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La pseudociencia de las cabañuelas

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Cada cierto tiempo vuelven a escucharse predicciones meteorológicas u opiniones de supuestos expertos basados en las cabañuelas. Por ejemplo, la del joven burgalés Jorge Rey sobre una nevada similar a Filomena en enero de 2022, que ya desmentimos en Maldita.es. Pero las cabañuelas no tienen validez alguna para predecir el tiempo atmosférico. Ni siquiera los métodos científicos actuales como el de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pueden vaticinar de forma precisa el tiempo meteorológico con semanas de antelación.

La técnica de las cabañuelas es usada por pastores y gentes del campo de forma tradicional. Se basa, por un lado, en la observación de aspectos de la naturaleza como el comportamiento de los animales y las características del Sol y la Luna y, por otro, en las propias observaciones meteorológicas de los primeros 24 días de agosto, con los que se hace la predicción del tiempo del año siguiente, según explican a Maldita.es el portavoz de la AEMET Cayetano Torres y eltiempo.es.

Este método “carece de base científica y forma parte del folclore popular español”, aclaran desde la AEMET. Lo indican también desde eltiempo.es: “Esta técnica del dominio popular y cultural carece de valor desde el punto de vista científico”. Además, actualmente no es posible predecir con tanta antelación el tiempo con precisión.

Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable del área de meteorología de eltiempo.es explicó en una nota de prensa que no se puede “prever el tiempo que tendremos en unas semanas ni con un mínimo de fiabilidad”. Lo señala también Irene Santa, meteoróloga de eltiempo.es: “No es posible intuir un evento meteorológico concreto con dos o más semanas de antelación. La única forma de saber qué tiempo hará es a través de los modelos numéricos de previsión, ningún otro método tiene validez”.

Los modelos meteorológicos usan ecuaciones complejas que se calculan con superordenadores

Las previsiones meteorológicas reales “se hacen mediante modelos de previsión atmosférica, donde pequeños cambios en las condiciones iniciales cambian radicalmente la previsión”. Esto es así porque la atmósfera de nuestro planeta “es un sistema interconectado y caótico” que imposibilita saber, por ejemplo, si el día 20 del mes que viene lloverá en nuestra ciudad”, explican desde eltiempo.es.

Los modelos numéricos de previsión que mencionaba Santa se basan en ecuaciones diferenciales para fluidos que se resuelven con técnicas supercomputacionales, como aclara la AEMET. Estos modelos están alimentados con observaciones que provienen de una red de observatorios, radares meteorológicos, red de descargas, de observaciones satelitales, sondeos aerológicos, sensores a bordo de aeronaves... y son los que inician los modelos de predicción, según indica la agencia.

Desde eltiempo.es destacan además que estas ecuaciones son no lineales, lo que significa que no tienen una solución concreta. Por lo tanto, las predicciones no son 100 % precisas, aunque cada vez se logran aproximaciones más precisas para intentar resolver estas ecuaciones.


Primera fecha de publicación de este artículo: 19/07/2022

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