Por el bien de todos y para no dejar ningún atisbo de duda, vamos a responder rápidamente a esta consulta: masturbarse no causa el acné, ni lo empeora ni provoca que salgan más granos. De hecho, es uno de los mitos más comunes y antiguos asociados al onanismo, una estrategia —fallida— de intentar vincular una práctica sexual con un problema de salud.
El acné común o vulgar es una afección de la piel que sucede cuando los folículos pilosos (los poros donde crece el pelo) se obstruyen. Las células muertas de la piel, el crecimiento de bacterias y el sebo pueden taponar estos poros y causar el acné, explican MSD Manuals y el Instituto Estadounidense de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS-NIH).
La tendencia a que una persona sufra esta obstrucción de los poros depende de muchos factores, como la genética, los medicamentos, la edad, el índice glucémico de los alimentos y las hormonas. También hay factores que no causan acné, pero sí que pueden empeorarlo, como el estrés, las vestimentas ajustadas, la contaminación, la humedad o apretarse las espinillas (no lo hagas si no quieres cicatrices). Las prácticas sexuales, como la masturbación, ni ‘pinchan ni cortan’ en este tema.
La hipótesis más coherente apunta a que este mito se originó porque, durante la pubertad, pueden coincidir ambos elementos. Por un lado, unos cambios hormonales característicos de esta etapa, esencialmente en las hormonas sexuales, que pueden estar implicadas en el desarrollo del acné; y por otro, el inicio de prácticas sexuales conscientes (para diferenciarla de la masturbación infantil, un comportamiento inconsciente), como el onanismo, que se pueden dar en estas edades.
Como muestra de qué ha impulsado este mito, un botón: John Harvey Kellogg, médico eugenésico, involucrado en la invención de los cereales corn flakes asociados típicamente al desayuno y activista contra la sexualidad libre (o promotor de la abstinencia como práctica ‘saludable’, sin que haya evidencias de que lo sea) llegó a afirmar que la masturbación “provoca debilidad general, palidez antinatural de los ojos y acné en la frente”.
Hemos mencionado varias veces las hormonas y su relación con el acné, ¿acaso las hormonas no están vinculadas también a El Temita™? Buen apunte, que es correcto, pero los orgasmos tampoco afectan tanto a los niveles hormonales. Investigaciones en mujeres y hombres muestran que tener un orgasmo sí que hace aumentar los niveles de testosterona, pero estos cambios son pequeños, temporales e insignificantes para provocar una alteración hormonal que afecte a la piel.
Por último, queríamos compartir un estudio que nos ha parecido interesante y que, aunque no está directamente relacionado con el tema acné y masturbación, sí es cercano en términos de literatura científica. Se trata de un estudio de una población representativa de la Francia juvenil (2.266 participantes, de 15 a 24 años) su nivel de estrés, su estado de acné, sus problemas de sueño y su actividad sexual con otras personas. Basándose en sus resultados, concluyeron que aquella población que tenía acné mostraba unos niveles mayores de estrés y mantenían menos relaciones sexuales.