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Cada cierto tiempo se habla en Latinoamérica y en España del reto 'Desaparece 48 horas' en TikTok. Consiste en marcharse de casa y estar escondido e incomunicado durante dos días enteros, lo que según los psicólogos consultados por Maldita.es puede generar alarma social, un impacto emocional en el entorno por falta de empatía de quien lo hace y el desvío de recursos policiales para una investigación innecesaria.
La Guardia Civil y la Policía Nacional explican a Maldita.es que no tienen constancia de que en España haya habido desapariciones motivadas por este reto. En otros países como México sí se han dado casos, que han trascendido a los medios de comunicación locales.
‘Desaparece 48 horas’: el reto viral de TikTok en el que los usuarios están incomunicados y en paradero desconocido durante dos días
Como define el nombre con el que se conoce este reto, consiste en estar desaparecido e incomunicado durante 48 horas. En este tiempo, según las reglas del reto el usuario no puede comunicarse con sus familiares, amigos o cualquier persona de su entorno. Tampoco puede desvelar dónde está escondido, ni hacer ninguna publicación en redes sociales. Según explican varios usuarios en esta red social, el objetivo del desafío es viralizar esta supuesta desaparición, incluso llegando a tener impacto en los medios de comunicación.
De esta forma se daría por completado el reto, pero además el usuario puede ir ganando “puntos” durante el proceso. Gana más “puntos” cuanto más viral es su desaparición: se tienen en cuenta factores como el número de veces que los padres y amigos tratan de contactar con la persona supuestamente desaparecida, la viralidad de su rostro en redes sociales durante la búsqueda o los intentos de las autoridades para localizarle.
Al menos desde 2017 circulan vídeos de este reto
Según recogen varios medios de comunicación, este reto no es nuevo. Se comenzó a viralizar en diferentes países durante 2017. Varios años después, en 2022, una asociación de policías españoles hizo una advertencia y alcanzó mayor repercusión durante la desaparición de Iago Negrón, el joven que desapareció durante tres días en Pozuelo de Alarcón (Madrid) a finales de 2023. Se marchó de casa el 27 de diciembre, sin teléfono y con pocas pertenencias según narraron sus padres, y volvió el 31 de diciembre. Durante los días de búsqueda, advirtieron que podría tratarse de este reto de TikTok [minuto 1:16]. Con su aparición desmintieron que se marchara por este motivo.
Las autoridades advierten que se desvían recursos policiales de otras investigaciones que sí lo necesiten
Para activar el protocolo de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante casos de personas desaparecidas es necesario que se interponga una denuncia alertando de la desaparición “a la mayor brevedad posible” y “ante la primera unidad policial más próxima”. Según este protocolo, tanto la familia directa como terceras personas (como amigos o allegados) pueden presentar la denuncia para que se inicie el procedimiento pautado: trasladar la información recogida a las radiopatrullas de servicio en la zona de la desaparición y al resto de cuerpos policiales que se involucrarán en la búsqueda.
En todos los casos se llevan a cabo unas gestiones básicas, entre las que se incluye inspección ocular del domicilio, reconocimiento de los lugares que frecuentaba la víctima o recopilación de cámaras de vídeo vigilancia ubicadas en la zona de desaparición. Las autoridades advierten que, en el caso de las desapariciones enmarcadas en este reto viral de TikTok, se destinarían recursos que podrían utilizarse en otros casos.
“Si finalmente se deduce que la desaparición es falsa o provocada puede haber provocado una investigación que ha evitado el destino de más recursos policiales a otra investigación que lo necesite”, explica a Maldita.es la Guardia Civil. La Policía Nacional coincide en que este desvío de recursos perjudica a otras investigaciones.
Ambas instituciones aseguran que no tienen registro de que haya sucedido algún caso en España, mientras que en otros países como México y Colombia sí se han reportado desapariciones a causa de este reto. La Policía Nacional asegura que no cuantifica el coste de estos servicios, ni cobra por ellos a los usuarios.
Las consecuencias según los expertos consultados por Maldita.es: gran sufrimiento para las personas del entorno y generar alarma social
Estos comportamientos demuestran una falta de empatía por parte de los jóvenes. “La situación de estrés de las familias puede impactar en su salud y que les lleve a acciones inadecuadas, precipitadas o incluso arriesgadas para ellos o incluso para terceras personas”, asegura a Maldita.es Jorge Flores, director y fundador de PantallasAmigas. Estos episodios pueden crear, “brechas profundas entre quien realiza el reto y sus padres, produciéndose una importante e insalvable falta de confianza”.
Ovidio Peñalver, psicólogo y psicoterapeuta, advierte que estos retos virales de redes sociales originan una alarma social. Además, los jóvenes no son conscientes de los peligros a los que se enfrentan con este tipo de retos. “Los riesgos de pasar dos noches fuera son muchos. Por la noche hay atracos, abusos y muchas desapariciones que no se resuelven”, subraya a Maldita.es.
Ambos expertos señalan que este tipo de retos están motivados por la necesidad de los jóvenes de llamar la atención. “Denota una gran inmadurez de algunos de nuestros adolescentes, que no saben cómo llamar la atención y calman su inseguridad consiguiendo más seguidores y apareciendo en las redes sociales”, explica Peñalver. El director de la organización PantallasAmigas apunta que otra de las causas podría ser “el deseo de afrontar un desafío como forma de crecimiento o autoafirmación”, “experimentar un acto de rebeldía” o “simplemente aumentar el estatus de reconocimiento en las plataformas”.
Para tratar de evitar que los menores se expongan a este tipo de retos, los expertos recomiendan mantener una conversación activa entre padres e hijos. “La clave no está tanto en prohibir las redes sociales, sino en hablar con los hijos de qué opinan o qué sienten: una comunicación permanente con ellos, pero sin que se sientan agobiados”, explica Peñalver.
