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En 2022, los incendios quemaron más de 300.000 hectáreas en España, la mayor superficie afectada en lo que va de siglo

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  • 2022 superó a 2012 y ya es el año con mayor superficie quemada de este siglo
  • En la serie histórica, fue el quinto o el séptimo peor año, según la fuente
  • En la provincia de Zamora, los incendios afectaron al 6% del territorio
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En el año 2022, la superficie quemada por los incendios forestales alcanzó las 315.705 hectáreas, según los datos solicitados por Maldita.es al Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés), que pertenece al programa Copernicus y obtiene datos dos veces al día a través de imágenes satelitales. Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica aporta la cifra provisional de 267.939,64 hectáreas.

Estos datos convierten a 2022 en el peor año en superficie quemada en lo que va de siglo. Teniendo en cuenta el registro histórico del MITECO, que comprende el periodo 1961-2015, el año pasado habría sido el quinto peor desde que hay registros, según el dato de EFFIS, o el séptimo peor, según la cifra provisional del ministerio.

Esta información se ha modificado dos veces: una tras finalizar la campaña de incendios en octubre de 2022 y esta segunda vez, en marzo de 2023, con las cifras anuales. 

El 88% de la superficie quemada corresponde a junio, julio y agosto

De las 315.705 hectáreas quemadas según EFFIS, el 87,79% (277.150) fueron calcinadas entre el 1 de junio y el 31 de agosto, es decir, durante los meses del verano meteorológicoLas comunidades autónomas más afectadas ese verano fueron Castilla y León, con 86.567 hectáreas arrasadas; Galicia, con 51.459 y Comunidad Valenciana, con 34.257.

Teniendo en cuenta su superficie, las autonomías con mayor impacto son Galicia, Comunidad Foral de Navarra y Comunidad Valenciana con el 1,74%, 1,67% y 1,47% del territorio afectado, seguidas de Castilla y León, con el 0,92%.

Por provincias, la más afectada en el verano de 2022 fue Zamora, donde los incendios quemaron el 6,31% del territorio, seguida por Ourense y Castellón, con el 4,44% y el 3,07% respectivamente. Los datos de superficie son del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Ocho incendios han superado las 10.000 hectáreas

En el verano meteorológico se registraron en España más de 130 incendios con una superficie superior a 100 hectáreas. De ellos, 42 superaron las 1.000 hectáreas y ocho, las 10.000. Seis de estos últimos se produjeron en las localidades de Bejís (Castellón) con 19.362 hectáreas, Ateca (Zaragoza) con 14.159, Folgoso do Courel (Lugo) con 13.612, Carballeda de Valdeorras (Ourense) con 12.735, Ladrillar (Cáceres) con 12.687 y Vall d’Ebo (Alicante) con 12.111.

Las áreas afectadas por todos estos incendios, entre otras, fueron declaradas 'zona catastrófica' (oficialmente, "zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil") por el Consejo de Ministros celebrado el 23 de agosto.

Por último, EFFIS contabiliza el incendio de la Sierra de la Culebra en Zamora, el más virulento producido en nuestro país el pasado verano, en tres términos municipales diferentes pero contiguos: Ferreras de Abajo con 539 hectáreas, Ferreras de Arriba con 28.046 hectáreas quemadas y Tábara con 32.528 hectáreas. Entre las tres superficies suman 61.113 hectáreas.

El gobierno de Castilla y León solicitó el 21 de junio la declaración de la zona como ‘catastrófica’. El Gobierno ha comenzado trabajos de recuperación del área afectada con actuaciones dirigidas a la estabilización del suelo o la recuperación del ecosistema.

Efectos de la sequía, el clima y la gestión forestal

Como ya hemos contado en Maldita.es, el verano pasado fue uno de los más calurosos de las últimas décadas. A esto se le añade la situación de sequía que afectó tanto a España como al continente europeo. Jonathan Troncho, técnico de proyectos en la Fundación Pau Costa, una organización sin ánimo de lucro para la prevención y gestión de incendios forestales, explicó que estos fueron dos de los “ingredientes” climáticos que propiciaron la situación extrema de 2022. “El clima está llevando a los bosques hasta el límite de sus capacidades”, recalcó.

A pesar de que los bosques incluyen mecanismos naturales de adaptación a estos fenómenos, especialmente en la zona mediterránea, los veranos cada vez son más calurosos y hacen que los bosques no puedan recuperarse. Esto depende de la cantidad de precipitaciones que recoge ese bosque a lo largo de la primavera, otoño e invierno, contaba el experto. “Con el cambio climático tenemos bosques cada vez más vulnerables y con vegetación muy disponible para ser quemada”, añadía. Con esta situación “cualquier mecha” puede provocar un incendio de grandes proporciones.

Por su parte, Mónica Parrilla, responsable de campañas del Área de Biodiversidad de Greenpeace, suma a estas dos causas la “falta de gestión” que están sufriendo los bosques en nuestro país, algo que los convierte en un “auténtico polvorín”. “Estamos viendo incendios de alta intensidad con comportamientos que los vuelven casi indestructibles”, detalló a Maldita.es. Además, el abandono del medio rural en las últimas décadas ha hecho que aumente la masa forestal, formando un paisaje “continuo” para que las llamas avancen.

Extensión de los planes de actuación a todo el año

El Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros del 1 de agosto un Real Decreto-ley por el cual se adoptaron una serie de medidas urgentes en materia de incendios forestales. "Ya no podemos pensar que la temporada de riesgo extremo de incendios sólo ocupa dos o tres meses en nuestro calendario", detalló la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Esta batería de medidas introdujo mejoras en aspectos como la prevención, la extinción y la restauración de los terrenos forestales afectados.

Con estas nuevas medidas, los planes de actuación autonómicos se aplicarán de manera ininterrumpida durante todo el año. Para armonizar la respuesta, el MITECO ha restablecido unos mínimos de dotación, medios materiales y equipamiento entre todos los territorios para hacer frente a la extinción del fuego. Además, cuando el riesgo de incendios sea muy alto o extremo, se prohibirán actividades que pueden ser causantes de fuego.

De esta manera, se reforma el artículo 48 de la Ley 43/2003 de Montes y, cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emita esta alerta roja, se prohibirá encender fuego en todo tipo de espacios abiertos, se suspenderá temporalmente la quema de rastrojos y no se podrá utilizar maquinaria agrícola que cause deflagración, chispas o descargas eléctricas.

Para ello, la AEMET mantiene disponible un visor que representa el riesgo de incendio en todo el territorio nacional. El nivel de alerta coloreado en el mapa, dividido en comunidades autónomas y provincias, predice el riesgo con una antelación de hasta siete días y divide en cinco niveles la probabilidad de que se inicie un nuevo foco: riesgo bajo, moderado, alto, muy alto y extremo. A dicho visor se une el que ofrece el propio Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (EFFIS) con información para cada una de las comunidades autónomas.

Un cambio en la gestión forestal

En un contexto marcado por el cambio climático es fundamental que adaptemos nuestros bosques a este nuevo escenario. Jonathan Troncho, técnico de proyectos en la Fundación Pau Costa, explicó a Maldita.es que es crucial invertir en estrategias que ayuden a los bosques a adaptarse a este nuevo escenario marcado por la crisis climática que en políticas encaminadas a la prevención de incendios.

"Mientras no cambie el enfoque de la gestión forestal se va a seguir teniendo el mismo problema". En esta línea, Mónica Parrilla, responsable de Biodiversidad en Greenpeace, subraya la importancia de “una gestión forestal sostenible” que reduzca la probabilidad de que se inicien nuevos fuegos.

La ingeniera forestal nos contó cómo estas masas forestales, además de estar bien cuidadas, han de ser lo más irregulares posible. “Todo esto pasa por más recursos humanos y económicos, independiente de la administración de la que sea competente. Al final este decreto es de medidas urgentes, ante la gravedad de la situación, pero se ha de garantizar que las comunidades autónomas tengan acceso a fondos suficientes para que se atienda a la gestión forestal”, recalcó Parrilla.


Primera fecha de publicación de este artículo: 17/08/2022

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