Estamos asistiendo a una explosión de solidaridad inaudita que se expande por todo el planeta y que parece no detenerse. Mientras la creciente flotilla sigue cruzando el Mediterráneo decidida a romper el bloqueo y tras dos atentados mediante drones explosivos, cientos de miles de personas se están uniendo activamente contra el genocidio del pueblo palestino. Lo hemos visto de forma masiva en México, Catar, Túnez, París, Londres, Bruselas, Roma, Nueva Zelanda, Brasil, en la vuelta ciclista... En Túnez, veintitrés barcos de la delegación magrebí se han unido a la Global Sumut flotilla, fortaleciendo una iniciativa a la que acaba de sumarse el importante buque de emergencias Life Support. De Sicilia ya han zarpado dieciocho buques más con ciento cincuenta personas a bordo, incluyendo cuatro eurodiputados, que se unirán a otros diez buques que permanecen en alta mar y otros seis procedentes de Grecia. La respuesta se ha extendido también al movimiento obrero. Los estibadores de Génova han anunciado un boicot advirtiendo que paralizarán los puertos de Europa si no se garantiza la seguridad de la flotilla. La decisión ya ha recibido el apoyo total.