nutrientes marinos.
¿De qué depende el color de nuestros océanos?
El color del océano depende de cómo interactúa la luz del sol con lo que hay en el agua, tal y como explican desde el portal de noticias del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Las moléculas de agua absorben casi toda la luz solar excepto la parte azul del espectro, que se refleja hacia afuera y es captada por nuestros ojos.
Alma María Hernández, científica experta en microorganismos del medio marino y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, afirma que el color azul de los océanos se debe a procesos físicos que sufren las diferentes longitudes de onda de las que se compone la radiación solar que atraviesa la superficie del mar: “En concreto, las longitudes de onda que se ven afectadas son aquellas que forman parte del espectro visible, las que nuestro ojo es capaz de ver”.
Cuando la luz solar atraviesa el agua del mar, “las longitudes de onda de entre 580 y 780 nanómetros (colores naranjas y rojos) son absorbidas mientras que las longitudes de entre 420 y 570 nanómetros (colores azules y verdes) son reflejadas, por lo que vemos el agua del mar con una coloración que varía desde un color azul intenso a unos verdes oscuros”.
Pero existen otros factores que influyen en la coloración de los océanos. Los organismos presentes en ellos pueden absorber y reflejar diferentes longitudes de onda de luz, según subrayan desde el MIT. El fitoplancton, por ejemplo, contiene clorofila, un pigmento que absorbe principalmente las porciones azules de la luz solar para producir carbono para la fotosíntesis y en menor medida las porciones verdes. Como resultado, “se refleja más luz verde en el océano, lo que da a las regiones ricas en algas un tono verdoso”.
Cómo afecta el calentamiento global al fitoplancton y al color del mar
Màrius Tomé i Covelo, experto en clima marítimo y calentamiento global y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica a Maldita.es que el calentamiento global tiene una consecuencia directa sobre la temperatura del agua del mar, que aumenta especialmente en zonas o mares cerrados y, sobre todo, en zonas poco profundas. Según el experto, dicho aumento de temperatura puede afectar al crecimiento de fitoplancton y, por lo tanto, al color de los océanos.
En el año 2100, más del 50% de los océanos del mundo podrían haber cambiado de color debido al cambio climático, según un estudio publicado en la revista científica Nature. Sus autores han elaborado un modelo para estudiar cómo el calentamiento global está afectando al fitoplancton y a la forma en que este absorbe y refleja la luz.
La investigación indica que las regiones azules, como los subtrópicos, se volverán aún más azules, ya que tendrán menos fitoplancton y vida en general en comparación con la actualidad. Algunas regiones que hoy en día son más verdes (por ejemplo, cerca de los polos) pueden volverse aún más verdes a medida que las temperaturas más cálidas produzcan florecimientos más grandes de fitoplancton más diverso.
"El modelo sugiere que los cambios no parecerán enormes a simple vista, y el océano seguirá teniendo regiones azules en los subtrópicos y regiones más verdes cerca del ecuador y los polos", afirma la autora principal, Stephanie Dutkiewicz, en el portal de noticias del MIT.
Todos estos cambios en las comunidades de este organismo podrían ser “bastante graves”, según Dutkiewicz. “Los diferentes tipos de fitoplancton absorben la luz de manera diferente, y si el cambio climático cambia una comunidad de fitoplancton a otra, eso también cambiará los tipos de redes alimentarias que pueden sustentar”, concluye.
El fitoplancton necesita además múltiples nutrientes como nitrógeno o fósforo. Algunos estudios indican que el calentamiento global puede afectar a la redistribución de nutrientes en los océanos a escala mundial. Hernández asegura que “el aumento de la temperatura, junto con otros factores atmosféricos, afecta negativamente al flujo de nutrientes que tiene lugar desde el fondo oceánico hacia la superficie, con la consecuente disminución del crecimiento del fitoplancton”.
El cambio climático también provoca una acidificación de los océanos
El cambio climático y la subida de las temperaturas también pueden afectar a la acidificación del agua de los océanos, tal y como subraya a Maldita.es Luis Enrique Alcaraz, científico marino y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.
Varias investigaciones señalan que esta acidificación está afectando negativamente a muchos organismos marinos como los corales. Hernández explica que, entre los microorganismos que componen el fitoplancton, están los denominados calcificantes (por ejemplo las diatomeas y los cocolitóforos). La acidificación de las aguas, según explica, puede provocar su muerte.
“Además de afectar a la coloración de los océanos, esta disminución del pH también afecta negativamente a todo el ecosistema marino, no solo por la pérdida de parte del fitoplancton, sino porque también se destruye el equilibrio entre las especies que lo componen, lo que da lugar a una modificación en la cadena alimentaria de los océanos con las implicaciones que ello conlleva”, afirma.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Màrius Tomé i Covelo, Alma María Hernández y Luis Enrique Alcaraz.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 08/11/2021