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¿Qué es la retención de líquidos y qué relación tiene con la alimentación?

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Te sientes hinchado o hinchada, especialmente en zonas como piernas y tobillos, aunque también lo notas en la zona abdominal y en que, en general, has aumentado de peso inexplicablemente. Además, si presionas la piel con el dedo, notas un hundimiento que permanece unos segundos tras retirarlo. Si esto te suena, es probable que alguna vez hayas pasado por un episodio de retención de líquidos o edema. A grandes rasgos, consiste en un aumento del líquido que se encuentra entre las células.

Aunque siempre hay líquido en esta zona, hablamos de retención de líquidos “cuando hay más de lo normal o de lo aconsejado”, como recuerda en su página web la dietista-nutricionista Júlia Farré. Aunque este líquido procede del plasma sanguíneo y, de hecho, es similar en su composición, “no debe confundirse con este ya que, mientras que el plasma se encuentra en los vasos sanguíneos, el edema se refiere al líquido intercelular”, explica a Maldita.es Javier Beltrán, bioquímico y maldito que nos ha prestado sus superpoderes.

¿De qué depende la retención de líquidos?

“¿Por qué me siento hinchado?”, “¿Por qué soy propensa a retener líquidos?”. Lo cierto es que son varias las causas que pueden conducir a esta situación.

En casos leves, según la Clínica Mayo, puede que la causa se deba a haber estado sentado o permanecido en una misma posición durante mucho tiempo, así como haber comido alimentos o productos muy salados, tener signos y síntomas premenstruales o estar embarazada.

Sin embargo, el edema también puede ser consecuencia de algunas enfermedades, como afecciones cardíacas, enfermedad pulmonar crónica, problemas tiroideos o insuficiencia renal; o determinados medicamentos, como ciertos antidepresivos, fármacos para el corazón y la presión arterial o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como recoge Health Direct el servicio nacional virtual de información de salud pública de Australia.

En general, como recapitula Beltrán, “depende de factores como el correcto funcionamiento del hígado, del corazón y, en especial, de la dinámica correcta de los vasos sanguíneos (sobre todo de las venas y capilares)”. También, en gran medida, “de que los riñones y sus hormonas actúen de la forma adecuada (función renal)”.

La alimentación desempeña un importante papel en la retención de líquidos

Aunque, como aclara Beltrán, la causa principal de la retención de líquidos no suelen ser los malos hábitos alimentarios, sino las enfermedades o disminuciones que hemos mencionado, “si una persona es propensa a la retención de líquidos por alguna patología previa, la alimentación sí puede ayudar a minimizar, compensar y retrasar los efectos indeseables de los edemas”.

Es más, también el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de esta situación, así como una alimentación demasiado rica en sal (cuyo porqué explicamos a continuación), y pobre en potasio, magnesio y agua, en general.

En este sentido, Farré es clara al afirmar que, en caso de retención de líquidos debemos mejorar nuestra alimentación y, en caso de que nuestro peso no sea saludable, también mejorar el peso corporal. “Hay normas básicas para potenciar el magnesio y el potasio y disminuir la sal en nuestro día a día: en general, seguir una dieta basada en vegetales (frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales) y evitar los procesados e incluso alimentos que no se consideran procesados pero los encontramos envasados (todo lo que viene en tarro, en lata, los precocinados…).

Como habrás podido deducir, hay alimentos y productos como el alcohol, el azúcar refinado, las harinas refinadas, los embutidos y la mayoría de los edulcorantes (aunque en menor medida que el azúcar) que pueden empeorar un edema. Aun así y como adelantábamos, el condimento relacionado por excelencia con este cuadro, es la sal: "Como la sal atrae el agua, cuanta más sal se consuma, más agua se retendrá”, detalla en la Fundación Española del Corazón la dietista-nutricionista Cecilia Montagna.

De ahí que su recomendación sea evitar añadir sal a las comidas. “En su lugar, se utilizarán hierbas, especias, limón, vinagre y aceites aromatizados con ajo, orégano o guindilla para potenciar el sabor de las comidas”, propone.

Como ya hemos explicado en Maldita.es, y según añade la experta, debemos tener en cuenta que la mayor parte de nuestra ingesta de sal habitual procede de los productos procesados o ultraprocesados: “Por este motivo, es preferible consumir alimentos naturales [...] y leer las etiquetas de los alimentos comerciales para seleccionar aquellos con menor contenido sódico”.

También existen alimentos que, al contrario de los mencionados, pueden mejorar la retención de líquidos. Entre ellos, la piña, el kiwi, el plátano, la patata, los frutos secos… “La causa es el aporte extra de potasio que suponen y que compensa, en cierto modo, al sodio, el origen químico de esas descompensaciones”, señala Beltrán.

La importancia de beber agua

En conclusión, y como coincide Health Direct, puede que, en ocasiones, muchas de las personas con retención de líquidos encuentren que la situación mejora con más ejercicio (mantener las piernas elevadas, evitar estar sentado durante periodos de tiempo muy largos y practicar ejercicio físico de manera regular, según la Fundación Española del Corazón), una dieta saludable y menos alcohol y sal. Sin olvidar, como añade Beltrán, la importancia de hidratarse convenientemente.

“En consulta me he encontrado que muchas personas que suelen retener líquido evitan tomar agua porque creen que, haciéndolo, se van a hinchar más, pero no debería ser así”, explica Farré. La experta añade que, si la retención de líquidos es consecuencia de un problema renal, sí habrá una restricción hídrica, dado que al beber agua, el paciente se hinchará más. Pero si el edema no tiene nada que ver con este tipo de problemas médicos, “la solución recae justo al contrario”: “Se recomienda tomar cuanta más agua mejor, para ayudar a eliminar esta retención. Por lo que lo recomendable es, no restringir, sino potenciar el consumo de agua”.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Javier Beltrán.

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