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Los productos ultraprocesados veganos no son más saludables que el resto: la recomendación es consumir cuantos menos, mejor

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Las guías para una alimentación saludable, como el Plato de Harvard o la pirámide invertida de la nutrición, son claras respecto a cuál debe ser la base de nuestra dieta: lo ideal es que la mitad de nuestro menú esté compuesto por vegetales y frutas, seguido de granos integrales y proteína saludable, ambos en proporción más o menos similar (25%). 

Sabiendo que dietas como la vegetariana o la vegana hacen un uso habitual de frutas y verduras (tip número uno de estas guías), que además son saludables y recomendables, siempre y cuando sean equilibradas, y que ese 25% de proteína no tiene por qué proceder exclusivamente de fuentes animales, todo parece apuntar a que estas alternativas alimentarias en las que se limita o se prescinde de productos de origen animal siempre van a ser saludables, ¿no? Negativo: en una dieta vegetariana o vegana, al igual que en la habitual u omnívora, también pueden asomar la cabeza los productos ultraprocesados, que suponen un flaco favor para nuestra salud

Pensar que un alimento es saludable por el mero hecho de ser vegetariano o vegano “es erróneo -puedes seguir una dieta vegana a base de patatas fritas, refrescos y galletas-, pero parece una verdad irrefutable”, afirma Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos en este artículo de El Comidista.

“La comida saludable como frutas, verduras, frutos secos, legumbres y aceite de oliva la hemos tenido toda la vida; pero diría que alrededor del 90% de lo que hemos añadido, de los nuevos productos veganos que salen al mercado, son ultraprocesados y altamente insalubres”, señala Lucía Martínez, dietista-nutricionista experta en nutrición vegana en este artículo de La Vanguardia.

Según explica la experta en el podcast Zumo de Araña, la industria alimentaria ha percibido que las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana conformaban un target que iba creciendo y que, ideando productos dirigidos a ellos, no solo cubrían este sector, sino también aquel conformado por gente no vegetariana o vegana que consume estos productos creyendo (erróneamente) que son más saludables. Sin embargo, los productos ultraprocesados, sean o no vegetarianos o veganos, son perjudiciales para nuestra salud. 

Los productos ultraprocesados tienen consecuencias en nuestra salud, sean o no vegetarianos o veganos 

Como recuerda el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en la actualidad, no existe una norma legal que establezca una definición específica para el concepto de alimento ultraprocesado. Para hacernos una idea, al referirnos a ellos, señalamos aquellos productos alimenticios hechos con sustancias procedentes de otros alimentos (como aceites, grasas, harinas, pastas, almidones o azúcares), sal, otros conservantes y, a menudo, aditivos saborizantes y colorantes que se han sometido a diferentes técnicas de procesamiento.   

Tanto sus ingredientes, entre los que son habituales los azúcares añadidos, las harinas y aceites refinados y el exceso de sal, como la alteración del sentido del gusto que suponen, acostumbrándonos a intensos sabores y atractivas texturas, son el motivo por el que, según las guías alimentarias y el modelo de alimentación saludable, debamos comer cuantos menos, mejor. Recomendación completamente independiente de que se traten o no de productos vegetarianos o veganos.  

El vegetarianismo y el veganismo no implican una alimentación saludable

En palabras de Martínez y según apunta la evidencia científica, hasta hace unos años, la población vegetariana y vegana solía llevar una dieta más saludable que la población general (aunque hay excepciones), ya que no disponían de muchas de las opciones insanas de esta. 

No tenían la opción de comer en una cadena de comida rápida, no consumían embutidos, ni había pizzas con queso vegano, ni imitaciones de postres lácteos repletos de azúcar, galletas o cremas de cacao veganas. “Tenían sus vegetales, frutas, legumbres, frutos secos… era ‘complicado’ equivocarse”, señala el dietista-nutricionista Aitor Sánchez en el mismo podcast. 

Sin embargo, hoy en día el contexto es diferente y la oferta de productos ultraprocesados veganos es cada vez más similar al resto. El mensaje de salud en relación a estos productos, a pesar de ser veganos, debería ser el mismo que para el resto, según Martínez: “A nivel de salud, estos son productos ultraprocesados son poco recomendables y deberíamos reducir su consumo lo máximo posible”.  

Sánchez propone un claro ejemplo: en caso de que saliese al mercado un nuevo tipo de bollo industrial, el calificativo ‘vegano’ no sería motivo suficiente para dejar de alertar sobre su esencia de producto poco saludable. “Un cruasán, por ejemplo, es insalubre per se. Uno vegano podría serlo incluso más, en caso de utilizar grasas hidrogenadas (trans) en vez de mantequilla”, añade Martínez. 

Esto no quiere decir que una alimentación vegana o vegetariana no pueda ser saludable, todo lo contrario. Eso sí, para ello es imprescindible el consumo de alimentos frescos y la disminución del consumo de los ultraprocesados en la medida de lo posible.

Este contenido es apoyado por la iniciativa “Alimentando el cambio” de ALPRO en el que Maldita.es colabora elaborando contenidos independientes según su metodología.


Primera fecha de publicación de este artículo: 02/12/2021

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