Maldita Ciencia

La revisión que afirma que el 74% de las muertes tras recibir la vacuna contra la COVID-19 fueron causadas por esta: fue rechazada en 2023 y ahora los autores han pagado para publicarla

Publicado el
Tiempo de lectura: 8 minutos
Las claves
  • Contenidos en redes afirman que gran parte de las muertes registradas tras recibir la vacuna contra la COVID-19 fueron causadas por este fármaco
  • Se basan en una revisión de trabajos cuyo preprint (versión sin revisar) fue retirado por la revista científica The Lancet en 2023 por fallos metodológicos
  • Los autores del trabajo son conocidos por haber compartido desinformación durante la pandemia, los criterios de selección de los trabajos incluidos en la revisión son poco claros y están sesgados y mucha de la bibliografía está formada por autocitas y artículos retractados  
  • La revista en la que esta revisión ha sido publicada permite la publicación de cualquier trabajo previo pago de una tasa de 4.230 dólares
6/24/24
LO QUE CIRCULA

«El 73,9% de las muertes se debieron directamente a la vacunación contra la COVID-19»

URGENTE. Revisión sistemática de las autopsias en muertes tras sospechas de fallecimiento POR vacunación de COVID19, arroja conclusiones perturbadoras: 1) "Descubrimos que el 73,9% de las muertes se debieron DIRECTAMENTE a la vacunación contra la COVID-19 o contribuyeron significativamente a ellas. Nuestros datos sugieren una alta probabilidad de un vínculo causal entre la vacunación contra la COVID-19 y la muerte." 2) "El sistema de órganos más implicado entre los casos fue el cardiovascular (49%), seguido por el hematológico (17%), respiratorio (11%) y sistemas de órganos múltiples (7%). Tres o más sistemas de órganos se vieron afectados en 21 casos. El tiempo medio desde la vacunación hasta la muerte fue de 14,3 días". Esto apuntala la teoría de que la alta sobremortalidad a partir de 2021 en TODOS los países que "vacunaron" a sus ciudadanos, podría deberse a la vacunación con un producto experimental fase III que se administró indiscriminadamente a altos % de la población. Más información https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0379073824001968 https://x.com/CapitanBitcoin/status/1804440763779940374 Revisión sistemática de los hallazgos de las autopsias en las muertes tras la vacunación contra el covid-19. Paper inicialmente censurado que ahora se publica tras revisión por pares. "Descubrimos que el 73,9% de las muertes se debieron directamente a la vacunación contra la COVID-19 o contribuyeron significativamente a ellas. Nuestros datos sugieren una alta probabilidad de un vínculo causal entre la vacunación contra la COVID-19 y la muerte." No tendrán lugar donde esconderse. https://x.com/CancerIntegral/status/1804399441945800833 BREAKING NEWS: Our LANCET CENSORED Paper is now peer reviewed and available online! "A Systematic REVIEW of Autopsy findings in deaths after COVID-19 vaccination" "325 autopsy cases" "We found that 73.9% of deaths were directly due to or significantly contributed to by COVID-19 vaccination." "Our data suggest a high likelihood of a causal link between COVID-19 vaccination and death." This is a victory of SCIENCE over CENSORSHIP!! Incredible perseverence by first author Nicolas Hulscher who didn't give up after LANCET pulled our paper within 24 hours after 100,000s of downloads for no legitimate reason. Big pharma put the squeeze on @TheLancet but has failed to stop us. Our paper was delayed by one year, and those actions of CENSORSHIP and CANCELLATION led to many deaths that could have been prevented. This paper could be a game changer. Thank you to my co-authors @P_McCulloughMD @DrTrozzi @DrAmerling @HGessling , @DrHarveyRisch , Dr.Alexander, Dr.Hodkinson https://x.com/MakisMD/status/1804209104879042772
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“El 74% de las muertes registradas dos semanas tras las inoculaciones contra el Covid-19 fueron probablemente causadas por ellas”. Estos son los mensajes que se están compartiendo en redes sociales tras la publicación de una revisión de trabajos. El preprint de esta revisión (la versión aún pendiente de ser revisada por pares) fue retirado por la revista científica The Lancet en 2023 a causa de problemas metodológicos y por proponer conclusiones no argumentadas ni demostradas a lo largo del artículo. 

El trabajo, que sigue manteniendo gran parte de las limitaciones por las que fue criticado y retirado de la sección de prepublicaciones de The Lancet (sesgo en la selección de artículos; autocitas a los propios autores, muchos de ellos conocidos por compartir desinformación, y a artículos retractados; conflictos de interés…),  ha sido publicado el 17 de junio de 2024 en Forensic Science International, una revista que permite a los autores publicar sus investigaciones en acceso abierto pagando una tarifa de suscripción de 4.230 dólares (cerca de 4.000 euros)

¿Cuándo se propuso y por qué se negó la publicación de este artículo? 

En 2023, The Lancet aceptó en Preprints with the Lancet (la sección de la revista en la que se publican artículos en su etapa inicial, cuando todavía no han sido revisados por pares) un preprint cuyos resultados sugerían, tras el estudio de 325 autopsias en personas vacunadas contra la COVID-19, que sus muertes habían sido consecuencia de la vacuna. 

Sin embargo, el preprint fue retirado menos de 24 horas después. “Preprints with the Lancet eliminó esta preimpresión porque las conclusiones del estudio no están respaldadas por su metodología”, señalaba la revista, ya añadía que el trabajo “no cumplía con los criterios de selección”

¿Cuál fue el objetivo de la revisión y cuáles los resultados? 

Según los autores, el objetivo de la revisión de trabajos fue investigar posibles vínculos entre la administración de la vacuna contra la COVID-19 y la muerte mediante autopsias y análisis post mortem. 

Los resultados de la revisión sostienen que el 73,9% de esas 325 muertes (es decir, 240) “se debieron a un síndrome de lesión por vacuna fatal” o “vaccine injury syndrome”, un término común en grupos antivacunas para aludir a efectos secundarios que no tienen una conexión causal confirmada con la vacunación

¿Quiénes son los autores y cuáles son las críticas y limitaciones de la revisión? 

Con respecto a los autores, parte de ellos son conocidos por haber difundido desinformación sobre la COVID-19 y las vacunas en el pasado. Ocurrió tanto con Roger Hodkinson como con William Makis o Peter McCullough quienes, en esta revisión, fueron los encargados de determinar las muertes que, en teoría, se podían atribuir a la vacunación. 

Además, los autores se autocitan en la bibliografía (las ‘fuentes’ de la revisión). “Se citan revisiones narrativas publicadas por los propios autores en las que especulan salvajemente sobre los mecanismos de daño propuestos (pero no probados) de las vacunas COVID-19”, señala en X Jonathan Laxton, médico especialista en medicina interna. También citan artículos retractados (trabajos retirados por no cumplir con los estándares requeridos para ser aceptados por los miembros de la comunidad científica).

Por otra parte, existen conflictos de interés: muchos de quienes firman esta revisión están afiliados a The Wellness Company, una compañía que vende suplementos destinados a "prevenir la miocarditis" y "bloquear la proteína S", incluida la prevención de enfermedades derivadas de la "excreción de vacunas" y el "tratamiento de lesiones por vacunas". Ninguno de estos productos dispone de evidencia científica que avale o justifique su uso. “Esto hace que el artículo parezca más un folleto de marketing que un estudio”, indica Laxton.

Antes de llevar a cabo una revisión de trabajos, es necesario seleccionar, de entre toda la literatura científica disponible, aquellos trabajos que van a ser revisados. Para justificar cuáles se incluyen y cuáles no, debe establecerse un criterio claro que justifique esta criba. En este caso, los autores seleccionaron 44 de los 678 estudios disponibles sobre el tema, lo que quiere decir que descartaron más del 90% de los trabajos existentes. 

Según los autores, se incluyeron “todos los estudios de autopsias y necropsias que incluían la vacunación contra la COVID-19 como antecedente de exposición”. Uno de los motivos por los que el preprint fue retirado en 2023 fue que este criterio se consideró poco claro. Además, la justificación para descartar parte de los estudios disponibles fue “que no incluían muertes”, lo que plantea un sesgo en la selección: el posible rechazo de investigaciones que precisamente desmentirían la hipótesis que se plantea en la revisión (que las muertes eran consecuencia de la vacunación). 

Una muerte tras la vacuna no quiere decir que fuese una consecuencia de esta

Correlación no implica causalidad, es decir, que exista relación del tipo que sea entre dos variables (por ejemplo, que una persona se haya vacunado y que tiempo después haya fallecido) no significa que una de ellas (la vacunación) sea la causa de la otra (muerte).

Si alguien fallece por muerte natural poco después de vacunarse, es posible reportar el caso y que se ‘cuente’ como efecto adverso, aun sin tener nada que ver realmente con el fármaco. Las vacunas son muy efectivas en reducir la mortalidad por COVID-19, pero no están diseñadas para reducir las muertes por otras causas (enfermedades crónicas previas, enfermedades posteriores, accidentes…). Por tanto, es esperable que sigan ocurriendo fallecimientos por otros motivos. Motivos no relacionados con la vacunación. 

Volviendo a la revisión, varios de los casos estudiados fueron pacientes que, si bien habían sido positivos en COVID-19, también presentaban otras infecciones y cáncer.