Más de 70 sociedades y organizaciones médicas (entre ellas la americana, la británica y la australiana) han declarado durante los últimos meses la emergencia climática. En este artículo explicábamos por qué se utiliza el término de "emergencia climática" en lugar de "cambio climático".
Desde el Centro de Comunicación del Cambio Climático de la Universidad George Mason (EEUU) se muestran positivos con este posicionamiento de las sociedades médicas: "puede ayudar a cambiar la imagen del cambio climático como algo que solo amenaza a los osos polares”. Os contamos a continuación por qué la crisis climática se considera una amenaza para la salud, como la calificó en 2015 la Organización Mundial de la Salud.
Un estudio de la Sociedad Real de Medicina Tropical destaca los mayores desafíos en salud global para los próximos 25 años. Migraciones masivas, enfermedades nuevas y emergentes y el impacto sobre la salud y la nutrición de las fuentes de alimento arrasadas por el clima son los principales. Pero, además, la emergencia climática también empeorará problemas existentes. Las temperaturas más altas en mares y océanos llevarán a “una mayor incidencia de enfermedades relacionadas con agua y toxinas”.
Los expertos de esta sociedad también afirman que los gobiernos y las autoridades sanitarias no están preparándose adecuadamente para las consecuencias médicas del calentamiento global. Además, se muestran preocupados por la amenaza que supone para la salud la desinformación anticientífica.
Por su parte, Médicos Sin Fronteras también ha declarado la emergencia climática. “Estamos viendo de primera mano cómo los factores medioambientales empeoran las crisis humanitarias”, señala la organización en este informe acerca del impacto del cambio climático en la salud. “Podría parecer que el cambio climático no tiene nada que ver con nuestras actividades, pero estamos siendo testigos de su impacto directo e indirecto en nuestros pacientes”.
Nathanaël Momba, enfermera de Médicos sin Fronteras, explica en el texto que su equipo está atendiendo enfermedades en las que influye el clima, como la malaria y la nutrición. “Cada año, cuando comienza la época de lluvias, los casos de malaria aumentan”, añade Momba.
En esa misma línea, el presidente de la Sociedad Médica Australiana, Tony Bartone, ha afirmado que el cambio climático causará cada vez más muertes por los sucesos meteorológicos extremos, como las olas de calor. También aumentará la transmisión de enfermedades que se transmiten por mosquitos, como la malaria. “Estos efectos ya se están viendo en Australia”, ha declarado.
