¡20 de mayo, zum, zum, zum! Hoy es Día Mundial de las Abejas, una conmemoración que en Maldita.es ya hemos celebrado recopilando mitos y datos sobre estos pequeños insectos. En esta ocasión vamos a explicar la gran variedad de abejas que existen más allá de la abeja doméstica o de la miel (Apis mellifera), a qué amenazas se enfrentan y cómo su diversidad es clave para afrontar la crisis climática.
Polinizadores en declive
Si empezamos por las amenazas, uno de los enemigos más importantes de estos insectos son los insecticidas neonicotinoides, pero no son el único factor. También los ácaros, los virus y otros parásitos que afectan a las abejas que producen miel. A esto se suma la mala nutrición y cambios de hábitat de las colmenas, que están detrás de las muertes de las abejas, como ya hemos explicado. Las prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra y el cambio climático son otras de sus amenazas.
Entre sus funciones clave está la polinización. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) más del 75% de los cultivos de frutas y semillas del mundo dependen de la polinización. Y, aunque conozcamos sobre todo la abeja doméstica, existen más de 20.000 especies de abeja y se necesitan al menos 50 especies para obtener una adecuada polinización de los cultivos de frutas y verduras, como explica este artículo de SINC. “Cuando se habla de abejas se habla de la abeja de la miel, pero hay miles de especies de abejas silvestres muy esenciales, como los abejorros”, indica a Maldita.es Concepción Ornosa, profesora del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) especializada en abejas.
“Las abejas silvestres, unas 1.100 especies en la península ibérica, juegan un papel polinizador mucho mayor que el que tradicionalmente se les ha asignado. Muchas de ellas son más eficientes polinizadoras que las especies domésticas, como la abeja de la miel. Su déficit podría provocar graves consecuencias sobre la biodiversidad global”, advierten Ornosa y otros dos investigadores de la UCM en su informe Análisis de la situación y propuestas para la conservación de los insectos realizado para la campaña ‘Sin insectos no hay vida’ de Ecologistas en Acción y la Asociación Española de Entomología.
Estos insectos corren el peligro de extinguirse y casi el 35% de los polinizadores invertebrados, sobre todo las abejas y las mariposas, están en peligro de extinción a nivel mundial, advierte Naciones Unidas. La cantidad de insectos en general se ha reducido en un 49% y se ha perdido un 27% en el número de especies por la agricultura intensiva y el calentamiento global. Los himenópteros, el orden que incluye a las abejas, son de los grupos de insectos más afectados. Un estudio del año 2017 de Ornosa constata que en los Pirineos españoles hay un declive de los abejorros, que son “los mejores polinizadores, mejores aún que las abejas de la miel”, aclara la entomóloga. De las 37 especies conocidas de abejorros, no detectaron la presencia de nueve de ellas.
Su reducción afecta a nuestra dieta
Como casi el 90% de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse, con el declive de la población de estos polinizadores, algunos cultivos ricos en nutrientes como las frutas, los frutos secos y muchas hortalizas serán sustituidos con más frecuencia por cultivos básicos como el arroz, el maíz y la patata, lo que podría desembocar en una dieta desequilibrada, alerta la ONU.
Sólo en la Unión Europea, el 84% de las especies de cultivos dependen, al menos en parte, de la polinización animal y hasta casi 15.000 millones de euros de la producción agrícola anual de la Unión Europea se atribuye directamente a los insectos polinizadores. Por lo que los polinizadores juegan un papel clave en ayudar a alimentar de manera sostenible a una creciente población mundial y ayudan a mantener la biodiversidad y los ecosistemas silvestres.
Los polinizadores ayudan a la creación de medios resilientes y a crear nuevos puestos de trabajo para pequeños agricultores, satisfaciendo la progresiva demanda de alimentos sanos y nutritivos y de otros productos no alimentarios. “Se requieren medidas urgentes de conservación” para las poblaciones de abejas y abejorros y sus hábitats y “desarrollar programas de protección más restrictivos”, indican Ornesa y sus dos colaboradores en su informe. La Asociación Española de Entomología promueve la creación de reservas entomológicas, áreas con poblaciones de especies singulares, endémicas o amenazadas y comunidades con alta diversidad de especies para su conservación.
¿Qué hacer para proteger a las abejas?
Ante este escenario negativo, la FAO da varios consejos para ayudar a estos zumbones polinizadores:
- Pon plantas nativas en tu huerto, jardín, terrazas y macetas. Las plantas autóctonas y locales son las que mejor se adaptan a las abejas nativas y se necesitan mutuamente para sobrevivir. Una forma aún mejor de devolverles el favor que nos hacen las abejas es plantar distintas plantas locales que florezcan en distintas épocas del año.
- Compra miel sin refinar a los agricultores locales. También puedes comprarle cera de abeja u otros productos apícolas directamente a ellos.
- Haz una fuente de agua para abejas. Pon un cuenco de agua limpio y poco profundo, con piedras o palos para que las abejas no se ahoguen para que tengan una buena manera de dar a las abejas un lugar de descanso y algún refresco necesario.
- Evita los pesticidas, fungicidas o herbicidas en tus jardines. Pueden matar a los polinizadores y envenenar las colmenas con el néctar o el polen contaminado que traen las abejas de las plantas tratadas. Intenta encontrar soluciones naturales a las plagas de las plantas de tu jardín.
- Aprende más sobre las abejas y vence tu miedo. Las abejas no son generalmente peligrosas. No todas las abejas pican y las que lo hacen es porque es su mecanismo de autodefensa y no atacan intencionadamente a los humanos. Si comprendes mejor cómo respetarlas, puedes aprender a convivir pacíficamente con estas criaturas.
- Protege las colonias de abejas silvestres.
- Apadrina una colmena.
- Ayuda a mantener los ecosistemas forestales.
Consejos para agricultores y apicultores:
La ONU tiene también una serie de recomendaciones para estos dos grupos de profesionales del campo:
- Reserva algunas zonas como hábitat natural.
- Crea setos con plantas autóctonas que florezcan en distintas épocas del año.
- Reduce o modifica el uso de pesticidas.
- Respeta los lugares de anidación.
- Siembra cultivos atractivos alrededor del campo. A las abejas les gustan, por ejemplo, el girasol y el café y árboles frutales como el aguacate y el mango.
Primera fecha de publicación de este artículo: 20/05/2022