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El "colapso" de la corriente oceánica AMOC: preocupa a la comunidad científica, pero cuidado con los trabajos que lo sitúan en fechas concretas

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Claves
  • Varios contenidos dicen que esta importante corriente oceánica podría "colapsar" en el corto plazo (los que dicen que en 2025, los que apuntan la década de 2030…) con consecuencias muy negativas, incluida una "glaciación"
  • La ciencia sobre la AMOC avanza: hasta 2019 se consideraba "improbable" que colapsara en este siglo, según modelos climáticos
  • Pero esos trabajos pueden tener limitaciones y ya no se considera tan improbable, aunque hay que tener cautela con los contenidos que señalan fechas cercanas

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“Nueva y aterradora previsión de la corriente atlántica, podría frenarse en 2030”, “la corriente oceánica podría colapsar tan pronto como 2025”, “de Montpellier para arriba todo sería nieve”. Varios contenidos hablan de la Circulación Meridional de retorno (o de vuelco) del Atlántico o AMOC por sus siglas en inglés, una importante corriente oceánica que transporta agua caliente y superficial hacia el Atlántico norte y devuelve agua fría y profunda hacia el sur. Concretamente, hablan de su posible “colapso” —que deje de existir, que se debilite o ralentice enormemente o que se comporte de otra manera—, de cuándo sucedería y de cómo afectaría ese colapso a Europa.

La AMOC es un elemento muy complejo del sistema climático, genera mucho interés en la comunidad científica y su comportamiento (presente y futuro) aún no se comprende del todo. 

Qué dice la evidencia más sólida sobre la AMOC: se está debilitando, pero hace falta investigar más

Cuando se dice que la AMOC se está debilitando significa que está dejando de transportar agua caliente hacia el norte del océano Atlántico y agua fría hacia el sur con la fuerza con que lo hace actualmente. Cuando se habla de su posible colapso, significa que esta corriente se detendría por completo o dejaría de comportarse como lo hace ahora ¿Qué es lo que podría causar este colapso? Una entrada descomunal de agua dulce como la que puede ocurrir al derretirse el hielo de Groenlandia y el ártico, con la relación que esto tiene con el calentamiento global.

Esquema de la AMOC. El agua caliente (en rojo) es superficial y fluye hacia el norte del Atlántico, enfriándose y hundiéndose cerca del Ártico y regresando al océano como agua más fría y profunda. Fuente: RealClimate.org usando datos de Caesar et al. (Nature, 2018).

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés), el estándar más sólido de las ciencias del clima, publicó un informe en 2019 donde recopiló las evidencias científicas publicadas hasta la fecha sobre el estado de la AMOC según los modelos climáticos de entonces. El IPCC dijo que la AMOC “muy probablemente se debilitará durante el siglo XXI” pero apuntó que un colapso es “muy improbable” en este siglo y atribuyó a esta segunda afirmación una “confianza media”, es decir, no era uno de los temas sobre los que el IPCC tiene un nivel de evidencia robusto ni existía un consenso importante entre las personas que trabajan en este grupo de expertos.

A cada afirmación del IPCC se atribuye un nivel de confianza según el consenso entre la comunidad científica y el nivel de evidencia. En 2019, el IPCC indicaba que un “colapso de la AMOC es muy improbable en el siglo XXI”, una afirmación que le atribuyen una confianza media (medium agreement y medium evidence).

La evidencia recogida en el IPCC de 2019 puede haberse quedado desactualizada

Sin embargo, la evidencia sobre esta corriente ha evolucionado mucho desde 2019 e incluso algunas personas apuntan a que se ha quedado desactualizada respecto a lo que se sabe ahora.

Stefan Rahmstorf, catedrático de Física Oceánica en la Universidad de Potsdam, indica en una publicación científica de abril de 2024 que, aunque los modelos climáticos han hecho un gran trabajo al predecir las temperaturas medias del planeta, en las corrientes oceánicas les queda mucho por mejorar: Rahmstorf cree que la estimación del IPCC es “conservadora” porque se basa en modelos demasiado estables y que no recogen todas las condiciones reales que están sucediendo en la realidad, por lo que considera que se ha quedado “desactualizada”.

Isabel Moreno, física, máster en Meteorología y Geofísica y divulgadora climática, explica a Maldita.es que los modelos climáticos actuales han mejorado, a pesar de que hacer un modelo de la AMOC o medir lo que le ocurre “es una cosa complicadísima”. “Tienes que meter no sólo movimientos inmensos de agua, sino su interacción con el deshielo, algo que los modelos hacían regulín”. Una de las hipótesis del colapso de la AMOC es la entrada descomunal de agua dulce en la corriente (freshwater forcing) por el deshielo en el ártico.

Así, estos años desde la publicación del informe del IPCC “coinciden con un periodo con bastante revuelo con este tema”, incide Moreno, agregando que cada vez hay más trabajos que contemplan que la AMOC no sea tan estable como se creía.

“Para saber cuál es el estado de la ciencia en este momento necesitaremos analizar todo lo que hay, como hizo el IPCC en 2019, pero escuchar a referentes como Rahmstorf es un indicativo de que el tema está peor de lo que creíamos”, indica Moreno. Bajo su conocimiento, “ya no es oportuno asegurar que es improbable que la AMOC colapse en este siglo y agarrarnos a lo que dijo el IPCC como si fuera inamovible (que nunca lo fue, los propios miembros del panel tenían una “confianza media” en esta conclusión en concreto), porque se está considerando que sí lo pueda hacer”.

Un documento de la Unión Europea con las perspectivas de varias personas participantes del IPCC coinciden en que hace falta investigar mucho más. “El mejor análisis es que la AMOC se debilitará en el futuro, pero no sabemos en qué medida ni durante cuánto tiempo, ni cuánto de este debilitamiento depende de las emisiones de efecto invernadero”. 

Moreno, por su parte, explica que “es muy posible” que la AMOC se está debilitando y que en la actualidad “circule a su ritmo más lento del, al menos, el último milenio”. Las mediciones directas sobre la AMOC, en sus palabras, “empezaron antes de ayer, en 2004”, por lo que para analizar su ritmo deben usarse también indicadores indirectos, como las reconstrucciones que emulan el clima del pasado. Esto es importante porque la AMOC ya ha colapsado y funcionado de manera inestable en el pasado.

“La AMOC va a colapsar en 2025”: por qué hay que tener cautela con los contenidos que dan fechas concretas

Como explicamos en Maldita.es, determinar un rango de fechas en el que la AMOC colapse es una de las grandes incógnitas de la climatología. Por ello, hay que tener cuidado con los contenidos que se aventuran a decir fechas concretas para que esto suceda y tener en cuenta que se producen en un contexto científico.

Para Moreno, hay que “ver si ese resultado se está obteniendo en más sitios”. “¿Bajo qué condiciones se obtiene esa fecha? Puede ser que sea bajo unas condiciones que nada tienen que ver con la actualidad o el futuro cercano”, resume.

Lo explicamos con un ejemplo real. Un contenido afirma que “la AMOC podría colapsar en la década de 2030”, citando lo que dicen “entre el 35 y el 45% de los modelos [climáticos] de alta calidad”:

  • La única referencia reciente sobre eso viene de un tuit del propio Rahmstorf.

  • Pero ni el tuit ni el trabajo científico que cita dicen que la corriente entera vaya a colapsar en esa década. Lo que dicen es que una parte de la AMOC en el norte del Atlántico puede sufrir cambios bruscos en ese periodo, basándose en varios modelos climáticos.

  • Estos modelos climáticos, como hemos explicado, pueden no estar representando la realidad adecuadamente.

Preguntada por este trabajo científico, Isabel Moreno agrega que un cambio brusco en una parte de la corriente “no tiene por qué hacer colapsar la AMOC”.

Pese a la cautela, el colapso de la AMOC en este siglo preocupa a la comunidad científica

Moreno incide también en que “un único estudio que va ‘contra la norma’ no tiene por qué ser indicativo de nada, pero puede abrir nuevas puertas a un mejor entendimiento y, en ocasiones, termina abriéndolas”.

“No se trata de ‘sospechar’ cuando aparece un trabajo con una fecha, sino de tratar con cautela lo que se indica y ver si ese resultado se está obteniendo en más sitios. Con la AMOC, la mejora de los modelos está mostrando que su colapso en este siglo, algo que se considera improbable, no lo es”, destaca Moreno.

Por su parte, Rahmstorf indica en su trabajo científico y en su blog de divulgación que el colapso de la AMOC no es una cuestión de fechas, sino de “análisis de riesgo y prevención de desastres”. “No se trata de estar 100% o 50% seguros de que la AMOC va a superar su punto de inflexión [hacia el colapso] en este siglo, sino que nos gustaría estar 100% seguros de que no lo hará”.

“Que el IPCC sólo tenga una ‘confianza media’ no es nada tranquilizador. Para la AMOC y para otros puntos de inflexión, la única cosa que podemos hacer para minimizar el riesgo es eliminar el uso de combustibles fósiles y detener la deforestación lo antes posible”, concluye.

Créditos de imagen destacada: Ruijian Gou.

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