¿El juez Ángel Hurtado ha manipulado y filtrado información sensible del fiscal general mientras investiga sus supuestas filtraciones?
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11/5/25
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«El juez Ángel Hurtado ha manipulado y filtrado información sensible del fiscal general mientras investiga sus supuestas filtraciones»
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[Transcripción vídeo] "¿Sabían que acaban de filtrar un audio explosivo que demuestra cómo un juez del Tribunal Supremo está protegiendo a quienes defraudaron a Hacienda? Sí, han escuchado bien. El juez Ángel Hurtado, el mismo que investiga al fiscal general del Estado, ha sido pillado en un audio cortando y silenciando pruebas fundamentales. Pero aquí viene lo más grave, mientras investiga supuestas filtraciones, el mismo ha filtrado los datos personales y el domicilio del fiscal general. Coincidencia o venganza política.
Quédense hasta el final porque les voy a revelar quién está realmente detrás de toda esta trama y porque esto puede cambiar completamente el panorama político español. Les aseguro que lo que van a descubrir les va a dejar sin palabras. Pero antes, pongámonos en situación. ¿Se acuerdan del escándalo del novio de Ayuso? Ese que defraudó 350 000 € a Hacienda y luego lo confesó.
Bueno, pues cuando esto salió a la luz, desde el entorno de Ayuso lanzaron un bulo diciendo que la fiscalía le había ofrecido un trato de favor. Era mentira, pero ¿saben qué pasó? Que ahora el fiscal general está siendo investigado por desmentir ese bulo. ¿Les suena raro? Esperen a escuchar lo que viene. Vamos con los hechos. Este miércoles se ha filtrado un audio demoledor de la declaración de Eugenio Ribon, el decano del Colegio de Abogados de Madrid ante el juez Hurtado. ¿Y qué escuchamos en ese audio?
Atención a esto. La abogada del estado está preguntándole a Ribon por datos concretos sobre cómo las supuestas filtraciones han afectado al servicio público. ¿Saben lo que ¿Qué hace el juez hurtado? La corta, la interrumpe, no la deja preguntar. Escuchen sus propias palabras. No le permito que diga que es incierta porque está bajo juramento. Pero saben que es lo verdaderamente escandaloso, que Ribón no tenía ni un solo dato para respaldar sus acusaciones.
Cero pruebas, cero evidencias. Y cuando la abogada intenta demostrarlo, el juez la silencia. Pero retrocedamos un momento. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí. Les voy a contar la secuencia completa y van a alucinar. Primero, Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz-Ayuso, defrauda 350 000 € a Hacienda. Esto no es una opinión, el mismo lo confesó.
Segundo, cuando esto empieza a salir a la luz, Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, lanza un bulo a la prensa. ¿Qué bulo? Que la fiscalía le había ofrecido un pacto al novio de Ayuso, completamente falso. Tercero, la Fiscalía General, para proteger su honor y la verdad, emite un comunicado desmintiendo el bulo. Normal, ¿no? Si alguien miente sobre ti, te defiendes. Cuarto, ¿y qué pasa entonces?
Que denuncian al fiscal general por defenderse de una mentira. ¿Les parece lógico? Ahora viene lo más increíble. La Guardia Civil, en su informe oficial, y esto no me lo invento yo, está en el informe de la UCO, confirma que el fiscal general no habló con ningún periodista la noche de la supuesta filtración. ¿Lo han escuchado bien? Cero llamadas a periodistas. Es más, el informe registra 123 llamadas del móvil del fiscal general en esas fechas.
¿Saben con cuántos periodistas habló? Con ninguno. Todas las llamadas fueron con personal de la fiscalía. ¿Y saben qué más? Hay seis periodistas que han declarado bajo juramento que la información no se la dio el fiscal general. Pero el juez Hurtado, ¿qué hace con estos testimonios. Los ignora, sin explicación, sin justificación, simplemente los descarta. Pero esperen, porque lo que viene ahora es aún más grave.
¿Se imaginan que el juez que investiga las filtraciones sea el mismo quien filtre los datos más sensibles? ¿Que ponga en peligro la seguridad del fiscal general del Estado? Pues no se lo imaginen. Ha ocurrido y tengo las pruebas. Pero antes de contarles este escándalo dentro del escándalo, déjenme preguntarles, ¿no les parece sospechoso que el único investigado sea quien desmintió el bulo y no quien lo creó? Piénsenlo mientras les cuento lo que ha pasado. Aquí viene la bomba.
El juez hurtado, el mismo que supuestamente investiga filtraciones, acaba de cometer la mayor filtración del caso. ¿Qué ha hecho? Ha repartido a todas las partes, incluidas organizaciones ultra como manos limpias, un informe con el domicilio personal del fiscal general. Su número de teléfono privado lo los datos de su ESCOLTA información de otros fiscales hasta datos de periodistas. ¿Se dan cuenta de la gravedad?
El Ministerio del Interior ha tenido que revisar de urgencia la seguridad del fiscal general. Un alto cargo del Estado en peligro por culpa del juez que supuestamente investiga filtraciones. Y aquí viene lo más hipócrita. El mismo juez que el 10 de enero decidió no enviar los vídeos de las declaraciones para evitar filtraciones, ahora reparte alegremente los datos más sensibles. Casualidad o Pero no es solo el fiscal general.
Dolores Delgado, exfiscal general, ha enviado cartas urgentes al poder judicial. ¿Por qué? Porque desde que se filtró su número está recibiendo llamadas anónimas amenazantes. Les leo textualmente su carta. Estoy recibiendo reiteradas llamadas anónimas con la consiguiente zozobra e intranquilidad a la vez que inseguridad para mi persona y mi trabajo profesional. ¿Les parece normal? Una alta funcionaria del Estado acosada porque un juez no ha protegido sus datos.
¿Dónde está la investigación sobre esta filtración? Pero vamos al fondo del asunto. ¿De qué va realmente todo esto? Se los voy a explicar con datos. Dato uno, el único delito probado aquí es el fraude fiscal de González Amador, confesado por el mismo. 350 000 € defraudados. Dato dos, Miguel Ángel Rodríguez mintió cuando dijo que la fiscalía había ofrecido un pacto. Esto está demostrado.
Dato tres, el fiscal general simplemente desmintió una mentira. Desde cuándo defenderse de un bulo es delito. Dato cuatro, no hay ni una sola prueba de que el fiscal general filtrara nada. Ni una. Incluso un magistrado del Supremo, conservador, votó en contra del procesamiento por falta de indicios. Entonces, ¿por qué seguimos con este circo? La respuesta es obvia. Es una persecución política.
Están usando la justicia para proteger a un defraudador confeso y atacar a quien se atrevió a decir la verdad. Recapitulemos lo que hemos descubierto hoy, porque es demoledor. Primero, una audioprueba que el juez hurtado es está silenciando pruebas a favor del fiscal general. Segundo, el mismo juez que investiga filtraciones ha filtrado datos personales poniendo en peligro la seguridad del fiscal general. Tercero, todo este montaje parte de un bulo creado por el entorno de Ayuso para tapar un fraude fiscal confesado.
Cuarto, no existe ni una sola prueba contra el fiscal general, mientras el verdadero delincuente confeso sigue sin ser juzgado. Quinto, estamos ante un uso partidista de la justicia donde se persigue al que dice la verdad y se protege deje al que miente. La pregunta del millón, ¿hasta cuándo vamos a permitir que usen los tribunales como arma política? ¿Cuándo van a juzgar a los verdaderos culpables?"
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