Nos habéis preguntado sobre la relación entre plástico, calor y cáncer y además, circula un mensaje por internet por el que nos habéis preguntado mucho que asegura que comer alimentos calentados en recipientes de plástico causa 52 tipos de cáncer. Así que queremos aclarar que no, comer comida calentada en plástico no tiene ese riesgo siempre que se utilicen los recipientes adecuados.
El plástico no es una sola sustancia, sino que hay muchos compuestos sintéticos dentro de lo que llamamos plástico, y muchos de ellos contienen determinadas sustancias que sirven para estabilizar su fórmula y prolongar su duración. Dos de esas sustancias, el bisfenol A y las dioxinas*, son motivo de especial preocupación porque se cree que pueden afectar a la capacidad de nuestro cuerpo para regular sus hormonas. El problema es que cuando están en contacto con alimentos calientes, parte de esas sustancias pueden migrar del plástico a los alimentos en cuestión.
Aunque esa migración es muy limitada, existe una regulación que obliga a los fabricantes de objetos de plástico como platos, vasos o tuppers a señalizar si son aptos para contener alimentos calientes (también si pueden contener alimentos). Estas marcas suelen estar grabadas en la base de estos objetos, y si tus tuppers las tienen, puedes utilizarlos sin problema para calentar tu comida.
Por último, es muy llamativo que, según afirma el mensaje, el plástico pueda causar concretamente 52 tipos de cáncer, ni uno más ni uno menos, pero no hemos encontrado ninguna evidencia que sostenga esa información.
*Actualización Juan J. Iruin, catedrático jubilado de Química Física en la Facultad de Química de Donosti, nos hace esta puntualización: "El bisfenol no es un aditivo que se añada a los plásticos, sino la materia prima para obtener dos polímeros concretos: el policarbonato de los CDs y cascos de motos (ya no se usa para botellas y biberones) y las resinas epoxi (a las que no se puede llamar plástico) que tapizan los interiores de latas de conservas y bebidas. No hay manera que el bisfenol aparezca en otros plásticos".
Y continúa: "las dioxinas se generan cuando muchos materiales, no sólo los plásticos, sufren procesos a alta temperatura y en presencia de cloro. Dioxinas y plásticos se han relacionado con la incineración de basura de plásticos que contenga PVC, que es el único plástico importante que contiene cloro. Pero es casi imposible encontrar dioxinas en los plásticos convencionales. Y si un envase no tiene cloro es difícil que se generen dioxinas al calentarlo."
Iruin concluye por tanto que si uno utiliza recipientes adecuados para el microondas, habitualmente hechos con un plástico llamado polipropileno, "es literalmente imposible" que estas sustancias terminen en nuestros alimentos. Si queréis profundizar más en este tema, os recomendamos su blog, El Blog del Búho, donde ha hablado largo y tendido del bisfenol, por ejemplo aquí.
*En abril de 2023, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó una nueva evaluación de seguridad del bisfenol A que reducía considerablemente el límite de ingesta diaria tolerable (IDT): de 4 microgramos por kilo a 0,2 nanogramos por kilo (20.000 veces menos). "Al comparar la nueva IDT con las estimaciones de la exposición de los consumidores al BPA en los alimentos, la EFSA concluye que las personas de todos los grupos de edad con una exposición media y elevada al BPA superan la nueva IDT, un motivo de inquietud en materia de salud", explica la EFSA en su comunicado.
*Actualizado el 20 de abril de 2023 para incorporar la nueva evaluación de la EFSA sobre el bisfenol A.