“El ecologismo coquetea ahora con volver a los confinamientos con la excusa del clima”, asegura un artículo. Igual que este, se han difundido otros contenidos como parte de una teoría de la conspiración asegurando que se producirán “confinamientos climáticos” en los que se recluirá a la población en sus casas o barrios para reducir las emisiones de efecto invernadero. De hecho, el término “confinamiento climático” ha ocupado recientemente algunos titulares para hablar de medidas tomadas en Filipinas y Bangladesh frente al calor extremo, pero no se trataba de medidas que obligasen a confinarse sino de recomendaciones sanitarias, como quedarse en casa durante las horas de calor o el cierre de colegios.
“Confinamientos climáticos”: una teoría de la conspiración con origen en las ‘ciudades de los 15 minutos’
Los contenidos que hablan de “confinamientos climáticos” como medida anticontaminación aseguran que se trata de un “futuro muy cercano” y que la idea surge a raíz de los meses de encierro durante la COVID-19. “Los gobiernos están tan encantados con la experiencia que se plantean repetirlo, pero esta vez para proteger el ‘clima’”, aseguran, añadiendo que las zonas de bajas emisiones son un preludio de lo que llegará.
Además, algunos de estos contenidos hablan de los supuestos confinamientos en relación con las conocidas como “ciudades de los 15 minutos”. Aseguran que habrá un número limitado de veces en las que se podrá abandonar la ciudad en coche, que los gobiernos lo controlarán con cámaras y que no podrás salir a más de un cuarto de hora en bici o a pie de tu vivienda. En Maldita.es ya hemos hablado de esta narrativa y de que en realidad se trata de un concepto creado por el urbanista colombiano y catedrático en la Universidad de París I Panteón-Sorbona, Carlos Moreno, con el objetivo de reducir los desplazamientos urbanos.
La idea que propone es tener todos los servicios que necesita la ciudadanía, desde colegios hasta lugares de ocio, a una distancia máxima de 15 minutos a pie o en bicicleta de su hogar. Este concepto pretende con eso reducir el uso del coche, pero no plantea multas o sanciones y ni la prohibición de salir del barrio, solo pretende que no hacerlo sea una opción.
Confinamientos recomendables, pero no obligatorios
“Tres países declaran el confinamiento climático”. Recientemente se han publicado titulares que utilizan el mismo término que las teorías de la conspiración, como si estos encierros impuestos ya estuvieran ocurriendo. Sin embargo, hay dos matices importantes: por un lado estos titulares en realidad se refieren las medidas tomadas en algunos países para proteger a los ciudadanos de las temperaturas extremas, no para reducir emisiones, y por otro lado, ninguna de las medidas tomadas hasta ahora, como suspender las clases o recomendar quedarse en casa, han obligado a la ciudadanía a confinarse.
En el texto se cuenta que en Manila, la capital de Filipinas se suspendieron las clases presenciales durante dos días en abril de 2024 porque la sensación térmica era de 45 ºC (para una temperatura de 38,8 ºC). La situación fue similar en otros países asiáticos como Bangladesh, donde se cerraron los colegios varias semanas también en abril ante temperaturas que rondaban los 40 ºC.
En los casos que recogen los artículos no se mencionan las palabras “confinamientos climáticos” por las autoridades ni se obliga a los ciudadanos a permanecer en sus casas. Han sido recomendaciones sanitarias similares a las que se aplican en España ante una calima, como aconsejar no hacer deporte al aire libre, pero no está prohibido.
Además de Filipinas y Bangladesh también se han tomado medidas similares en otros países. Entre ellos, España, cuando el Gobierno canario permitió a los colegios e institutos suspender las clases debido a una ola de calor que tuvo lugar en octubre de 2023.
En Colombia el 19 de abril de 2024 se declaró festivo en el sector público para reducir el consumo de agua ante la sequía y se pidió a los ciudadanos de Bogotá que pasasen el fin de semana en “lugares que dependen de otras cuencas hidrográficas para reducir la presión sobre el consumo" de agua en la capital. En Irán se declararon dos días festivos por las altas temperaturas en el verano de 2023.