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De enfrentarse al "entorno hostil" a las dificultades para acceder al sistema migratorio online o los retrasos con las resoluciones: la realidad de las personas inmigrantes en el Reino Unido tras el Brexit

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  • Desde el Brexit, en el Reino Unido existe un sistema migratorio que, según denuncian organizaciones que trabajan con personas inmigrantes en el país, presenta diferentes dificultades
  • Es el primero al que solo se puede acceder digitalmente y a través de internet, por lo que las personas vulnerables tienen problemas tanto para acceder a ella como para utilizarla diariamente
  • El Ministerio del Interior británico tarda meses o incluso años en resolver las solicitudes y las personas inmigrantes quedan en un “limbo”, sin saber cuál será su futuro en el país
  • Además, según denuncian diversas ONG, en el país hay un “entorno hostil” contra las personas extranjeras que comenzó con Theresa May en 2012 y se ha incentivado con el discurso del Brexit y la posterior salida de la Unión Europea

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El primer día que Sam Price, CEO de Beyond Detention, llegó al centro de detención de inmigrantes de Yarl´s Wood, cerca de Bedford, donde esta organización presta ayuda, se encontró con Sofía, nombre ficticio, una mujer de origen filipino que llevaba más de doce años viviendo en el Reino Unido con un visado de trabajo que había renovado sin problema cada vez que le tocaba hacerlo. En 2024 contrajo matrimonio y cambió su visado al de cónyuge, que permite trabajar y residir en el país por casi tres años y, después, solicitar la residencia permanente. El Ministerio del Interior británico se demoró en la resolución de su solicitud y, en el tiempo de espera, su visado caducó. Ya no tenía derecho a estar en el Reino Unido. “Una noche estaba preparando la cena, llamaron a la puerta y la enviaron al centro de detención de inmigrantes”, cuenta Price.

Muchas personas como Sofía han visto peligrar su residencia en el país. Bien por retrasos en la resolución de sus solicitudes, como es su caso, o por otras situaciones como no poder demostrar que residían en el Reino Unido desde antes del 31 de diciembre de 2020 o creer que por llevar toda la vida en el país trabajando, teniendo propiedades y una familia, están exentos de tener que solicitar el permiso de estancia.

A la incertidumbre de todos ellos hay que sumar el “entorno hostil” al que se enfrentan diariamente las personas inmigrantes y que muchas organizaciones llevan años denunciando o los problemas que entraña el nuevo sistema migratorio, el primero al que sólo se puede acceder de manera digital y que solo puede utilizarse con conexión a internet.

Ser inmigrante en el Reino Unido después del Brexit

Este reportaje es el tercero de una investigación internacional llevada a cabo por Maldita.es (España) y Funky Citizens (Rumanía). El proyecto explora en cuatro reportajes las dificultades que experimentan las personas inmigrantes en el Reino Unido después del Brexit, tanto los que ya residían allí como los que llegaron después, especialmente los procedentes de países de la UE, con especial foco en españoles y rumanos.

Gracias a la colaboración de diferentes organizaciones y ONG que trabajan ayudando a inmigrantes y a partir de los distintos testimonios que nos han dado los entrevistados para esta investigación, hemos elaborado una radiografía del sistema migratorio del Reino Unido después de que el Brexit entrara en vigor.

Esta investigación se ha desarrollado gracias al apoyo de Journalismfund Europe.

El “entorno hostil” y las campañas antiinmigración: una realidad que ha cobrado fuerza con el Brexit, según denuncian organizaciones 

The3million, una asociación creada después del referéndum de 2016 para proteger los derechos de las personas inmigrantes en el Reino Unido, define el denominado “entorno hostil” como “un conjunto de medidas, tanto administrativas como legislativas, destinadas a hacer que la vida de las personas en estado irregular sea miserable” hasta el punto de que decidan “autodeportarse”. En la práctica, explican, se traduce en que los derechos de las personas inmigrantes, incluso aquellas que tienen permiso para estar en el país, “están siendo cuestionados en cada etapa: desde solicitar un trabajo, hasta viajar, conseguir un lugar para vivir o acceder a asistencia social”.

En estos controles cotidianos, explica la organización Liberty Human Rights, que lucha por un trato justo e igualitario de todas las personas en el país, intervienen diferentes personas, desde el sector público, como el personal del NHS (el sistema sanitario público del Reino Unido) que comprueba la situación migratoria del que va al doctor; hasta el privado, como los empresarios o propietarios de viviendas. “Pueden enfrentarse a multas e incluso sanciones penales si no cumplen esta normativa”, añaden.

Otro ejemplo donde se aplica el llamado “entorno hostil”, según organizaciones como the3million, son los aeropuertos. “El personal de las aerolíneas ahora tiene que cumplir con la función de los agentes fronterizos”, señala su CEO, Andreea Dumitrache. Se refiere a los recientes cambios en la aplicación de un visado obligatorio desde abril de 2025 para aquellas personas de todos los países (incluyendo los europeos, a excepción de Irlanda) que quieran viajar al Reino Unido. Las aerolíneas pueden ser sancionadas con hasta 2.000 libras por cada pasajero transportado que no cuente con la documentación requerida. Así, los trabajadores de las compañías en los aeropuertos se ven obligados a comprobar el estatus migratorio de las personas que embarcan y el permiso de los turistas.

Para otras ONG defensoras de los derechos de migrantes, como Migrants Rights Network, a todo esto hay que sumar las redadas que se pueden llevar a cabo en lugares de trabajo y que también formarían parte del “entorno hostil”. “Las autoridades británicas han empezado a visitar ciertos lugares, en los que, basándose en su información, habría personas que probablemente estarían empleados ilegalmente”, afirma Adrian Daniel Robert Marin, cónsul general de Rumanía en Londres. Así lo explica el Ministerio del Interior británico en su página web: “Por primera vez, los controles de empleo se extenderán” a sectores como “la construcción, la entrega de alimentos, los salones de belleza y los servicios de mensajería”. Desde julio de 2024 hasta marzo de 2025, se han realizado 6.784 redadas por trabajo ilegal a locales y 4.779 arrestos (un 40% y un 42% más que el mismo periodo anterior), según los datos del Gobierno.

Con el propósito de alertar de estas redadas surgió la Red Anti-Redadas, formada por vecinos y activistas de diferentes puntos del país. Su objetivo, según aseguran, es “recopilar y difundir información”: desde anunciar en redes sociales sobre posibles redadas en un área determinada a informar sobre qué derechos tiene una persona migrante cuando se encuentra ante una de ellas.

Fizza Qureshi, CEO de Migrants Rights Network, asegura que han conseguido que estas personas sean percibidas como “una amenaza” y que la gente crea que “tenemos que vigilarnos unos a otros, como si fuera Gran Hermano”, guiados por “el estatus migratorio”. 

De hecho, el Ministerio del Interior británico tiene habilitado un buzón digital para denunciar a personas inmigrantes que residen o trabajan ilegalmente en el país o cometen algún delito. Estas acusaciones pueden ser anónimas y no se exigen pruebas. Únicamente hay que rellenar un test con preguntas cerradas (aunque en algunos casos sí se puede redactar un texto). Qureshi advierte que se puede “abusar” de este sistema “muy fácilmente”. “Incluso si te peleas con tu vecino, que no es británico blanco y habla con acento, puedes crear una acusación de que no tiene papeles y aterrorizarle con una redada”, explica.

Buzón para denunciar delitos migratorios en Reino Unido. Fuente: Ministerio del Interior británico.

El origen del término entorno hostil se remonta a 2012, cuando la entonces ministra del Interior Theresa May, dijo en una entrevista para The Telegraph que su objetivo era crear en Gran Bretaña “un entorno realmente hostil para la inmigración ilegal”. Introdujo una serie de políticas que terminaron afectando negativamente a todas las personas inmigrantes del país. Desde entonces la consideran “la arquitecta del término”. Un entorno hostil que para organizaciones como the3million se ha extendido a una mayor cantidad de inmigrantes con el Brexit

Del “entorno hostil” a la desinformación y las narrativas contra inmigrantes

El entorno hostil no se limita únicamente a las acciones: las palabras también importan. Así se llama la campaña que Migrants Rights Network lanzó para concienciar sobre la manera en la que las instituciones británicas, la sociedad y los medios de comunicación hablan sobre sobre las personas inmigrantes, incluyendo refugiados y solicitantes de asilo. Los textos legislativos relacionados con la inmigración, por ejemplo la “Ley de Migración Ilegal” de 2023, “se han basado en demonizar” a las personas que buscan asentarse en el Reino Unido, explican en su página web. Así, palabras como “ilegal”, “crisis de refugiados” o “invasión [...] culpan a los migrantes en lugar de cuestionar las causas profundas de su desplazamiento”, añaden.

Con todo ello han surgido narrativas y desinformaciones contra las personas inmigrantes que tratan de asentarse en el Reino Unido. Qureshi, la CEO de esta organización, cuenta que algunos de estos contenidos los señalan como los responsables únicos de los problemas sociales y estructurales del Reino Unido: desde la saturación del Servicio Nacional de Salud, pasando por la falta de viviendas o el elevado coste de vida del país.

También se les acusa de ser los únicos responsables de los delitos cometidos en el Reino Unido antes incluso de conocer la identidad real del autor. Ocurrió a finales de julio de 2024, cuando un joven entró con un arma blanca a un centro multiusos de Southport y atacó a varias personas, matando a tres niñas e hiriendo a otras 10 personas. Desde ese mismo día comenzó a circular en redes sociales que el autor era “inmigrante” y “musulmán”, que se llamaba Ali-Al-Shakati, que habría pedido asilo para poder vivir en el Reino Unido y que llegó en una embarcación cruzando el Canal de La Mancha. Más tarde, la policía afirmó que el sospechoso era británico, había nacido en Cardiff (Reino Unido), y era hijo de refugiados ruandeses. Entonces, en redes sociales aparecieron mensajes que acusaban a las autoridades de mentir. Uno de ellos fue el político británico impulsor del Brexit y líder del partido 'Reform', Nigel Farage, que publicó un vídeo en su perfil de Twitter (ahora X) donde dijo que la policía estaba "ocultando la verdad". La difusión de estos contenidos derivó en protestas xenófobas en el Reino Unido durante varios días. 

La CEO de Beyond Detention, organización que ofrece apoyo a las personas inmigrantes en el centro de detención de Yarl´s Wood y después de que salgan del mismo, lo recuerda como “un momento difícil”. Muchas de las personas a las que habían ayudado, solicitantes de asilo, estaban hospedadas en hoteles “que fueron blanco de los alborotadores”. Desde Beyond Detention se aseguraron de llamar “a todas y cada una de las personas” para comprobar que “se encontraban bien, se sentían seguras y que sabían qué hacer en caso de emergencia”. Afirma que tras la recomendación de la policía, tuvieron que abandonar la oficina durante unos días y sacar toda la información confidencial relativa a los migrantes a los que atienden. Según un reportaje de The Times, muchas personas inmigrantes de la zona se sintieron inseguras debido a las protestas violentas y al acoso que sufrieron esos días. Price cuenta que intentó explicarles que, “aunque daba miedo lo que salía en las noticias, era solo una minoría”.

Un manifestante enmascarado lanza una lata de cerveza hacia la policía antidisturbios en Bristol, sur de Inglaterra, el 3 de agosto de 2024 durante la manifestación «Basta ya» celebrada en reacción a los apuñalamientos mortales en Southport el 29 de julio. (JUSTIN TALLIS/AFP).

Este no es un caso aislado. También ha surgido desinformación en torno a la nacionalidad o religión del responsable de un delito otras veces. Esto ha provocado que la policía británica revisara sus protocolos de comunicación en esta situaciones. Ahora, tratan de ofrecer datos de la persona que cometió el delito lo antes posible para evitar especulaciones en redes sociales. Por ejemplo, en mayo de 2025 se produjo un atropello a una multitud de personas que estaban celebrando la victoria del Liverpool equipo de fútbol en la ciudad homónima, al noroeste de Inglaterra. Tan solo dos horas después del suceso, la policía de Merseyside, responsable de la investigación, afirmó que el detenido era un hombre británico, blanco y de 53 años. Y añadieron: “Pedimos a la gente que no especule sobre las circunstancias del incidente”.

El estatus migratorio online (e-Visa): otra barrera añadida para los grupos de población más vulnerables

Si un policía de aduanas, un empleador, un arrendatario o cualquier administración pública del Reino Unido solicita a una persona extranjera que muestre su estatus migratorio para comprobar si tiene derecho a vivir, trabajar, alquilar una vivienda legalmente o tener acceso a ayudas en el país, esta tendrá que acceder al sistema e-Visa, el registro en línea del estatus migratorio de cada persona, implementado por el Gobierno británico, que sustituye a los documentos físicos

Se trata del primer programa de inmigración completamente digital del Reino Unido y que, además, solo se puede utilizar con conexión a internet. Un sistema complejo, de hasta seis pasos, especialmente para algunos grupos de personas considerados vulnerables. Por ejemplo, aquellas que desconocían que tenían que realizar este trámite. Normalmente estas personas “se enteran porque acuden al médico, o algún otro lado, y se dan cuenta de que no aparecen, que no tienen derecho a recibir tratamiento sanitario”, explica Mariña Fernández-Reino, investigadora del CSIC. Además es afiliada a los observatorios de la Universidad de Oxford, donde publicó un estudio sobre los posibles riesgos del sistema migratorio británico para los ciudadanos de la Unión Europea.

Amparo, una mujer española, vivió una situación similar hace unos años. “Llegué a Londres en 1977, cuando se celebraba el Jubileo de Plata de Isabel II”, explica en una videollamada con Maldita.es. Tenía 19 años. Se casó con un hombre británico, tuvo un hijo e incluso compró propiedades en Escocia. Más de 40 años después se percató, al intentar renovar su tarjeta sanitaria europea, de que no tenía derecho a vivir allí porque no había realizado su solicitud: “Creía que a mí no me afectaba, que era para gente que acababa de llegar hacía dos o tres años o para la gente que quería venir desde el Brexit”, añade.

Igualmente, puede suponer una situación compleja para las personas que ya se enfrentan a algún tipo de exclusión social o cuya independencia se vea reducida. El estudio en el que participó Fernández-Reino alertaba de que algunas personas tendrían dificultades para navegar por la aplicación, debido a diferentes factores como la barrera lingüística, bajos niveles de alfabetización o alfabetización digital. Así lo reconoció la subsecretaria de Estado Parlamentario para el Ministerio de Migración y Ciudadanía, Seema Malhotra, en una declaración por escrito el 4 de diciembre de 2024 : “Reconocemos que algunos clientes podrían necesitar asistencia adicional con aspectos informáticos”. El Observatorio de la Migración de la Universidad de Oxford identifica como personas vulnerables a personas mayores, con problemas de salud mental, salud física, discapacidades o afecciones que implican una discapacidad cognitiva.

Además, no es un sistema infalible. Puede, y, de hecho, ha sucedido recientemente, presentar fallos generalizados. Según los cálculos de la organización de derechos digitales Open Rights Group (ORG), una tasa de error del 0,05% en un contexto en el que unas cuatro millones de personas dependen de la visa electrónica causaría hasta 20.000 problemas. “Cada uno de ellos podría ser una persona a la que se le deniega un empleo, no se le puede acceder a un servicio o no se le puede permitir embarcar en un avión con destino al Reino Unido”, aseguran en su página web. 

En marzo de 2025 se registró uno de estos fallos. Sylvia Ordás, presidenta de Coalición de Españoles en el Reino Unido, una asociación que presta apoyo a los españoles residentes en Reino Unido, y voluntaria en la organización Settled, cuenta que había ido a pasar unos días a España, su país de origen, y justo el día de antes de su regreso al Reino Unido se dio cuenta de que en su e-Visa aparecía un mensaje extraño: “País no válido”. Ella tiene el estatus migratorio indefinido (settled status), pero no aparecía reflejado en la página web del ministerio. “Salía mi nombre, mis apellidos y mi foto. Todo fenomenal. Pero en la parte de abajo, donde aparece qué permiso tienes y cuál es tu nacionalidad, había un documento que no sabía de quién era”, cuenta. Ordás recargó la página, pensando que se trataba de un error puntual. En este segundo intento le apareció, según explica, un documento con tarjeta biométrica de una persona de la India. En un tercero, la información de alguien originario de Pakistán.

Aunque hay constancia de incidentes anteriores, Dumitrache, CEO de the3million, afirma que ese fue el “primero a gran escala” que se ha registrado desde que está en funcionamiento este sistema de visas digitales. Este tipo de problemas, opina Dumitrache, muestra “una y otra vez lo realmente problemático que es confiar en un sistema sólo digital”. De hecho, the3million abandera una propuesta para reformular este sistema de visados electrónicos hacia un “registro permanente y una prueba estable del estatus que les pertenece.

Diferentes formatos alternativos propuestos para sustituir a la e-Visa actual. Fuente: the3million.

Los retrasos administrativos del Ministerio del Interior para resolver las solicitudes: personas que están en un “limbo” durante meses o incluso años

“Detrás de cada solicitud hay una persona que queda en el limbo durante meses o años, sin seguridad sobre su futuro en el Reino Unido”, explica the3million en su página web. En ese limbo lleva varios años Antonio, nombre ficticio, un español que llegó a Edimburgo en 2018 con un contrato de trabajo con el Gobierno escocés. Solicitó el permiso de residencia temporal (pre-settled). Aunque, asegura que tuvo que “pelear bastante” para conseguirlo, a los seis meses se lo concedieron. Pasados los cinco años reglamentarios, solicitó cambiar su permiso de residencia a uno indefinido. Era mayo de 2023 y, pese a haber enviado toda la información que le exigían del Ministerio del Interior (extractos bancarios, cartas de su primer puesto de trabajo allí, pasaporte, partida de nacimiento, etc.), a fecha de publicación de este reportaje, más de dos años después, todavía sigue esperando una respuesta. La única información que recibe cuando pregunta por los avances de su caso es que su documentación “está bien”, pero que todavía “tiene que pasar por la revisión de un funcionario”.

“Mis padres son mayores y si se pusieran enfermos, yo con el permiso temporal solo puedo salir del país hasta seis meses. No podría irme a cuidarlos. Solo por un tiempo muy limitado”. Con el estado de asentando (settled), en cambio, una persona puede estar fuera del país hasta cinco años seguidos.

A pesar de que el Ministerio de Interior británico afirma en su web que el procesamiento de las solicitudes migratorias que no requieren información extra, pueden tardar “hasta un mes”, los datos conseguidos por the3million en una solicitud de acceso a la información pública señalan que el 75,5% de las solicitudes llevaban más de un mes en tramitación a 30 de junio de 2024. Más de 47.000 (el 32,5%) de estas personas llevaban esperando una respuesta del Ministerio durante seis meses o más y el 12,3% (casi 18.000) más de dos años.

La CEO de the3million, advierte de que ese tiempo de espera infunde un miedo “realmente enorme” en la vida de las personas. Su equipo de profesionales y voluntarios ha atendido a personas que esta demora les ha causado “gran estrés”, que les ha llevado a sufrir “ansiedad y depresión”. Unos problemas que, según Dumitrache, tienden a agravarse a medida que pasa el tiempo y la espera se hace más y más larga.

Cada trimestre, la organización the3million calcula cuánto tiempo tardaría el Ministerio del Interior inglés en liquidar el retraso al ritmo que mantienen en ese momento. Según su último análisis, con los datos disponibles a diciembre de 2024 (que situaban en 160.141 el número de personas esperando respuesta), tardaría siete años y medio. Es decir, el contador quedaría a cero en agosto de 2031. Eso sin contar la entrada de nuevas solicitudes de personas como Amparo que tienen que demostrar que ha tenido una residencia continua en el país. Según varias organizaciones que trabajan con personas migrantes en el Reino Unido, son casos más complejos que pueden dilatarse en el tiempo.

La doble discriminación de algunos grupos de personas inmigrantes en el Reino Unido

En 2021, en Inglaterra y Gales vivían, al menos, 103.020 personas que se identifican con la etnia gitana. Esto supone el 0,2% de la población total en ese momento. Estos datos se extraen del censo realizado aquel año y son los únicos oficiales disponibles en este momento, según aclara Mihai Calin, miembro de la organización benéfica que trabaja con personas de etnia gitana de Europa Oriental en el Reino Unido llamada Roma Support Group (RSG). Sin embargo, una investigación de esta entidad junto a la Universidad de Salford en 2013 concluyó que había aproximadamente 200.000 romaníes inmigrantes en el país.

Gran parte de esta población reside en núcleos urbanos como Edmonton Green, un barrio del norte de Londres. Allí, en una biblioteca ubicada en un centro comercial, Assen Slavchev, asesor de inmigración romaní en la organización Settled, realiza sesiones presenciales de puertas abiertas cada jueves para atender las dudas, preocupaciones y necesidades de la comunidad gitana. “Aquí vienen a pedir ayuda con una gran variedad de cosas. Desde preguntas sobre cómo conseguir el código dentro del sistema e-Visa, hasta cómo presentar una solicitud tardía”, explica Slavchev.

Generalmente, las personas de etnia gitana tienen que sortear varios problemas para poder aplicar al Plan de Asentamiento de la UE (EUSS) y poder, así, seguir residiendo en el Reino Unido. El primer obstáculo que se encuentran es el propio sistema. “La mayoría de los gitanos de la primera generación que llegaron al país son analfabetos o semianalfabetos. No tienen competencias digitales y no hablan bien inglés”, explica Slavchev. Aún así, tienen que enfrentarse a un proceso completamente online y exclusivamente en inglés para conseguir regularizar su situación administrativa. Esto ha hecho que muchas personas necesitaran asistencia. Según un estudio de Roma Support Group, únicamente el 3% pudo presentar una solicitud de forma totalmente independiente

Incluso después de conseguir su estatus siguen necesitando ayuda para enseñarlo con el sistema e-Visa. De hecho, según otro análisis publicado por Roma Support Group en 2024 sobre las experiencias y retos de la comunidad gitana en Londres con el EUSS, más del 30% no sabe mostrar su estatus migratorio cuando se le pide. Una solución que propone esta organización es un documento físico que refleje el estatus migratorio y que, según ellos, “disminuiría la confusión” y serviría para “proteger a las personas vulnerables”. 

A esto hay que añadir que muchas personas de etnia romaní se encuentran un problema añadido: dificultades para obtener y presentar pruebas que demuestren que han vivido en el país el tiempo suficiente para optar a un permiso de residencia. “La falta de una huella digital significaba que los romaníes tienen dificultades para demostrar su residencia, en algunos casos incluso si realmente han sido residentes de larga duración en el Reino Unido”, explican en un informe conjunto de esta organización con la Universidad de Sheffield publicado en mayo de 2024. En muchos casos no disponen, por ejemplo, de un contrato de alquiler a su nombre, informes médicos o cuentas de banco abiertas.

Calin explica que el Ministerio del Interior puede comprobar toda la información disponible en sus registros de la persona solicitante para decidir si le concede un permiso temporal, permanente o, por el contrario, no tiene derecho a estar en el Reino Unido. “Aunque se suponía que era algo bastante fácil de hacer, no resultó serlo para muchos romaníes”, afirma. Son muchas las personas de esta comunidad que han tenido que presentar documentación adicional. Roma Support Group estima que entre el 25 y el 30% de los solicitantes romaníes han tenido que aportar más pruebas al Ministerio del Interior para demostrar que residían en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020. El inconveniente es que hay muchas personas que no disponen de ellas

Las personas negras ciudadanos de países de la Unión Europea también afirman sufrir una doble discriminación. Aké Achi, CEO de Black Europeans, grupo para hacer frente a las barreras que afronta la comunidad negra europea en el Reino Unido tras el Brexit, estaba esperando a ser atendido en una sesión de puertas abiertas sobre el Plan de Asentamiento  para ciudadanos de la Unión Europea cuando le preguntaron: “¿Tú eres ciudadano de la Unión Europea?”. La persona que estaba delante de Achi era blanca, él es negro, y afirma que el trato que recibieron ambos fue muy diferente. “A la persona de delante nunca le preguntaron si era ciudadana europea. La primera pregunta que le hicieron fue: ¿Cómo podemos ayudarle?”, cuenta. Pensó que los voluntarios creyeron que era un refugiado o un solicitante de asilo. “Como soy negro, la gente asume que no soy ciudadano de la Unión Europea”, se lamenta.

Aké Achi, CEO de Black Europeans, en la British Library de Londres. Coral García (Maldita.es).

Esta no es una situación aislada. Son varios los estudios y encuestas que revelan que las personas negras que viven en el Reino Unido se sienten discriminadas en diferentes aspectos o situaciones de la vida diaria. Por ejemplo, para el proyecto Black British Voices (2023) se entrevistaron a más de 10.000 personas negras británicas y se concluyó que el 88% había experimentado discriminación racial en el entorno laboral. Así como que el 41% identificaba el racismo como la principal barrera para el éxito académico de la juventud negra o que menos del 2% creía que las instituciones educativas abordan seriamente el racismo. 

Esta exclusión, según cuenta el CEO de Black Europeans, también se ha visto reflejada con el Brexit. “Nuestros problemas no están incluídos”, considera Achi, porque las conversaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido para el Acuerdo de Retirada “estaban protagonizadas por personas blancas”. Este acuerdo, continúa, “no se diseñó pensando en nosotros porque no participamos en absoluto”. Es lo mismo, dice, que si un grupo de hombres elaborara una política para mujeres y a ellas se las dejara fuera de la toma de decisiones. Así, han tenido que enfrentarse a una doble discriminación: por ser inmigrantes y por ser negros.

Ahora, más de cinco años después desde que se comenzó el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, están teniendo espacio y reuniones para hablar de las cuestiones que afectan a la población negra a través de otra plataforma en la que participan, “Ciudadanos de Minorías Étnicas Europeas” (EUROMEC, por sus siglas en inglés), dice Achi. “Ni siquiera luchamos por nuestros derechos, estamos peleando por tener un asiento en la mesa”, añade.

El EU Settlement Scheme (EUSS) es un programa de asentamiento dirigido a los ciudadanos de la UE que estuvieran residiendo en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020. Parte del Acuerdo de Retirada entre la Unión Europea y el Reino Unido, con el fin de garantizar la residencia y los derechos adquiridos a estos ciudadanos. La fecha límite para solicitarlo era el 30 de junio de 2021, aunque hay algunos casos en los que se puede presentar una solicitud tardía. Por ejemplo, los familiares directos de personas que residían en el Reino Unido antes del 31 de diciembre de 2020 que quieran residir en el país

Según el tiempo que una persona llevase residiendo en el país, se opta un estatus migratorio diferente:

  • Pre-settled (pre-asentado): para aquellos que habían residido menos de cinco años en el Reino Unido.

  • Settled (asentado): para los ciudadanos que llevaban más de cinco años en el país. Es un permiso de residencia indefinido, aunque puede perderse si pasa más de cinco años consecutivos fuera del Reino Unido.

Según los datos del Ministerio del Interior británico, desde su lanzamiento el 28 de agosto de 2018 y hasta el 31 de diciembre de 2024, el plan ha recibido 8,4 millones de solicitudes, que corresponden a 6,3 millones de personas. En total, se han resuelto favorablemente 5,7 millones (4,1 millones con estatus migratorio indefinido o settled y 1,7 con estatus temporal o pre-settled).

Desde el 1 de enero de 2021, cualquier ciudadano de la UE que quiera ir a vivir y/o trabajar al Reino Unido debe tramitar una visa desde su país. Existen diferentes tipos de visado: de trabajo, de estudios o familiares, entre otros. Algunos visados, como los de trabajo, requieren tener licencias de patrocinio aprobadas por el Ministerio del Interior británico.

*El EUSS aplica a los ciudadanos de la UE, Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Para los ciudadanos de Irlanda es voluntario.

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