Todos los productos que compramos generan un residuo que puede afectar al medioambiente. Por eso es importante reducir el número de productos que adquirimos, reutilizar los que ya hemos consumido y, cuando ya no sirvan, reciclarlos. Por ese orden. Se conoce como la regla de las 3 R y te la hemos explicado en Maldita.es.
Llegado el momento de reciclar, se plantean muchas preguntas… ¿Cómo se recicla un test de embarazo? ¿Y las mascarillas que hemos usado durante la pandemia? ¿Y las chapas de las botellas de vidrio después de abrirse una cerveza? Todo esto también lo hemos aclarado en Maldita.es y lo resumimos en el Día Mundial del Reciclaje.
Por qué la prioridad debe de ser reducir y reutilizar antes que reciclar
En la economía circular, el objetivo es mantener los materiales dentro de la economía siempre que sea posible. Por esta razón, "cualquier solución que evite que algo se termine convirtiendo en un residuo que haya que tratar será mejor que el reciclaje", explicó a Maldita.es el consultor ambiental Fernando Follos.
Por tanto, "si queremos solventar el problema de los residuos y del consumo de recursos tenemos que reducir el consumo, evitar la generación del residuo y reutilizar los productos”, destacó el experto en el artículo publicado en Maldita.es.
Los test de embarazo digitales o de doble raya: mejor al punto limpio
Los test de embarazo digitales contienen una pila y un circuito electrónico, por lo que debe llevarse a un punto limpio. Si no es posible, podría tirarse al contenedor gris “y ser la entidad local la que, ya en la planta de tratamiento, lo separe en los procesos de triaje mecánico o manual para evitar que acabe en el vertedero”, explica Roberto Longueira, experto en gestión de residuos industriales peligrosos y no peligrosos y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.
Independientemente de la opción, tanto Longueira como la organización Ecoembes destacaron a Maldita.es que es muy importante extraer la pila que lleva este test, ya que son “altamente contaminantes” y deben tratarse por separado. Esta batería puede llevarse tanto al punto limpio como a los contenedores específicos de recogida de pilas, según ambas fuentes. Los manuales de instrucciones de las pruebas de embarazo digitales incluyen información sobre cómo retirar la pila antes de desechar el resto del producto.
Por otro lado, para los test de embarazo de tira test-control, los de doble raya, Ecoembes precisa que no se reciclan en ninguno de los contenedores domésticos y también deben desecharse al punto limpio (y no en un punto SIGRE). En este artículo te contamos todos los detalles sobre cómo se recicla un test de embarazo.
La chapa de las botellas de vidrio: al contenedor amarillo
Las tapas y tapones de plástico, de metal y chapas van al contenedor amarillo, como explica en su web la organización Ecoembes y te contamos en Maldita.es. La composición de las chapas es aluminio, uno de los materiales más reciclados. Además, todo el aluminio usado es reciclable, según la gestora del contenedor amarillo.
Mascarillas: al contenedor gris y, si estabas contagiado, dentro de tres bolsas
Las mascarillas de un solo uso, al igual que los guantes en su día, no deben tirarse al contenedor amarillo. Deben ir al contenedor de restos (gris), tal y como explica Ecoembes en su web. Si la mascarilla ha pertenecido a un paciente contagiado, debe reunirse con el resto de residuos (guantes, pañuelos…) en una bolsa de plástico con cierre hermético que a su vez se meterá en otra bolsa a la salida de la habitación del enfermo. El cuidador introducirá esta en otra bolsa más para depositarla en el contenedor gris.
Y, sobre todo… ¡nunca al suelo! Durante la pandemia en la que aún estamos inmersos se ven continuamente mascarillas tiradas en las aceras, los descampados o los parques. La Sociedad Española de Microbiología considera muy importante que no se tiren al suelo: “Nada más intrigante que una mascarilla tirada en la calle o en el parque para que los niños o los gatos callejeros jueguen con ella o, en el mejor de los casos, contaminar el medio ambiente”.
Árboles de Navidad: algunos ayuntamientos los replantan, hacen 'compost' o artículos de jardinería
Tras las fiestas navideñas, cientos o miles de los abetos naturales que fueron utilizados para formar el árbol de Navidad son desechados. En 2019, el Ayuntamiento de Madrid recogió 371 árboles y el de Barcelona hizo lo propio con 9.180 abetos que habían servido para decorar las casas, como contamos en Maldita.es. Pero las iniciativas municipales para reutilizar los árboles de navidad son distintas.
En Madrid los abetos se replantan tras pasar una temporada en barbecho. Por ejemplo, en 2019, de los 371 árboles recolectados, sólo 116 se encontraban en buen estado. El resto permanecieron bajo los cuidados de los jardineros municipales y una parte de ellos, los que estaban “deteriorados, sin garantías de volver a un entorno natural”, se convirtieron directamente en compost. En Barcelona, los árboles se trituran y se dejan en reposo para convertirlos en mulching (un acolchado natural que protege el suelo vegetal y evita la pérdida de humedad) para mejorar los jardines y espacios verdes de la ciudad.
