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MALDITA CIENCIA

Marcas y cicatrices tras el acné: qué son y cómo evitarlas (o reducirlas)

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Otra de las preguntas que nos habéis enviado esta semana está relacionada con un proceso dermatológico en el que, posiblemente, muchos de nosotros nos hayamos visto involucrados en algún momento de nuestra vida: el acné. Concretamente, queréis saber por qué, al acabar con los granitos que caracterizan esta situación, se crean marcas y surcos en la piel. Lo cierto es que no siempre aparecen estas secuelas y que, de aparecer, algunas de ellas tienen solución (que nada tienen que ver con remedios caseros).

Como explica la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el acné es un proceso inflamatorio, normalmente en cara, pecho y espalda, que afecta a la unidad pilosebácea (el folículo del pelo y la glándula sebácea, encargada de sintetizar el sebo). Aunque normalmente surge en la etapa juvenil, también puede aparecer en otras etapas de la vida, como en recién nacidos y adultos.

Los granos, pústulas o nódulos que caracterizan al acné son consecuencia de un aumento en la producción de grasa y un taponamiento de los folículos. Que aparezcan más o menos de ellos no depende de un solo factor, sino que están involucradas condiciones como la herencia, las hormonas (la más importante), la secreción sebácea o de sebo, la dieta y, por supuesto, posibles infecciones o alteraciones en la barrera epidérmica.

Las cicatrices o marcas del acné, como reconoce la web especializada en salud KidsHealth en un artículo revisado por la dermatóloga Patrice M. Hyde, “pueden parecer un doble castigo”: “Primero tuviste que soportar los granitos y ahora tienes cicatrices que te lo recuerdan”. Las más notables suelen ser consecuencia de las formas más graves de acné, sobre todo en las que se generan nódulos, quistes o bultos dolorosos llenos de pus debajo de la piel. También tendrán peor pinta si se manipularon o explotaron los granos.

En cualquier caso y se trate del tipo de acné del que se trate, lo recomendable es buscar tratamiento en cuanto aparezca. Así habrá menos posibilidades de que derive en un tipo de acné más serio y, con ello, en cicatrices más pronunciadas. “El tratamiento activo y precoz del acné supone evitar la aparición de secuelas. Fundamentalmente cicatrices y pigmentaciones (manchas). El dermatólogo tiene diversas armas para mejorar estas lesiones secundarias: peeling, láser, luz pulsada intensa, infiltración con corticoides o rellenos. Siempre es necesario contar con el especialista para realizar este tipo de tratamiento y conseguir los resultados adecuados”, recuerda la AEDV.

Las marcas o manchas derivadas del acné, de tono rojizo o marrón que ‘se quedan’ en nuestra piel una vez desaparece el grano o la pústula, no suelen necesitar tratamiento, pero dependerá de si son leves o severas.

Si son leves, un dermatólogo puede recomendarte una microdermoabrasión o una exfoliación química. De ser graves, existen varios tipos de tratamiento que pueden ayudar a mejorarlas como el rejuvenecimiento facial, donde el láser elimina la capa superior dañada de la piel; la dermoabrasión, en la que se desgasta la superficie de la piel, que se reemplazará por una capa de piel nueva más lisa, o la terapia láser fraccionada, que actúa en un nivel más profundo que las anteriores.

En el caso de las cicatrices, como ocurre en cualquier otra parte del cuerpo, se trata de parches de piel permanentes que crecen sobre una herida, como describe MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Estas, en general, se forman, entre otras situaciones, "cuando el cuerpo se cura después de una cortadura, un raspón, una quemadura o una llega", en este caso, un grano, pústula o nódulo.

En las causadas por el acné, las hay de diferente apariencia: o bien con una depresión gradual o bien de bastante profundidad. En el caso de las primeras, "a veces los médicos inyectan material debajo para elevarla y dejarla al nivel de la piel normal", señalan desde KidsHealth. Por último, y en el caso de cicatrices muy profundas, el médico puede recomendar una cirugía para retirarlas.

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