Lo que sabemos: el texto es real, pero no dice que se esté controlando el clima ni es una prueba de ello. Lo que existe actualmente son técnicas que intentan modificar ligeramente el tiempo atmosférico, no el clima, por ejemplo, para aumentar la lluvia cuando hace falta en momentos puntuales o para proteger cultivos.
Una de ellas es la siembra de nubes con yoduro de plata. Este método refuerza las precipitaciones o reduce el tamaño del granizo para evitar daños en los cultivos, pero no puede crear nubes ni hacerlas desaparecer. En España, esta técnica se emplea en regiones agrícolas de Madrid y Zaragoza unos pocos días al año, cuando se prevé una tormenta de granizo. Para emplearse es necesaria una autorización pública, de ahí que aparezca en el BOE.
Lo que sí existe y lo que te están intentando colar con “modificación artificial” del tiempo
Estos contenidos forman parte de una teoría de la conspiración que dice que se está haciendo una manipulación del clima a gran escala y en secreto. Pretenden hacer creer que los Gobiernos están “manipulando el clima” para crear fenómenos adversos, como la DANA de octubre de 2024 en Valencia, y otros fenómenos meteorológicos. Para ello, se basan en supuestas técnicas de geoingeniería o chemtrails.
Como ya hemos explicado en Maldita.es, lo que sí existe actualmente son técnicas que intentan modificar ligeramente el tiempo atmosférico, no el clima, para proteger cultivos, a través de la siembra de nubes con yoduro de plata. Esta base real es la que tergiversan las desinformaciones.
Esta técnica no afecta al clima, que son las condiciones medias de temperatura, precipitaciones, vientos y otros elementos que se registran en un lugar durante varios años, sino al tiempo atmosférico, es decir, esas mismas condiciones pero en un momento concreto.
La explicación general es la siguiente: el aire contiene cierta cantidad de vapor de agua, pero no siempre llueve. Para que llueva tienen que darse ciertas circunstancias, como cambios de presión o de temperatura o presencia de polvo en suspensión que hagan que el agua condense y caiga.
Así, bien con aparatos instalados en el suelo o desde aviones, se libera una pequeña cantidad de yoduro de plata en las nubes sobre las que se va a actuar. Estas partículas cristalinas atraen las gotas de agua presentes en la nube, haciendo que se condensen a su alrededor y precipiten. Es decir, el yoduro puede forzar la lluvia, pero no puede crear agua o hacerla desaparecer.

En este reportaje explicamos cómo se usa el yoduro de plata en zonas agrícolas de Madrid y Aragón para reducir el impacto del granizo.
La siembra de nubes con yoduro de plata en España
En España, la siembra de nubes se emplea por parte de dos instituciones públicas en dos zonas agrícolas de Madrid y Zaragoza en las horas previas a una tormenta de granizo, que puede echar a perder una cosecha. El yoduro de plata se libera desde generadores instalados en el suelo, sin usar aviones, y estos se activan unos pocos días al año, es decir, no funcionan de forma constante.
No es un sistema “milagroso” porque el granizo sigue cayendo, como asegura a Maldita.es Fernando Peligero Domeque, director gerente del Consorcio Antigranizo de Aragón. Para Peligero, el sistema más eficaz para reducir el impacto del granizo en el cultivo es colocar una malla sobre las plantas, “aunque sea más costoso”, añade.
El motivo por el que cada cierto tiempo circulan fragmentos de boletines oficiales con ese entrecomillado, el de “modificar artificialmente” el tiempo, es que en España sólo el Estado, o quienes éste autorice, pueden realizar estas prácticas, según la Ley de Aguas. Además, el reglamento que la desarrolla indica que si esta modificación busca “evitar precipitaciones en forma de granizo”, deberá extenderse una autorización expresa. Es decir, que las redes antigranizo deben pedir permiso al organismo oficial encargado de gestionar el agua en su región y que los permisos obtenidos serán decisiones públicas.


La teoría de la conspiración que dice que los gobiernos manipulan el clima
Estos contenidos forman parte de una teoría de la conspiración que sostiene que se está haciendo una manipulación del clima a gran escala y en secreto. Esta desinformación usa elementos reales de forma tergiversada, como la siembra de nubes con yoduro de plata, pero también se basa en otras conspiraciones.
Una de ellas es la de los chemtrails y de la que os hemos hablado en Maldita.es. La teoría de la conspiración de los chemtrails asegura, sin evidencias, que los aviones fumigan sustancias químicas peligrosas sobre la superficie con fines como envenenar a la población o modificar el clima. Pero lo que genera el trayecto de los aviones en el cielo, en ciertas condiciones atmosféricas, son estelas de condensación, es decir, vapor de agua congelado.
Los desinformadores también se basan en sistemas de geoingeniería para sostener que se altera el clima. Sin embargo, la geoingeniería es un campo de estudios que investiga si se puede contrarrestar el calentamiento global provocando un enfriamiento en la atmósfera a escala planetaria. Actualmente “no hay ninguna tecnología madura” de geoingeniería, como indica el grupo intergubernamental de Naciones Unidas para el cambio climático, el IPCC.