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Cómo defenderse del acoso comercial telefónico: usa la Lista Robinson y ejerce tu derecho de oposición

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  • La Ley General de Telecomunicaciones ampara nuestro derecho a no recibir llamadas comerciales.
  • La Ley Orgánica de Protección de Datos Personales (LOPD) establece la creación de sistemas de exclusión publicitaria como la Lista Robinson, a la que podemos apuntarnos de forma gratuita.
  • También podemos ejercer nuestro derecho de oposición o retirar nuestro consentimiento para recibir comunicaciones comerciales en la propia llamada.
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Las llamadas comerciales agresivas con las que intentan vendernos algún servicio no son siempre plato de buen gusto, especialmente si se producen a la hora de la siesta o por la noche, cuando ya estás a punto de irte a dormir. No obstante, como usuarios de telecomunicaciones tenemos ciertos derechos que nos pueden proteger de este acoso comercial telefónico.

Apuntarnos a la Lista Robinson: una opción gratuita y sencilla para librarnos de las llamadas indeseadas

Laura Davara Fernández de Marcos, abogada y profesora del Máster en Protección de Datos de UNIR, explica a Maldita.es que los usuarios estamos amparados por la ley. En concreto, la Ley General de Telecomunicaciones establece el derecho a no recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial.

También la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales (LOPD) dice que pueden crearse sistemas de exclusión publicitaria que incluirán “datos imprescindibles para identificar a los afectados” con el objetivo de “evitar el envío de comunicaciones comerciales a quienes hubiesen manifestado su negativa u oposición a recibirlas”. La Lista Robinson, es precisamente un sistema de exclusión publicitaria en el que podemos apuntarnos y elegir por qué medios queremos dejar de recibir publicidad (llamada, correo electrónico, SMS…).

“Las empresas tienen la obligación de consultar esa Lista Robinson y de no llamar a nadie que esté dado de alta en esa lista. Inscribirte es gratuito y muy rápido”, señala Davara. Si bien, hay que tener en cuenta que no es algo inmediato. Es decir, las empresas no van a dejar de llamar el mismo día en el que nos apuntamos a la lista porque el proceso lleva un tiempo: desde Adigital, la asociación que fundó la Lista Robinson y que se ocupa de gestionarla, explican que la inscripción puede tardar hasta dos meses en ser plenamente efectiva.

Podemos ejercer nuestro derecho de oposición o retirar nuestro consentimiento para que nos contacten en la misma llamada

Existe otra opción y es ejercer nuestro derecho de oposición en la propia llamada comercial. Es tan simple como indicarle a la persona que nos llama que queremos ejercer ese derecho y no recibir más llamadas de parte de la empresa. Según la especialista, el teleoperador debería reaccionar de dos maneras: darnos efectivamente de baja en la base de datos o indicarnos qué proceso debemos seguir para ejercer ese derecho, que puede ser una comunicación vía correo electrónico o a través de otro número de teléfono.

A veces, esas llamadas que recibimos son consecuencia de que dimos nuestro consentimiento para recibir publicidad sin darnos cuenta o por cualquier otro motivo. “Hay que saber que el consentimiento es revocable y se puede quitar en cualquier momento sin justificar absolutamente nada”, insiste Davara.

Es posible que, pese a nuestros esfuerzos, sigamos recibiendo llamadas comerciales no deseadas. “Que una norma prohíba una conducta no implica que se vaya a respetar, siempre habrá infractores”, apuntaba Verónica Alarcón, abogada especializada en protección de datos en ePrivacidad, a Maldita.es.

Recuerda que puedes reclamar ante la Agencia Española de Protección de Datos

Si detectamos que algunas empresas siguen llamándonos para ofrecernos sus productos meses después de habernos apuntado en la Lista Robinson o de haber ejercido nuestro derecho de oposición, podemos poner una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Denunciar ante el organismo las malas prácticas puede llevar a que se sancione a la empresa por no respetar el derecho de oposición. Por ejemplo, la AEPD sancionó en 2021 a Vodafone con 8 millones de euros por, entre otras cosas, llamar a personas que habían pedido su inclusión en la Lista Robinson.

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