49,6ºC un 29 de junio de 2021. Ese es el nuevo récord de temperatura máxima registrada en Canadá desde que hay registros, superando en 4,6ºC el récord anterior de 1937. Los dos días anteriores, Lytton, localidad de la Columbia Británica, volvió a romper en dos ocasiones la temperatura máxima registrada en Canadá. Por ponerlo en perspectiva, esta temperatura es superior en casi tres grados al récord de España: 46,9ºC en Córdoba en julio de 2017, explica a Maldita.es, Rubén del Campo, portavoz adjunto de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Esta ola de calor "es absolutamente extraordinaria en cuanto a su intensidad", destaca.
Esta ola de calor también ha roto el récord de temperatura por encima del paralelo 60 Norte que pasa por Finlandia, Noruega, Suecia, Rusia y Canadá: 39,6ºC en Fort Smith (Canadá). "Tantos récords se han superado que es difícil hacer un seguimiento", afirma la Organización Meteorológica Mundial (OMM). "Las temperaturas que se han estado registrando en la zona han estado más de 20ºC por encima de lo normal, según la climatología. Ha hecho más calor en zonas del oeste de Canadá que en Dubái, por ejemplo", señala a Maldita.es Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable del área de meteorología de eltiempo.es. Los mínimos de temperatura de madrugada han sido mayores que las máximas habituales de día para finales de junio, ha explicado el meteorólogo canadiense Armel Castellan. ¿Cómo y por qué se ha llegado a estos niveles de calor en una zona tan al norte? ¿Qué papel ha podido jugar el calentamiento global? Lo explicamos con la ayuda de la ciencia climática.
Un anticiclón, responsable de la cúpula de calor detrás de las temperaturas extremas
"El patrón de presión atmosférica está detrás de esta ola de calor
histórica", señala Mar Gómez. Las altas presiones, un potente anticiclón, se instauró sobre el oeste de Norteamérica deteniendo la entrada de aire marino frío. Esta situación ha creado una cúpula de aire muy cálido "en niveles medios y altos de la troposfera, que se calienta más al descender hacia la superficie, un descenso causado por las altas presiones. Además, el sol brilla con fuerza, generando un calentamiento adicional" día tras día, aclara del Campo.
A estos factores hay que sumar la geografía de la zona de Lytton: al estar en un valle a sotavento (ladera al resguardo del viento), el efecto Föhn hace que llegue aire más cálido y seco a la localidad. Este efecto se produce cuando una masa de aire es obligada a ascender al encontrar una montaña. Esto enfría el aire y condensa el vapor de agua, que a menudo precipita. Al descender por la otra cara de la montaña, la masa de aire ha perdido su humedad y se trata de un aire seco que desciende rápidamente aumentando la presión atmosférica y por tanto la temperatura.
Una ola de calor tan extrema hubiese sido "casi imposible" sin el cambio climático
La Organización Meteorológica Mundial recuerda que este calor al comienzo del verano ocurre en un contexto de cambio climático inducido por las actividades humanas, con temperaturas globales 1,2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
"Las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas a medida que las concentraciones de gases de efecto invernadero provocan un aumento de las temperaturas globales. También estamos observando que empiezan antes y terminan más tarde, y que hacen cada vez más daño en la salud humana", ha explicado Omar Baddour, jefe de la División de Vigilancia y Política del Clima de la OMM.
El científico climático del Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido, Nikos Christidis, ha dicho, según recoge el comunicado del OMM, que "sin el cambio climático inducido por el ser humano, habría sido casi imposible alcanzar tales temperaturas medias récord en junio" porque "la probabilidad de que se produzca de forma natural es de una vez cada decenas de miles de años. En el clima actual, conseguir un junio extremadamente caluroso es habitual y es probable que ocurra dos veces en tres décadas. Sin embargo, un análisis de muchos modelos informáticos sugiere que a finales de siglo es más probable que se lleguen a estas temperaturas extremas a que no. Se calcula que la influencia humana ha aumentado varios miles de veces la probabilidad de que se produzca un nuevo récord" de temperatura máxima.
Para Mar Gómez, "es correcto afirmar que, en el escenario de cambio climático previsto, estos episodios pueden extenderse y adquirir más intensidad". Por su parte, Rubén del Campo también destaca el contexto del calentamiento global en esta ola de calor sin precedentes porque, "aunque faltan estudios de atribución más precisos" para poder achacarlo al cambio climático, "preliminarmente es muy probable que esta ola de calor no se hubiese producido si no estuviésemos ya en un escenario de cambio climático"
El 7 de julio de 2021, científicos de un grupo internacional dedicado a analizar la influencia del calentamiento global en fenómenos meteorológicos extremos han hecho un análisis rápido de atribución de esta extraordinaria ola de calor en Canadá y Estados Unidos y han concluido que el calor extremo que se vivió fue "prácticamente imposible sin el cambio climático provocado por el ser humano" y que mientras continúe el calentamiento global estas olas de calor extremo "serán mucho menos raras". *
Muertes y otros impactos negativos de esta ola de calor extremo
La OMM también señala en su web que este evento sin precedentes tiene múltiples impactos de gran magnitud: temperatura corporal anormalmente alta en personas, animales y plantas; una peor calidad del aire por la acumulación de contaminantes por el aire caliente estable, el riesgo de incendios forestales; la posibilidades de avalanchas por el derretimiento de glaciares de montaña, daños y malfuncionamiento de infraestructuras y sistemas de transporte no preparados para temperaturas tan altas y muchos otros riesgos sociales y económicos.
A falta de datos definitivos, en la provincia canadiense de la Columbia Británica se han producido 486 muertes durante los 5 días de ola calor frente a las 165 muertes habituales que ocurren en ese mismo período de tiempo. Es decir, las muertes han aumentado un 195% durante la ola de calor. "Aunque es demasiado pronto para decir con certeza cuántas de estas muertes están relacionadas con el calor, se cree probable que el aumento significativo de las muertes registradas sea atribuible al clima extremo que ha experimentado la Columbia Británica y que sigue afectando a muchas partes de nuestra provincia", dijo el 1 de julio de 2021 la forense Lisa Lapointe en un comunicado.
* Actualizado el 9 de julio con un análisis rápido de atribución.