Es muy probable que en alguna de las sobremesas de los próximos días escuches algún bulo o teoría de la conspiración sobre cualquiera de los muchos temas de actualidad que ha habido este 2023. Si es el caso, es importante que sepas cómo hablar con ese ser querido y hacerle ver que lo que ha dicho no es cierto, porque lo último que hace falta es una discusión familiar que estropee esa ocasión tan especial.
Además de ahorrarnos esa trifulca, hay que evitar ridiculizar o atacar a ese ser querido que ha compartido el bulo ya que, de lo contrario, podrían rechazar nuestra explicación.
En Maldita.es hemos querido hablar con psicólogos expertos en la materia para que nos den algunos consejos sobre cómo afrontar estas situaciones.
1. No atacar o ridiculizar a la persona a la que intentamos convencer
La psicóloga de la clínica Center Psicología Joselin Miranda asegura que es crucial no ridiculizar o atacar a la persona porque es posible que "todas sus defensas se activen y no presten atención al mensaje que queremos transmitir, sino que se centren en defenderse del ataque". Con tal de que eso no ocurra, Miranda recomienda "hablar desde una posición de iguales, sin juzgar el porqué esa persona puede dar valor de verdad a tal creencia, sino con actitud de ayuda y respeto para fomentar un razonamiento crítico basado en hechos reales contrastados". Además, nunca hay que olvidar que "nosotros también, en algún momento, podemos caer en la creencia de una información falsa", según la psicóloga.
Guido Corradi, profesor del departamento de Psicología de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), coincide en que al atacar a ese familiar o amigo podremos hacer "que se polarice el asunto y que la persona que se supone queremos convencer simplemente piense que tenemos algo personal contra ella". Además, señala que "nada es más molesto que la persona que te manda a leer en una discusión".
Por su parte, la psicóloga de Corio Psicología Aurora Gómez indica que esas situaciones de conflicto pueden hacer que "dejemos de hablarles o les demos la razón como a los tontos", lo cual provoca que "se ahonde su aislamiento, y caigan más en el emburbujamiento digital, donde salen más reforzados de sus creencias tóxicas".
2. Es importante tratar de entender por qué alguien difunde una desinformación
Todos los expertos a los que hemos consultado resaltan la importancia de intentar entender el motivo por el que alguien difunde una teoría de la conspiración. Guido Corradi asegura que cuando hablemos con ese familiar o amigo conviene "prestar atención a lo que nos dicen, cómo nos lo dicen y que intención tiene esa persona al contarnos eso". En un artículo publicado en el blog de psicología científica Rasgo Latente, del que Corradi forma parte, señalan que "para poder convencer necesitaremos entender la racionalidad de la gente que creemos que está equivocada, averiguar el porqué de sus creencias para cambiar el qué de sus irracionalidades".
Aurora Gómez nos explica que al hablar con estos familiares tendemos a centrarnos en "la teoría conspiranóica y nos olvidamos de la parte que subyace: el miedo a la amenaza, la sensación de falta de control, la soledad y la identidad que proporciona la teoría". De hecho, Gómez describe a esas personas como "gente sola y asustada que intentan entender un mundo sinsentido".
Sobre esta cuestión, Joselin Miranda afirma a Maldita.es que "en los tiempos que vivimos actualmente llenos de incertidumbre, es normal que busquemos explicaciones que nos ayuden a comprender la realidad" aunque en ocasiones dichas explicaciones puedan no estar basadas en fuentes fiables o puedan difundir contenido falso".
3. "Hay que rebatir para convencer, no para quedar bien con nuestros amigos"
En ocasiones, es posible que en lugar de convencer a alguien estés más preocupado por quedar bien ante quienes te escuchan. Según Corradi, eso es algo que hay que evitar ya que, aunque "ridiculizar a una persona nos puede dar cierta satisfacción y refuerzo de nuestro círculo social", eso no va a conseguir convencer a alguien de que lo que ha difundido no es cierto. De hecho, según el profesor de psicología de la UCJC "muchas veces queremos satisfacer lo que creemos que se espera de nosotros en nuestro grupo y eso puede ser incompatible con cambiar de opinión".
En todo caso, Guido Corradi opina que "no es tanto demostrar que el otro está equivocado, como que existe un argumento alternativo que es más sólido y mejor".
4. Mejor hablar en positivo que en negativo
En el artículo del blog Rasgo Latente se señala que "es importante comunicar en positivo usando frases afirmativas". Por ejemplo, aseguran que es preferible decir que "las vacunas son seguras" a "las vacunas no causan enfermedades".
En la misma línea, Guido Corradi explica que, "cuando esa persona (la que difunde el bulo) en el futuro haga aportaciones valiosas o corrija alguna información" es importante "reforzar esa conducta con nuestra aprobación social". Además, Corradi resalta que la intención de quien comparte una desinformación con nosotros no es siempre mala y que de hecho en ocasiones sólo buscan "alertarnos y protegernos de algo que ellos creen real". Ante eso, recomienda "reconocer el valor de la persona y darle las gracias por preocuparse por nosotros".
Para Aurora Gómez, el pensamiento conspiranóico es "un mecanismo que busca patrones para entender un mundo amenazante y sinsentido", por lo que si tenemos algún ser querido que presente dicho pensamiento, nos "deberíamos centrar en ayudarles a focalizar esa ansiedad en actos positivos y dentro de su alcance".
5. Aunque sea con tacto, hay que hacer la corrección
Como ves, es importante cuidar las formas al hablar con un ser querido que difunde una teoría de la conspiración o un bulo, pero eso no quiere decir que debamos evitar el incómodo momento de decirles que lo que han compartido es una desinformación. La psicóloga de la clínica Center Joselin Miranda sugiere remitirles a "la información oficial que divulguen las autoridades competentes".
Al igual que Miranda, Aurora Gómez propone hablar "sin rodeos" y decirles que "esa información no es real, revisa tus fuentes", además de enlazarles a "fuentes de confianza".
6. Convencer con argumentos sencillos pero sólidos
Según Guido Corradi, también hay que cuidar la cantidad de información que compartimos con nuestro familiar o amigo: "No es tanto dar mucha información y datos, si no dar los adecuados". Según el psicólogo, esto es importante ya que si se da "mucha información de un tema de golpe" siempre habrá algo que se pueda "rebatir o matizar", lo cual podría hacer que parezca que "todo lo que has dicho es mentira". En su caso, recomienda "dar buenos argumentos sencillos" y centrarse "en un punto cada vez y aportando fuentes que el receptor considere válidas".
En una entrevista con el medio estadounidense Vox, el psicólogo de la Universidad de Bristol y autor del libro The Debunking Handbook, Stephen Lewandowsky, aseguró que la cantidad de información que absorberá la otra persona dependerá del momento y de "cuánto tiempo quiere invertir la gente" en procesarla. Por ejemplo, dice que no hay evidencias de que dar demasiados datos pueda generar rechazo cuando la persona se "sienta con la intención de escuchar e intentar deshacer el problema".
Por el contrario, alerta del riesgo de "diluir el mensaje al incluir demasiada información" en situaciones más casuales como puede ser ver la televisión.
7. ¿Cuándo y dónde debemos hablar con ellos?
En un momento en el que los encuentros físicos se han limitado por la pandemia de la COVID-19, desde Maldita.es queríamos saber por qué medio es mejor hablar con un familiar o amigo que ha difundido un bulo o una teoría de la conspiración. Según Joselin Miranda, "la comunicación se enriquece más cuando las interacciones son en persona", aunque reconoce que esto pueda ser difícil en algunas situaciones. En todo caso, propone que la comunicación sea "preferentemente en privado, cuando se tenga un momento tranquilo para hablar y donde puedan evitarse interrupciones".
Aurora Gómez, de Corio Psicología, también asegura que esa conversación "siempre será mejor presencial" aunque considera que también "es necesario cortar las conspiranoias en los contextos donde se producen", poniendo como ejemplo el caso de WhatsApp. De recibir un mensaje desinformador a través de esa plataforma, propone "explicar tu desacuerdo y llamar a la persona" ya que las llamadas "permiten un mayor entendimiento y se pueden seguir utilizando en contextos de distancia social".
Guido Corradi también destaca las ventajas de comunicarse online ya que se puede "recurrir a fuentes y pausar la conversación", mientras que según él las conversaciones cara a cara tienen otras ventajas como la "mejor lectura del tono y lenguaje corporal".
8. Cuidado cuando hables con personas muy polarizadas
Según Corradi, es importante identificar a las personas que no van a cambiar de opinión por mucho que las tratemos de convencer, ya que "debatir con ellas solo nos causará frustración y nos pondrá a su altura". De hecho, esto puede ser contraproducente ya que, en el caso de que no sea una conversación privada, "el público indeciso puede pensar que la verdad está en algún punto medio entre lo que dice esa persona y lo que decimos nosotros".
De eso también alerta el blog Rasgo Latente puesto que "muchos intercambios de ideas tienen lugar en espacios públicos", como pueden ser las redes sociales, donde puede haber "personas que están en fase de formarse una opinión o que tienen una opinión pero están dudando". En cualquier caso, el profesor de psicología de la UCJC opina que "no haremos a corto plazo que la gente cambie su sistema de creencias más interiorizado" y que por lo tanto "no queda más remedio que tener paciencia y aplicar el goteo constante" aunque conviene valorar cuando tratar de convencer a esa persona "puede salir a cuenta y cuándo no".
Por su parte, Joselin Miranda concluye que "para aquellas personas cuyas creencias estén profundamente arraigadas, lo mejor es no entrar en discusiones y confrontamientos, sino desde una actitud asertiva y relajada mostrar las razones por las que no comulgamos con esas teorías".
Recuerda que, además de concienciando a tus seres queridos, puedes luchar contra la mentira avisándonos de posibles bulos a través de nuestro servicio de WhatsApp (644 229 319), porque juntas y juntos es mucho más difícil que nos la cuelen.
Primera fecha de publicación de este artículo: 23/12/2020