Si hay algo de lo que, no se sabe muy bien por qué, es habitual echar mano cuando intentamos ‘mejorar nuestra alimentación’, ‘reducir la cantidad de ultraprocesados’ y, en definitiva, ‘comer mejor’, es de las tortitas de cereales. Nos referimos a los productos con la apariencia de una especie de oblea de arroz, maíz y similares aderezadas la mayor parte de las veces con chocolate, sabor barbacoa, esencia mediterránea… ¿Son realmente saludables? ¿Sirven para adelgazar?
Lo primero de todo, no debemos olvidar que siguen siendo un producto ultraprocesado, con lo que esto supone para la salud. Lo segundo, que su poco peso puede hacernos comer de más y desplazar el consumo de alimentos realmente interesantes para nuestra salud. Lo tercero, pero no por ello menos importante: no, no existen alimentos ‘para adelgazar’, ni este lo hace ni tampoco cualquier otro.
“Las tortitas o snacks de maíz-arroz no son un gran tentempié. Normalmente suelen llevar un exceso de sal, además de incluir productos refinados y aceites de poco interés nutricional. Un tentempié más barato al peso, más saciante y mucho más práctico es simplemente una fruta o unos frutos secos”, explica en El Comidista el dietista-nutricionista Aitor Sánchez.
¿De qué están hechas estas tortitas?
Aunque se vendan como productos saludables idóneos para dietas cuyo objetivo es la pérdida de grasa, quedan lejos de conseguir tal puesto en el podium de los alimentos verdaderamente interesantes, nutricionalmente hablando, para nuestra salud.
Es cierto que, como explicaba Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos en Saber Vivir, “las [tortitas] que son básicas, las que no tienen sabores ni chocolate, tienen un alto porcentaje de cereales, en torno a un 95%: las de maíz, maíz; las de arroz, arroz…”. Lo realmente interesante, añade, es que fueran 100% integrales, ya que “son las más saludables y las más saciantes”. Puedes ver el resto del vídeo en Saber Vivir.
Ahora bien, si son ‘todo’ cereal… ¿Qué las hace tan apetecibles y sabrosas? En primer lugar, su gran cantidad de sal que “ni ‘gusta’ a nuestro corazón ni a nuestras arterias”. En segundo, que suelen llevar aceites vegetales no demasiado interesantes para nuestra salud. “A veces se destaca en el etiquetado como ‘aceite de oliva’. No nos dejemos llevar por ello, porque es un reclamo”, advierte Robles.
En realidad, añade, el producto puede tener muy poca cantidad de aceite de oliva: “Generalmente llevan otros aceites vegetales que no se destacan en el etiquetado y que, en ocasiones tienen hasta un 15% de grasa. La mayor parte de ella no viene de ese aceite de oliva que se usa como reclamo, sino de grasas saturadas procedentes, por ejemplo, de la manteca de cacao en las tortitas de arroz que llevan chocolate blanco o negro”.
Es decir, por mucho que los envases alardeen de contener ‘albahaca, especias…’ (y muchas cosas bonitas, si lo que quieres fabricar es una Supernena), no estaremos comiendo algo similar a una ensalada. “Eso es lo que nos quieren hacer creer, pero nada más lejos de la realidad”. Lo primero, en relación al aceite, porque, como hemos comentado, se encuentra en muy poca cantidad. Segundo, de tomate y albahaca, etc. llevan cantidades tan pequeñas que se usan solo con fines aromatizantes. “Así que, aunque suena a dieta mediterránea y tenga ese envase, esa apariencia… el olor, el sabor… Es solo lo que parece, nada más”.
“Pero, si pesa poco, es que engorda poco… ¿No?”
Adelgazar, no adelgazan. Ni este, ni ningún otro producto alimentario. De hecho, en Maldita.es ya explicamos por qué los alimentos ‘con calorías negativas’, de manera aislada, tampoco funcionaban en relación a este objetivo.
En el caso de las tortitas, es cierto que pesan poco, unos 7,5 gramos cada una. El problema es que, por norma general, “no tomamos solo una”: “Solemos tomar tres, cuatro o más precisamente porque pesan poco. Todo lo contrario de lo que pasa con una manzana o una zanahoria que pesan más, porque tienen mucha cantidad de agua y tienen muchos nutrientes”, afirma Robles.
Además, “no podemos pensar en el equilibrio energético como principio físico sin considerar también los mecanismos biológicos que promueven el aumento de peso. Es decir, basarnos solamente en el equilibrio de calorías consumidas vs. gastadas sin tener en cuenta nada más es simplemente banalizar el metabolismo”, como explicaba Diana Díaz Rizzolo, doctora en biomedicina, nutricionista y profesora en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).
La recomendación de Robles es optar por tentempiés más saludables y nutritivos, como la fruta. “Tienen más nutrientes, más fibra… Y no tenemos que preocuparnos ni por la cantidad de sal ni por el tipo de grasa que lleven ni de andar mirando la lista de ingredientes, porque no lleva lista de ingredientes, no le hace falta, es perfecto, así, tal cual lo vemos”.