Las 'otras' streamers: una promesa de trabajo, dinero e independencia que termina en videollamadas sexuales
Ser ‘modelo streamer’ es “un trabajo” que te dará independencia y te sacará de la pobreza. Esto es lo que aseguran cientos de supuestos testimonios en vídeos de TikTok e Instagram. El objetivo es despertar la curiosidad y aprovechar las necesidades de chicas jóvenes que se presten a participar en videollamadas durante varias horas al día con usuarios de todo el mundo. Lo que no les dicen es que para conseguir ese "cambio de vida" tendrán que ofrecer contenido sexual explícito, y tampoco comprueban que las ‘modelos’ eran mayores de edad.
¿Qué se obtiene a cambio? Supuestamente dinero rápido; generalmente criptomonedas y, quizá, regalos. Pero al otro lado de la pantalla les esperan condiciones imprecisas y riesgos para su seguridad: estas apps tienen acceso a todos los datos de sus dispositivos, incluso a la grabación de sus pantallas. Toda esta historia gira alrededor de un teléfono móvil.
No es difícil encontrar en TikTok o Instagram contenidos sobre las apps de videollamadas.
Una noche, el algoritmo nos muestra una publicación que nos promete que estas plataformas pueden “cambiarnos la vida”.
Con estas apps, según la chica del vídeo, podremos ganar “mucho dinero” con el que comprar teléfonos, coches, viajar, ser independientes.
Esta es la primera parte del plan: para captar nuevas streamers hay que llamar su atención.
Las publicaciones de cuentas que se hacen llamar “agencias de streamers” se presentan como el vínculo entre las chicas que quieren ser modelos streamers y las apps de videollamadas.
Les prometen formación, gestionar las metas que tienen que cumplir para seguir en las apps y administrar los pagos.
Ser streamer, dicen las agencias, es el camino “para salir de la pobreza”, pero tiene un precio.
Las chicas tendrán que ofrecer un contenido que logre mantener conectadas a la mayor cantidad de personas posible.
En la mayoría de los casos, quienes están detrás de la pantalla son hombres.
¿Y qué deben ofrecer para conseguirlo? Contenido que, en la mayoría de ocasiones, es sexual y explícito.
Esto no se menciona hasta que las chicas contactan con las agencias a través del canal de Telegram fijado en sus perfiles de redes sociales, ya que pocas agencias tienen página web, pero casi todas están en varias plataformas.
Online sugar: la última versión del intercambio de sexo por dinero
El sugar dating es un fenómeno global en el que una mujer joven con bajos ingresos, la sugar baby, busca ayuda financiera en un sugar daddy, un hombre con una edad normalmente bastante superior y con un estatus y nivel económico elevado. Un intercambio que se proyecta como “un beneficio mutuo” pero que, en el 99% de los casos, se basa en mantener relaciones sexuales a cambio de dinero o regalos, según explica a Maldita.es la Asociación Diaconía España. Nuestro país es, según sus registros, el quinto país del mundo con más usuarios inscritos en este tipo de páginas de webs, con más de 400.000 personas registradas.
Ahora bien, ¿es lo mismo una streamer que una sugar baby? Diaconía destaca que el caso de las streamers está relacionado con una vertiente del sugar dating que se llama online sugar, un fenómeno relativamente nuevo y poco estudiado en el que las relaciones sexuales físicas se trasladan al ámbito digital. “No hay grandes diferencias.Tanto las apps de videollamadas como el sugar dating van dirigidas a que mujeres jóvenes generen contenido a cambio de dinero”, explican. El problema es que hay una falsa percepción de seguridad al producirse tras una pantalla.
A través de chats y redes cerradas las agencias tratan de captar a las chicas. En un mensaje fijado en su canal de Telegram, la agencia ofrece las claves del trabajo de streamer.
Ser "mayores de edad, hasta 39 años"; dedicar "8 horas diarias"; y ofrecer "contenido de adultos", frases compartidas en el canal privado de una de las agencias que ahora están eliminadas.
Los “novios tóxicos” serán un “inconveniente”.
Ni una palabra sobre las condiciones laborales. Aun así, cada vez más chicas deciden ser streamers.
Centenares de chicas trabajan como streamers en todo el mundo, aseguran las responsables de dos agencias sin aportar pruebas
Hay centenares de agencias de streamers que se publicitan en redes sociales. Maldita.es ha contactado con las CEO de dos agencias de streamers. La CEO de Lollypop’s Agency, Julmileth Illas, señala a Maldita.es que cuenta con más de 100 chicas trabajando para ella en cada una de las cinco aplicaciones de videollamadas que maneja.
Es decir, la agencia contaría con más de 500 chicas, aunque no ha aportado pruebas de ello. Alondra Rosales, CEO de Gema Agency, asegura en su cuenta de TikTok que cuenta con más de 5.000 streamers. Cientos de chicas se informan cada día en redes sociales sobre cómo pueden ser streamers. Escriben desde todo el mundo: Venezuela, Colombia, España, Perú o Estados Unidos.
Para poder trabajar como streamers, las chicas tienen que ponerse en contacto con una de las administradoras del canal, que son las intermediarias entre la agencia, la streamer y la app de videollamadas.
Para saber cómo trabajan las administradoras, desde Maldita.es hemos contactado con tres de ellas haciéndonos pasar por chicas interesadas en ser ‘modelos streamers’. Pertenecían a diferentes agencias y les solicitamos más información sobre el trabajo.
Tras resolver las dudas, las administradoras nos explican cómo darnos de alta en la aplicación.
Nos dicen cómo se deben comportar las streamers, cómo funcionan las videollamadas y cómo se puede cobrar.
Dos mujeres relatan a Maldita.es su experiencia como streamers
Las videollamadas son “públicas” durante su primer minuto. Eso quiere decir que el resto de usuarios que esté en ese momento en la aplicación podrá unirse y ver la llamada durante ese tiempo. Las administradoras nos explican que durante esos segundos está “prohibido” enviar “material inapropiado”, como desnudos. Algo por lo que las streamers pueden ser penalizadas.
Pasados esos 60 segundos, la llamada se vuelve privada. En ese caso, nos dicen, ya se podrá ofrecer cualquier tipo de contenido “sensual, erótico y sexual explícito”. Durante las videollamadas, nos dicen, será cuando más monedas virtuales podremos ganar.
Maldita.es ha contactado con dos mujeres que han trabajado como modelo streamer para saber en qué consiste el trabajo, cuánto ganan, cómo llegaron a él o cómo es una videollamada desde dentro.
“Los clientes a veces me piden que haga pupú y que orine. Orinar sí que he orinado, pero pupú no. Lo que hago es poner una tela, uso cualquier cosa que tenga a mano. Ellos piden mucho el squirt y uso leche. Leche, harina y lo pongo aguadito para que se lo crean. Todo es tratar de manejar al cliente”.
Algunas de estas aplicaciones, como Candy Chat, están disponibles en App Store o Google Play. Otras solo pueden descargarse en modo beta, es decir, en su primera versión cuando aún no están completamente desarrolladas.
Una vez descargadas en sus teléfonos móviles, las chicas podrán registrarse. Podrán usar datos reales o datos falsos, de hecho, las propias administradoras les recomiendan que no usen su nombre real, aunque les advierten de que sí que tendrán que enseñar su cara durante las videollamadas. Ni al entrar en la app ni en las conversaciones con las administradoras se ha verificado la edad de las streamers ni tampoco la de los usuarios.
Una vez tienen la aplicación, las streamers pueden empezar a chatear e iniciar videollamadas con los usuarios.
Para cualquier tipo de interacción con ellas los usuarios deberán incluir fondos en la aplicación para pagarles.
Ellas podrán retirar el dinero cuando alcancen la meta semanal de monedas impuesta por la administradora.
Hasta este punto, ni al entrar en la app ni en las conversaciones con las administradoras se ha verificado la edad de las streamers ni tampoco la de los usuarios.
Maldita.es ha accedido como usuario a una de las apps de videollamadas, Candy Chat, que, además, se ha analizado en materia de seguridad con un experto en ciberseguridad. El objetivo ha sido conocer cómo funciona la aplicación desde dentro. Hemos creado un perfil y hemos tratado de contactar con las streamers, sin llegar a completar la experiencia. Hemos recibido llamadas y mensajes de streamers, pero no hemos podido contestar ni realizar videollamadas ya que se exigían comprar monedas en la app.
Las streamers, supuestamente, cobran íntegramente lo que hayan acumulado en la app a través de plataformas como Binance. Lo hacen, según las agencias, para que el dinero no se devalúe.
Las agencias, por su parte, se financian a través de los porcentajes que las aplicaciones les dan, una cifra que, aseguran, va desde el 5% hasta el 25% de las ganancias.
Estas aplicaciones, que ofrecen en ocasiones contenido sexual explícito, no siguen la normativa de plataformas como Apple Store o Google Play, que prohíben aquellas apps en las que se ofrezca ese tipo de contenido.
Los expertos en ciberseguridad consultados por Maldita.es afirman que estas apps son peligrosas, ya que no protegen a los usuarios.
Al tenerlas instaladas en nuestros móviles, pueden acceder a todo el contenido que se almacena en el dispositivo e incluso grabar sus pantallas durante la videollamada.
Las agencias de streamers y las aplicaciones de videollamadas han generado un fenómeno social del que encontramos mucho contenido en redes sociales. Promete hacerte ganar mucho dinero y capta a chicas, aprovechándose de su situación económica, lo que estandariza, según los expertos, el porno y la prostitución. Todo a través de algo tan simple y tan próximo como un teléfono móvil. Todo a través de una pantalla. Para saber más sobre cómo funcionan estas agencias, qué sucede en las videollamadas y cuáles son sus riesgos, lee los siguientes artículos.
Lee el resto de la investigación en Maldita.es:
Ver metodología ▼
Las ‘otras’ streamers: una promesa de trabajo, dinero e independencia que termina en videollamadas sexuales es una investigación de Maldita.es sobre la promoción en redes de las aplicaciones de videollamadas: plataformas de mensajería en las que las llamadas ‘modelos streamers’ tienen la misión de mantener conectados durante horas a usuarios que pagan por un contenido, en ocasiones, sexualmente explícito.
Explicamos cómo funciona el proceso de captación desde cientos de perfiles de “agencias de streamers” en redes sociales, perfiles que gestionan los pagos en criptomonedas que reciben chicas de todo el mundo bajo la esperanza de un “cambio de vida”. Además, analizamos con ayuda de expertos los riesgos que plantea esta actividad desde el punto de vista de la ciberseguridad, los controles de edad y contenidos, así como el impacto del uso de estas apps para los usuarios y las propias streamers.
Maldita.es ha abordado en esta investigación el fenómeno de las aplicaciones de videollamadas desde diferentes ángulos:
- En un primer momento, hemos contactado a tres agencias de streamers diferentes para solicitar información como posibles chicas interesadas en primera persona. A través de los canales de Telegram fijados en sus cuentas de Instagram, hemos contactado con tres administradoras, las mujeres encargadas de gestionar el contacto entre la streamer, la agencia y la aplicación de videollamadas. Estas mujeres nos han ofrecido información sobre el trabajo de modelo streamer. No nos han solicitado información personal, más allá del nombre y de que superáramos la mayoría de edad, aunque no se ha comprobado que ninguno de estos datos fuera real a través de nuestro documento de identidad. En los tres casos, se han pasado todos los filtros y las administradoras estaban dispuestas a darnos de alta como modelos streamer. Un punto al que no hemos llegado.
- Maldita.es ha contactado con las responsables de dos agencias de streamers: Lollypop’s Agency y Candy Agency. Se les ha solicitado información para un reportaje y ambas han accedido explicando cuál es el funcionamiento de sus respectivas agencias, cuántas trabajadoras tienen o cómo se constituyeron.
- Maldita.es también ha contactado, además, con dos mujeres que trabajaron como modelos streamer para saber en qué consistía su rol, qué información tenían antes de empezar, cuánto ganaban o cómo llegaron a ser streamers.
- Para tratar de recabar la máxima información sobre esta tendencia, Maldita.es ha accedido como usuario a una de las apps de videollamadas, concretamente a Candy Chat.
- Con ayuda de un experto en ciberseguridad, hemos analizado el funcionamiento de esta aplicación. El objetivo ha sido conocer cómo funciona esta app desde dentro. Hemos creado un perfil y hemos tratado de contactar con las streamers, pero no hemos podido completar la experiencia. Hemos recibido llamadas y mensajes de streamers, pero no hemos podido contestar ni realizar videollamadas ya que se requería incluir fondos en la aplicación.
Esta investigación ha contado con la ayuda de diferentes personas expertas y malditos que nos han prestado sus superpoderes, gracias a quienes hemos podido abordar diferentes perspectivas y materias. Entre los malditos y malditas, han colaborado José Antonio Rodríguez, periodista y analista; José Luis Albi, especialista en marketing digital y social media; Silvia Catalán, psicóloga y sexóloga; Jorge Louzao, experto en ciberseguridad; y Miguel Vieito, jurista e investigador en Derecho. También hemos contado con la ayuda de expertos y expertas como Juanan Salmerón, abogado laboralista; Adrián Todoli, doctor en Derecho; Liberto Carratalá, doctor en Sociología; Laura Dávara, experta en Derecho Digital; y Borja Adsuara, experto en Derecho Digital, así como de la Asociación Diaconía España.
Si tienes cualquier duda, puedes consultarnos en [email protected].
Primera fecha de publicación de este artículo: 26/01/2024