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Placas solares: qué debemos tener en cuenta antes de instalarlas

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Claves
  • El autoconsumo fotovoltaico supone un ahorro en la factura eléctrica y menos dependencia de los cambios de precio de la electricidad
  • Existen diferentes tipos de autoconsumo: podemos almacenar los excedentes de energía en baterías o incluso venderlos
  • Para los trámites técnicos y administrativos, lo recomendable es contactar con una empresa especializada
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Si estás leyendo este artículo, es probable que te esté rondando la idea de instalar placas solares en tu casa o tu comunidad de vecinos. Es una forma de consumir electricidad sin emitir gases de efecto invernadero (o emitiendo menos) y, a la vez, de ahorrar en la factura de la luz. En España, el autoconsumo fotovoltaico ha aumentado en los últimos años, aunque las cifras que tratan de medir cuánto no son del todo claras.

Pero, ¿por dónde empezar si queremos instalar paneles solares? El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha elaborado una guía para particulares que estén pensando en convertirse en autoconsumidores. Te contamos qué debes tener en cuenta y cuáles son los pasos a seguir.

Cómo funcionan los paneles solares

Como explica en esta guía el Instituto Balear de la Energía (IBE), la instalación se compone principalmente de paneles fotovoltaicos ubicados sobre un tejado o sobre una estructura fija que captan la luz solar y la transforman en corriente continua. “El cableado de la instalación conecta los paneles con el inversor, que transforma la corriente continua en alterna y monitoriza la generación de electricidad. El inversor se conecta, a su vez, con las redes [eléctricas] interiores de los consumidores de la instalación”, detalla el organismo. Adicionalmente, la instalación podría incluir baterías para el almacenamiento de energía.

Con o sin excedentes, con o sin baterías… elegir la modalidad de consumo

Se puede dar el caso de que las placas solares produzcan más energía de la que consumimos. “Puede haber excedentes de energía cuando se genera más de lo que se consume, por ejemplo, si estamos fuera de casa durante las horas de sol”, señala el IDAE. Si se da este caso, hay distintas modalidades de consumo por las que podemos optar.

José Luis Hernández, ingeniero industrial en la empresa J2L Ingeniería indica en este artículo publicado en la web del BBVA que podemos elegir el autoconsumo instantáneo o por acumulación. “El instantáneo, es decir, el que haces durante las horas de sol, no necesita baterías, mientras que el otro te permite acumular la energía para consumirla fuera de las horas de sol”, explica el especialista.

Contar con baterías para almacenar nos permite aprovechar mejor la energía generada, pero incrementan notablemente el precio de la instalación, según señala a Maldita.es Ángel A. Bayod, profesor titular y director del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Zaragoza. Por ello, de acuerdo con el IDAE, “es necesario analizar caso a caso si sale a cuenta una batería”.

Además de esto, las instalaciones de hasta 100 kilovatios (kW) (es decir, bloques de viviendas o edificios mayores, pues una casa particular consume, como mucho, unos 8 kW) pueden acogerse al mecanismo de compensación simplificado. Con este mecanismo nuestra comercializadora de electricidad nos compensa los excedentes de energía producidos con una reducción en la factura de la luz. Dependiendo de si la comercializadora es de mercado libre o de tarifa regulada, la cuantía de ahorro varía.

Por último, también podemos vender la energía excedente. Para ello, según indica el IDAE, podemos optar por la modalidad de autoconsumo con excedentes sin compensación simplificada, que permite que vendamos todos los excedentes sin un límite mensual. No obstante, esto implica darse de alta como productor de energía y “hacer frente a trámites fiscales y administrativos, ya que se considera que estamos llevando a cabo una actividad económica”.

¿En el tejado, en el suelo…? Decidir el lugar donde colocar las placas

Es importante determinar cuál es el espacio donde se van a colocar las placas y su orientación respecto al sol. “En el caso de los paneles solares fotovoltaicos, estos son más productivos cuando los rayos del inciden de forma perpendicular, por lo que la orientación sur es la mejor, aunque otras orientaciones también son viables”, explica el IDAE en su guía.

José Luis Hernández señala que hay que diferenciar entre las placas instaladas en una cubierta o sobre el suelo. En el primer caso, “si la cubierta es plana, el panel se instala siempre mirando al sur. La inclinación debe ser de 30 grados para aprovechar la energía de manera óptima durante todo el año”, asegura el especialista.

Además, según Bayod, el lugar debe estar lo más libre de sombras posible. “Si es en un tejado, debemos asegurarnos de que este sea capaz de resistir la sobrecarga de peso y el viento”, añade.

Contactar con una empresa especializada para que se encargue de los trámites y la instalación

Una vez tenemos claras las cuestiones anteriores, ¿por dónde empezamos? El IDEA recomienda contactar con una empresa especializada para que se encargue de las gestiones técnicas y administrativas. “Puede ser una comercializadora de electricidad, una empresa instaladora especializada de sistemas eléctricos, una empresa de servicios energéticos o una empresa que se dedique específicamente a las renovables”, señala el IDAE, que también ha realizado una guía para profesionales sobre la tramitación del autoconsumo.

Entre los pasos más importantes de los que se encargará la empresa está el realizar un estudio de viabilidad “que analice las posibilidades de nuestro edificio, el presupuesto de lo que podría costar la instalación y cuánto nos podríamos ahorrar en nuestro caso concreto”, afirma el organismo. Para esto último, la empresa analizará los datos de nuestras facturas eléctricas para determinar nuestro patrón de consumo. También se harán cargo de los trámites administrativos necesarios, que pueden incluir licencias de obras o autorizaciones específicas.

Estas empresas también realizan la instalación (que es la parte más rápida de todo el proceso) respetando la normativa vigente. Por último, se encargan del registro de la instalación ante la comunidad autónoma y de “las notificaciones que corresponda ante la distribuidora de electricidad”. En 2019 se reguló el registro nacional de instalaciones de autoconsumo, que debe alimentarse de los registros autonómicos.

Las ventajas del autoconsumo

Bayod explica que mediante el autoconsumo fotovoltaico “conseguimos producir al menos parte de la energía que consumimos, con lo cual evitamos tener que comprarla y, por tanto, reducimos nuestra factura eléctrica”. Según el experto, la cantidad en que abaratamos nuestra factura depende de varios factores: “Evidentemente influye el tamaño de nuestra instalación fotovoltaica, pero también si hay coincidencia o no entre los instantes en que generamos la electricidad y en que la consumimos”.

Según un análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de febrero de 2023, los hogares con paneles fotovoltaicos y un sistema de compensación por excedentes podrían ahorrar hasta 1.500 euros anuales en comparación con los hogares que no tienen placas solares.

Además del ahorro en la factura, el IDAE afirma que el autoconsumo también implica “una menor dependencia de los cambios de precio de la tarifa eléctrica, ya que una parte del consumo se cubre con la energía generada” en la propia vivienda. De acuerdo con este organismo, instalar paneles fotovoltaicos también puede reducir el precio de la electricidad para el resto: “Por un lado, al disminuir la demanda (quien autoconsume compra menos energía de la red) y, por otro, al aumentar la oferta de energía renovable (si hay excedentes, hay más energía negociada en el mercado eléctrico)”.

Según calcula este organismo, una instalación con 3 kilovatios (kW) de potencia podría cubrir “la mayoría de necesidades de iluminación y consumo eléctrico” de un hogar de cuatro personas y una superficie de 70 metros cuadrados.

Fuente: IDAE

El IDAE también estima que la amortización de la inversión “estaría entre seis y 10 años, ya que depende tanto de la potencia instalada como del uso que se haga de la energía”. Por su parte, en noviembre de 2021 la OCU estimó que la instalación de paneles se podría amortizar en un periodo que va de los siete a los 15 años.

En todo caso, existen ayudas para particulares, empresas u organizaciones que quieran ser autoconsumidores. Bayod apunta que también algunos municipios ofrecen reducciones en el IBI durante unos años a las viviendas que optan por instalar paneles solares.


Primera fecha de publicación de este artículo: 12/06/2023

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