Seguro que te ha pasado. Un mando a distancia que ya no usas y cuando lo abres descubres que a la pila le ha salido cierta sustancia, lo que se conoce como pila sulfatada. “El proceso de sulfatación suele ocurrir más en las baterías de los coches que en las pilas”, explican a Maldita.es desde el portal Recicla tus pilas, impulsado por la Junta de Andalucía y otras instituciones.
“La sulfatación se produce cuando una batería de plomo-ácido se ve privada de una carga completa”, resume la web especializada Battery University. Es muy habitual en las baterías de arranque de los coches que circulan por la ciudad con accesorios que requieren mucha carga, pues un motor en ralentí o a baja velocidad no puede cargar la batería lo suficiente, ejemplifican.
Cuando la batería está en uso (o sea, mientras se descarga), se forman pequeños cristales de sulfato de plomo de apariencia esponjosa, que son normales y no perjudiciales. El problema llega “si se tarda varios días o bastantes horas en poner a cargar la batería”, pues esos cristales de sulfato de plomo van aumentando de tamaño con el tiempo, explican en el portal Comercialcaravaning, centrado en las autocaravanas, que utilizan baterías para proveer de electricidad a los distintos servicios del vehículo.
La sulfatación “es la causa número uno de fallo temprano de las baterías”, dicen en esta otra web especializada, CrownBattery. Para evitarlo hay que cargar completamente la batería antes de guardarla. En Battery University recomiendan usar iones de litio, “una batería que prefiere una carga parcial a una carga completa”. Estas son las diferencias principales entre las baterías de plomo-ácido y las de litio.
En cuanto a las pilas de aparatos domésticos, también pueden sulfatarse si el dispositivo, como un mando a distancia o una radio vieja, lleva sin utilizarse varios años. Aunque esto “es menos usual, es bastante raro que ocurra”, aseguran desde el portal Recicla tus pilas. Cuidado, porque si alguien ingiere una pila sulfatada o la rompe con los dientes, puede sufrir una irritación en la boca que hay que tratar.
"En las pilas alcalinas que usamos para alimentar los equipos domésticos hablaríamos de oxidación. Con el tiempo, las pilas alcalinas son propensas a presentar fugas de hidróxido de potasio, un agente cáustico que puede causar irritación de las vías respiratorias, los ojos y la piel", cuenta a Maldita.es Joan Masip, profesor y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.
Recuerda que es importante desechar correctamente las pilas usadas, pues contienen elementos químicos como el cadmio, el níquel o el mercurio que pueden contaminar el suelo y el agua o emitir gases de efecto invernadero si se queman. Guardarlas en el típico “cajón de sastre” de casa puede provocar incendios.
Para la redacción de este artículo nos han ayudado el maldito Joan Masip.
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