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Se te cortan los labios con el viento o el frío y decides usar un bálsamo labial (un cacao de toda la vida) para evitarlo. La pregunta que algunas personas se hacen es si los cacaos labiales producen “adicción”, haciendo que la deshidratación aumente cuando dejan de usarlos. Os explicamos cómo funcionan estos cosméticos, qué ingredientes usan, cuál es su efecto real y qué pasa si te acostumbras a usarlo continuamente.
Los bálsamos labiales hidratan con tres tipos de ingredientes
“Los labios tienden a resecarse más que la piel de otras zonas de la cara y el cuerpo porque su piel es más fina y delicada, no tiene queratina (una proteína presente en las células de la piel) ni glándulas sebáceas (producen grasas que hidratan la piel) y está expuesta a una gran cantidad de agresiones externas”, explica a Maldita.es María Marcos, dermatóloga de Grupo Pedro Jaén y Grupo Pedro Jaén La Moraleja.
Pero no todos los protectores labiales son iguales, hay tres tipos de ingredientes hidratantes que pueden estar presentes en su composición: oclusivos, como la vaselina, que impiden que se evapore el agua al formar una película sobre la piel; emolientes, que aportan grasas parecidas a las que tenemos en la piel y humectantes, como el ácido hialurónico, que captan agua y permiten que la zona esté hidratada, como explica a Maldita.es la dermatóloga y maldita Inés Escandell, que nos ha prestado sus superpoderes. La mayoría de los bálsamos labiales contienen ingredientes que cumplen con varias de estas funciones.
El consejo de María Marcos para reparar los labios dañados es aplicar bálsamos con ingredientes hidratantes y reparadores como ceras, mantecas, aceites, centella asiática, vitamina E, ácido hialurónico, vaselina, pantenol, ceramidas y bisabobol, entre otros. Por eso es importante comprobar los ingredientes de estos cosméticos a través de su etiquetado y elegir uno u otro según nuestras preferencias o necesidades.
Dejar de usarlos no hace que los labios se deshidraten más ni más rápido
El uso de productos labiales no genera dependencia, en el sentido de que nuestros labios no se deshidratarán más ni más rápido si dejamos de usarlos. “Lo peor que puede ocurrir al dejarlos de golpe es que volveríamos a tenerlos como al principio, secos”, señala la dermatóloga Escandell. Aplicar bálsamo labial a menudo, sobre todo con filtro solar, ayuda a mantener unos labios sanos, añade Marcos, quien además aconseja no humedecerlos con la lengua, no morderse los ‘pellejitos’ y no exfoliarlos demasiado.
Los labiales oclusivos no hidratan unos labios ya secos
En caso de labios totalmente secos por un ambiente muy frío o ventoso, usar bálsamos labiales que sólo incluyan ingredientes oclusivos (ceras o vaselina) que actúan manteniendo la hidratación que ya tengamos, sin elementos emolientes o humectantes que permitan aumentar la humedad de la zona ya deteriorada, puede no ser una solución del todo eficaz. Estos solo crearán una película superficial que, al desaparecer, volverá a dejarlos igual de resecos, o incluso más, sobre todo si sabe bien, ya que tenderemos a chuparnos más los labios, como aclara la dermatóloga.
Escandell añade que en algunas personas hay ingredientes, como el mentol, que pueden causar alergias o sensibilidad en la zona y, como consecuencia, deshidratación. Pero eso no supone una adicción y ocurre en muy pocos casos, en los que sí habría que acudir al dermatólogo.
Para la redacción de este artículo nos ha prestado sus superpoderes la dermatóloga Inés Escandell.
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