En ocasiones el humo provocado por un incendio forestal puede recorrer grandes distancias hasta llegar a provincias o países diferentes. Es lo que ha ocurrido el 16 de agosto de 2022 con el incendio de Vall d'Ebo (Alicante), cuya humareda ha alcanzado las islas Baleares, o el del municipio de Guarda, junto a la frontera oeste de Portugal, que ha cubierto de olor a humo la ciudad de Madrid, como informó el servicio de emergencias.
El divulgador MeteoMadrid ha compartido imágenes satelitales del humo desplazándose desde Portugal hacia el interior de la península ibérica a través de Extremadura hasta alcanzar la capital. El humo también se percibió en la provincia de Ávila, cuyo servicio de emergencias recibió diversos avisos de ciudadanos.
El viento en capas bajas y medias de la atmósfera, su dirección e intensidad son factores importantes
“No siempre el humo de un incendio alcanza la misma altura o se desplaza en la misma capa de aire. Las temperaturas, la dirección o la fuerza del viento a diferentes niveles en la atmósfera condicionan el recorrido del humo tanto en el plano horizontal como en el vertical”, ha indicado MeteoMadrid en Twitter.
En esta línea responden desde la AEMET a Maldita.es preguntados por las condiciones necesarias para que el humo de un incendio alcance grandes distancias. En primer lugar depende de la extensión del incendio: en principio, un incendio pequeño no causaría humaredas con ese potencial de expansión. Pero sobre todo depende del “viento que haya en niveles altos y niveles medios” de la atmósfera, junto con su dirección e intensidad.
“Desde hace tres o cuatro días estamos teniendo vientos en altura mayores de lo habitual, pero lo normal es que el humo de los incendios no se extienda tanto porque [en verano] los vientos no suelen tener ni la fuerza ni la persistencia que están teniendo estos días”, explica Benito Fuentes, meteorólogo de la AEMET, a Maldita.es, sobre el incendio de Portugal cuyo humo ha llegado a Madrid.
Un ejemplo de incendio percibido desde continentes diferentes tuvo lugar en enero de 2020, cuando el humo producido por los incendios en Australia llegó hasta Chile, según informó el servicio meteorológico chileno. En esta ocasión, la columna de humo recorrió más de 10.000 kilómetros. En 2016, el humo del incendio en Fort McMurray (Canadá) viajó a través del océano Atlántico hasta llegar a la costa norte de la península ibérica.
Cómo reducir el riesgo que el humo de los incendios supone para la salud
El humo de los incendios forestales está compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas emanadas por la vegetación y otros materiales al quemarse. Respirarlo puede tener efectos inmediatos en la salud y agravar las enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Los incendios forestales pueden provocar tos, dificultad para respirar, ardor en los ojos, irritación de la garganta, moqueo, dolor de pecho y de cabeza, cansancio, taquicardias y ataques de asma, explicó a Maldita.es Javier Abella, técnico en emergencias sanitarias y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
Para reducir estos efectos, lo mejor es evitar respirar el humo. Además de consultar la calidad del aire, Abella recomienda impedir que el humo entre en el interior de casas y otros locales cerrando puertas y ventanas. “En caso de utilizar aire acondicionado, se debe cerrar la entrada de aire exterior y mantener el filtro limpio”, según el experto.
Para que la contaminación del aire interior no aumente, los CDC aconsejan evitar fumar y pasar la aspiradora, ya que hacerlo puede mover las partículas presentes en el hogar. “Si las concentraciones de humo son altas, no encienda nada que queme como, por ejemplo, velas o la chimenea”, añade. En este artículo explicamos más consejos para minimizar en lo posible los riesgos y daños para tu salud de los incendios forestales.
