La palometa, también conocida como japuta, es como se conoce a varias especies de peces habituales en nuestra gastronomía. A la hora de cocinarlos o comerlos, puede que alguna vez te haya parecido ver en su carne algo similar a un gusano y, esta semana, nos habéis consultado de qué se trata exactamente. La respuesta corta es que son parásitos que, aunque no infectan a las personas, sí pueden provocar reacciones alérgicas.
Como decimos, estos peces sirven como anfitriones de varios parásitos con forma de gusano, similares al nematodo Anisakis simplex, que puede provocar alergias y alteraciones digestivas. Es por este motivo por el que se debe congelar el pescado de agua salada que se pretenda comer crudo o poco cocinado.
Otros posibles parásitos con forma similar al del gusano de la palometa son los trematodos Bathycreadium biscayense, Gotocotyla acanthura, Lecithocladium excisum, Lepidapedon elongatum, Neosteganoderma glandulosum, Pyragraphorus hollisae, Steganoderma abyssorum, Winkenthughesia bramae y cestodos como Anthocephalus reptans, según indica la ‘Guía sobre los principales parásitos presentes en productos pesqueros’, editada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Centro Técnico Nacional de Conservación de Productos de la Pesca y la Acuicultura.
Queda otro parásito por explicar, precisamente el que probablemente hayas visto en la palometa (Brama brama): el cestodo Gymnorhynchus gigas, conocido como "el nervio de la palometa", que al igual que el Anisakis, no parasita a humanos pero puede causar reacciones alérgicas, como ha explicado en Twitter Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos.