Reportaje de Aida Cuenca publicado originalmente en Climática/La Marea el 29 de julio de 2022.
Reino Unido todavía se está recuperando de las altas temperaturas que sufría apenas hace una semana. A pesar de que ha superado los días más difíciles de la peor ola de calor desde que se tienen registros, alcanzando por primera vez los 40 ºC, las máximas han hecho mella en el territorio. Todo ello lleva a los expertos a analizar, una vez más, el grado de influencia del cambio climático.
El planeta se ha calentado desde la revolución industrial cerca de 1,2 ºC debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. De no haberse producido este calentamiento extra, la ola de calor no habría afectado al Reino Unido de la forma en que lo ha hecho. Es más, las probabilidades de un episodio de temperaturas extremas como el vivido este mes habría sido “extremadamente bajo” e incluso “estadísticamente imposible en dos de las tres estaciones analizadas”, concluye un nuevo estudio de la World Weather Attribution (WWA), el grupo referente en estudiar cómo y cuánto influye el cambio climático en un evento extremo.
En total, 21 investigadores e investigadores de diferentes países han llegado a varias conclusiones tras comparar datos meteorológicos anteriores al aumento global más de 1 ºC de finales del siglo XIX con datos actuales. Concretamente, con los datos de los dos días más calurosos de la semana pasada en la zona más afectada: el centro de Inglaterra y el este de Gales.
El estudio deduce así que el cambio climático ha aumentado la frecuencia de episodios como este último al menos diez veces más. Los resultados, sin embargo, son «conservadores», ya que las temperaturas en el oeste de Europa han aumentado más de lo pueden llegar a simular los modelos climáticos estudiados.
Según los patrones, la ola de calor que ha experimentado el Reino Unido en estos días se clasificaría como un “evento poco común” en el clima actual, con unas temperaturas que podrían no repetirse hasta dentro de aproximadamente 100 años. Es más, para el día más caluroso de la historia desde que se tienen registros, el martes 19 de julio, el tiempo estimado de repetición sería de aquí a 1.000 años en la zona analizada.
«Mientras que los modelos estiman que las emisiones provocadas por los gases de efecto invernadero hicieron aumentar las temperaturas en esta ola de calor 2 ºC, los registros meteorológicos históricos señalan que este episodio habría sido 4 ºC más frío en un mundo en el que las actividades humanas no hubiesen provocado tanto calentamiento global», destaca el análisis.
Los desafíos actuales de Reino Unido tras la ola de calor
Ahora la mayor parte del país se encuentra en alerta por lo que califican de «Clima Seco Prolongado». Las autoridades han pedido a la ciudadanía que reduzca su consumo de agua en hogares y zonas verdes privadas para procurar que los ríos sigan fluyendo en unas próximas semanas que se prevén secas sobre todo en el sur y este del país.
A su vez, los servicios de emergencia están agotados por haber atendido llamadas de emergencias, aún sin saber la cantidad de muertes que esta ola de calor ha provocado, sobre todo en los colectivos más vulnerables. Porque los impactos de esta ola de calor han arrasado con todo Reino Unido, pero los niveles de desigualdad son obvios: los barrios que han sufrido más las temperaturas en estos últimos días han sido aquellos con un nivel de ingresos bajos y faltos de zonas verdes, sombra y agua, revela también el estudio.
Según el análisis, las predicciones de la ola de calor y las pertinentes medidas que efectuó el gobierno durante la semana pasada fueron aceptables. Sin embargo, en un contexto en el que las previsiones de los expertos pueden ser algo inciertas a causa de la impredecibilidad del cambio climático, Reino Unido puede sufrir de nuevo consecuencias graves, incluso letales, en pocos años.
Roop Singh, miembro del Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, afirma que «las olas de calor son el tipo de tiempo extremo más mortal en Europa, llegando a matar a miles de personas cada año. Pero no tienen por qué serlo. Muchas de estas muertes se pueden prevenir si se implementean planes de adaptación adecuados. Sin una adaptación rápida y completa y sin recortes de emisiones, la situación solo empeorará».
Fuente de la imagen: Bomberos apagan un fuego en Shirley Hills (Reino Unido) durante la ola de calor. Tomada por Peter Trimming.