Lo que sabemos:
El contenido usa varios elementos para afirmar que la Tierra vivirá una edad de hielo en esas fechas: una predicción de la astrofísica Valentina Zharkova que ya hemos desmentido en Maldita.es, una interpretación de un físico español y los ciclos solares y un autodenominado médium que dijo en 2017 que el planeta va a enfriarse
Ya ha habido periodos de menor radiación solar en la Tierra entre 1980 y 2015, mientras las temperaturas globales siguieron en aumento. En el mejor caso, una menor actividad solar desaceleraría temporalmente esta tendencia de calentamiento
El contenido cita a un físico español para probar que existen ciclos solares. Este mismo experto ha dicho en varias ocasiones que el sol no es el causante del cambio climático
El médium dijo en 2017 que el planeta va a enfriarse, basándose en sus “canalizaciones con el más allá”. Sin embargo, los 10 años más cálidos a nivel global desde que hay registros han ocurrido entre 2015 y 2024
No hay ningún modelo climático riguroso que pronostique que la Tierra va hacia un enfriamiento para el 2030. Eso no significa que no pueda haber episodios de frío o años menos cálidos
Por qué la predicción de Zharkova es errónea: la Tierra ha seguido calentándose pese a los ciclos solares
El autor del vídeo dice que según Valentina Zharkova, astrofísica y profesora de Matemáticas, Física e Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Northumbria (Reino Unido), “entre 2030 y 2040 el Sol entrará en un ciclo de baja actividad magnética”. Resumidamente, Zharkova recuerda que el Sol tiene ciclos donde emite más o menos energía que llega a la Tierra y prevé un ciclo de menos energía para la década de 2030, lo cual conllevaría un enfriamiento global.
Es cierto que la radiación solar es la principal fuente de energía del clima terrestre. Y aunque es correcto que este astro tiene ciclos donde emite más o menos energía, esta energía que llega a la Tierra apenas varía. El planeta ya ha vivido ciclos donde recibe menos energía de su estrella (desde los 1980 hasta 2015, según la NASA) en los que la temperatura global ha seguido aumentando.

Así, en el caso de vivir una época prolongada con menos radiación solar, esto “solo compensaría brevemente y de forma mínima el calentamiento provocado por el ser humano”, aclara la NASA, afirmando que el enfriamiento sería de 0,3 ºC. En paralelo a este supuesto enfriamiento, hay otros procesos que calientan la Tierra y que —por ahora— no son cíclicos: la emisión de gases de efecto invernadero, que crece desde la época industrial y que permanece en la atmósfera durante décadas; y que cada vez se emiten menos partículas contaminantes que ‘enmascaran’ el calentamiento global.
Existe una narrativa desinformadora que vincula el calentamiento global actual con el Sol, algo natural y fuera de control humano. Hay tres razones principales por las que el Sol no es el responsable de este calentamiento:
El calentamiento que ya ocurre es demasiado intenso como para que lo haya causado el Sol
La radiación solar se redujo de 1980 a 2015, pero la temperatura global siguió en aumento
Si el Sol fuera el causante, se calentarían todas las capas de la atmósfera, pero es la parte más cercana a la superficie (troposfera) la que se está calentando y la más externa (estratosfera) la que se está enfriando, explica la Oficina Estadounidense de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA)
El físico español que cita el vídeo niega que el Sol sea la causa del calentamiento global
El contenido cita a José Manuel Vaquero, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Extremadura, como un “experto en la historia del Sol” que “confirma que estos ciclos se repiten cada pocos siglos”, como si esto corroborase la hipótesis de Zharkova. Efectivamente, Vaquero ha investigado la historia del Sol y su impacto en el clima de la Tierra. Pero también ha afirmado en varias ocasiones que el Sol no es el culpable del cambio climático.
Para empezar, en uno de sus textos científicos más citados sobre historia solar advierte que sacar conclusiones sobre la influencia del Sol en el cambio climático es “altamente especulativo”. Después, publicó una tribuna donde decía: “Los niveles de actividad solar han decrecido notablemente en las últimas décadas, que han sido las décadas donde la temperatura ha subido más. La conclusión es clara. No es el Sol. Somos nosotros”.
En otras intervenciones en medios, Vaquero ha aprovechado para dejar nítido que estos cambios en los ciclos solares no son los causantes del cambio climático.
El vídeo cita como fuente a un médium
“Pero aquí viene lo curioso. Lee Carroll, quien canaliza mensajes desde el más allá a través de la entidad Kryon [...], dijo que la Tierra se está reajustando, preparándose para reequilibrar su clima y limpiar los océanos. Los inviernos serán cada vez más largos hasta que llegará el día en que el frío se quedará”, se afirma en el video que se difunde.
El contenido está citando un mensaje de Lee Carroll, una persona que se dedica a escribir “canalizaciones” de una entidad a la que llama “Kryon”. Son mensajes carentes de toda evidencia científica. El mensaje del blog de Carroll, publicado en 2017, dice que “se viene una mini edad de hielo” y que esto “se verá en los próximos 15 años (2032)”.
Los diez años más cálidos a nivel global desde que hay registros (1850) han ocurrido entre 2015 y 2024, según diferentes entidades científicas como la NOAA, la Organización Meteorológica Mundial, la NASA y Copernicus. 2025 está en camino de convertirse en el segundo o tercer año más cálido, según un análisis de Carbon Brief a mediados de julio de este año.
No hay predicción climática rigurosa que apunte que la Tierra se dirige a un enfriamiento en el 2030
Independientemente de lo que dice este contenido, la evidencia científica actualizada y disponible no apunta a un enfriamiento global para el año 2030.
Para empezar, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés), que revisa numerosa literatura científica disponible sobre cambio climático, considera que entre el 2021 y el 2040 se producirá un aumento de 1,5 ºC respecto a la época industrial en todos sus escenarios.
El IPCC tiene cinco escenarios sobre cómo será el clima basados en políticas globales (un mundo favorable a reducir emisiones y adaptarse, mundos donde se sigue invirtiendo en combustibles fósiles, donde hay nacionalismos y conflictos regionales o mucha desigualdad climática) y en la cantidad de emisiones que acumula la Tierra. En los escenarios más benévolos sí se espera una reducción de temperaturas, pero como muy pronto para el 2050, no para el 2030.

Los modelos climáticos globales son herramientas que permiten analizar cómo será el clima en las próximas décadas, pudiendo representar las condiciones actuales (emisiones, lluvias, hielo polar, radiación solar, etcétera) o un cambio paulatino en estas condiciones. Ningún modelo riguroso prevé que exista un descenso de temperaturas para la década de 2030.
Como muestra, así luce la temperatura global prevista por el CMIP6, un proyecto que compara y usa varios modelos climáticos globales. La línea negra ilustra la temperatura media que esperan los modelos, la roja es la temperatura global observada y la franja azul es el rango de predicciones de los modelos. En líneas generales, el proyecto no ve ese descenso global de las temperaturas hasta el año 2030.

En el caso de España, la Evaluación de Riesgos e Impactos derivados del Cambio Climático (ERICC-2025), elaborado por el Gobierno, la Fundación Biodiversidad y un consorcio científico español; esgrime que las temperaturas máximas, medias y mínimas tendrán “un claro aumento progresivo a lo largo del siglo XXI”. En el mejor de los casos analizados, este aumento se quedará entre los 2 y 3,4 °C para el período 2081-2100.
Este documento no aporta datos de temperatura para el 2030, pero el visor de escenarios de cambio climático sí permite ver que en el futuro cercano (hasta 2040) se espera un aumento de la temperatura media incluso en el escenario más favorable (pocas emisiones, políticas favorables al clima). Esto es incompatible con la disminución de las temperaturas que señalan los contenidos.
