Actualmente se está analizando la composición química de los pellets que han llegado a las playas de Galicia para saber si tienen componentes tóxicos que puedan agravar su impacto en el medioambiente. De momento sólo se conocen las fichas técnicas del producto, pero ya se están analizando muestras en diferentes laboratorios.
Pero independientemente de que la composición química de estos pellets sea o no tóxica, hay tres efectos generales en este tipo de vertidos. Ya se sabe que la fauna puede confundir los gránulos plásticos con comida, provocando diferentes problemas según el tipo de pellet y la especie afectada; se sabe que las corrientes marinas son capaces de distribuirlos a grandes distancias, algo que ya está ocurriendo; y se sabe que, una vez ingeridos por los animales o dispersados, los pellets plásticos no se degradan, sino que se dividen en fragmentos más pequeños y más dañinos.
Algunos animales pueden confundirlos con comida
Igual que otros fragmentos de plástico abandonados en el mar y las playas, los animales pueden ingerir los pellets al confundirlos con alimento. “Pueden provocar dos tipos de problemas. Por una parte un impacto físico, porque puede obstruir su tubo digestivo y morir por inanición. Por otra parte, un daño químico, provocado por los aditivos que pueden ir asociados a estos pellets”, explica Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, al Science Media Center España.
“Las partículas más grandes, como la basura (...) a los animales les causan sobre todo atragantamientos o bloqueos en los sistemas digestivos. También hace que coman menos al tener la tripa llena de plástico. Esto le suele suceder a aves, peces, mamíferos, tortugas…”, explica Belén González-Gaya, investigadora sobre contaminación marina en la Universidad del País Vasco y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. Pero las partículas más pequeñas, como los pellets, afectan “tanto a animales grandes como a organismos más pequeños, como microplancton o incluso algas” provocando diferentes problemas en los ecosistemas según su composición.
De esta forma “pasan a formar parte de la cadena alimenticia” llegando a otros animales y también a los humanos, explica Luis Enrique Alcaraz Pont, técnico superior en evaluación ambiental en Valencia y maldito con superpoderes.
Las corrientes pueden transportarlos hacia lugares muy distintos del océano
“Dada su flotabilidad pueden ser dispersadas por las corrientes, lo que hace muy difícil su recuperación. Parte de estos plásticos llegarán a las costas, como ya se está viendo, pero otra parte quedará fuera de la vista, bien porque han sido transportadas mar adentro o porque aumentan su densidad y acaban hundiéndose, enredándose con materia orgánica o enterrándose en los sedimentos”, recuerda Carmen Morales, investigadora sobre ecosistemas acuáticos en la Universidad de Cádiz, al Science Media Center España.
Los pellets se dividen en fragmentos más pequeños, que son más dañinos
“El vertido de plásticos al mar, ya sea por negligencias, por accidente o por una mala gestión de los residuos, siempre es un problema. Este tipo de contaminantes no se degradan de forma natural como podría hacerlo el papel o los restos de comida, sino que se rompen en pequeños fragmentos”, explica Alcaraz Pont. “El material plástico es más tóxico cuanto más pequeño, ya que es más fácil que se introduzca en los seres vivos”, explica Ethel Eljarrat.
“El principal problema no va a ser la composición química del plástico sino la liberación de microplásticos” precisamente porque las partículas microscópicas resultantes se incorporen a las cadenas alimenticias, opina Miguel Ángel Sogorb Sánchez, catedrático de Toxicología de la Universidad Miguel Hernández de Elche y maldito con superpoderes.
Composición química y transporte de otros contaminantes
Hay otros dos impactos importantes, pero aún no está claro cómo o cuánto se darán en este caso. El primero es que muchos pellets llevan aditivos químicos, algunos de ellos potencialmente nocivos para la salud animal y humana. La composición exacta de los pellets encontrados en Galicia aún se está analizando. Los dos únicos documentos oficiales disponibles por el momento aseguran que los pellets no son tóxicos, aunque no se basan en muestras de laboratorio sino que analizan la ficha técnica. Lo estamos explicando en otro artículo.
El segundo es que los pellets suelen absorber otros contaminantes presentes en el mar (por ejemplo, hidrocarburos o contaminantes orgánicos persistentes) y transportarlos con ellos por el océano, pero este vertido es demasiado reciente para asegurar que esto haya ocurrido.
“Es bastante pronto”, dice Belén González-Gaya.
“En principio no deberían tener otros contaminantes porque son recientes”, dice Jesús Gago, oceanógrafo químico e investigador del Instituto Español de Oceanografía y coordinador nacional de los trabajos en basuras marinas dentro de la institución.
“No ha dado tiempo a que los contaminantes se adhieran. Sus niveles presumiblemente deberían ser muy bajos”, apunta Daura Vega Moreno, investigadora sobre contaminación marina por microplásticos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
“Su forma y su composición química determinará su capacidad de sorber (absorber, adsorber o desorber) otros contaminantes como metales o compuestos orgánicos persistentes”, apunta Isabel Marín Beltrán, investigadora sobre contaminación marina con microplásticos. Los pellets de Galicia “tienen un mayor ratio de superficie por volumen, lo que implica que tienen más superficie disponible para sorber que otros tipos de plástico”.
En función de su composición química, “no tiene por qué necesitar mucho tiempo”, dice Carlos Edo Cuesta, “aunque cuanto más viejos la adsorción suele ser mayor”.
El vertido de pellets no es similar al Prestige en cuanto a impacto ambiental, según tres expertos
En algunas publicaciones en redes sociales se compara este vertido de pellets de plástico con el desastre del Prestige de 2002. Pero en cuanto a la toxicidad de la sustancia vertida existen grandes diferencias, según los expertos consultados por Maldita.es.
“En el caso del Prestige hablaríamos de toxicidad aguda, en el que varias especies se vieron afectadas y muchos organismos murieron relativamente pronto al impregnarse en petróleo”, dice Isabel Marín Beltrán, investigadora sobre contaminación marina con microplásticos y doctora en Ciencias del Mar. “La carga vertida por el Prestige (petróleo) sí que era mucho más potente toxicológicamente, una mezcla muy compleja con una toxicidad muy aguda”, coincide Belén González-Gaya. “Estos pellets son peligrosos también, evidentemente es un desastre para la naturaleza, pero yo no lo compararía con el Prestige tan a la ligera”,
“Para nada parece que esto se pueda considerar un nuevo Prestige, ni por la cantidad de producto liberado [más de 25.000 kg, pues el contenedor perdido contenía unos mil sacos de unos 25 kg cada uno, frente a 50 millones de kg del Prestige] ni por la peligrosidad. Además, al tratarse de un producto sólido va a ser mucho más fácil de limpiar si se ponen los medios adecuados”, cuenta Miguel Ángel Sogorb.
Para González-Gaya, la comparativa sí hace justicia a la gestión institucional, no a la toxicidad de las sustancias: “La gran comparativa, y que a estas alturas ha sido hasta peor, es que no se han puesto medidas protectoras desde un principio”.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes Belén González-Gaya, Luis Enrique Alcaraz Pont y Miguel Ángel Sogorb Sánchez.
Gracias a vuestros superpoderes, conocimientos y experiencia podemos luchar más y mejor contra la mentira. La comunidad de Maldita.es sois imprescindibles para parar la desinformación. Ayúdanos en esta batalla: mándanos los bulos que te lleguen a nuestro servicio de Whatsapp, préstanos tus superpoderes, difunde nuestros desmentidos y hazte Embajador.
Primera fecha de publicación de este artículo: 10/01/2024